El Correo de Burgos

EXCAVACIONES ATAPUERCA

Penal, la entrada de antecessor a Dolina, ya da sus primeros frutos en Atapuerca

La 45 edición de la campaña de excavaciones abre este nuevo yacimiento que arranca en territorio de Homo Antecessor. En Dolina acarician el nivel donde hay una gran profusión de fósiles. El mundo neandertal aflora con cuatro yacimientos en entrada, en cueva y al aire libre. 

El consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, sostiene una pequeña lasca de 800.000 años aparecida en la limpieza de la superficie de Penal.

El consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, sostiene una pequeña lasca de 800.000 años aparecida en la limpieza de la superficie de Penal.©Tomas Alonso

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Los primeros cien excavadores de Atapuerca acaban de llegar a los yacimientos de Trinchera del Ferrocarril y han cantado bingo. En la apertura del yacimiento de Penal, ubicado frente a Gran Dolina al otro lado de la Trinchera, ya han encontrado las primeras evidencias de ocupación humana. Y por la tecnología y el aspecto del yacimiento, todo parece indicar que es la entrada a la cueva de Homo antecessor. Con una edad aproximada de 800.000 años de antigüedad. 

«Nos falta ampliar el registro, contrastar todo esto con trabajo científico, pero por su apariencia geológica, por su vegetación, el aspecto es muy similar a lo que abrimos en el nivel 6 en el 92, muy probablemente es la entrada que cruzó antecessor», señaló el codirector de las excavaciones de Atapuerca Eudald Carbonell. En la preparación del yacimiento, que ya cuenta con la infraestructura necesaria para que no sea, como recordaba Juan Luis Arsuaga, una «penalidad bajo el sol y gritando a los compañeros los de Galería, los de Dolina...» trabajar allí como lo fue en el 92, ya cuentan con una cubierta instalada por la Junta de Castilla y León tras la inversión de 320.000 euros. 

Penal ha abierto su trabajo de excavación en extensión, que dirige María Martinón, por todo lo alto. Han recuperado dos piezas de industria vinculadas a lo que ya ha aparecido en los niveles bajos de Gran Dolina. Se trata de un canto tallado con un arista central simétrica que «probablemente sirvió para machacar» y una pequeña lasca de 1,5 centímetros que «se ha reconocido rápidamente», explicó Carbonell. 

La tecnificación del equipo también facilita la identificación rápida de estas piezas que bien pueden confundirse con un canto roto. «María lo ha reconocido enseguida, es antropóloga, pero al tener aquí un equipo multidisciplinar de primer nivel te hace que sepas un poco de áreas que no son propiamente tuyas y esto es lo que hace fuerte al equipo», reivindicó. 

A las puertas de TD-6

No es baladí la apertura de Penal este año y los primeros hallazgos. Por su posición es el lugar de entrada. Desde donde Homo antecessor oteaba sus dominios, el Valle de Río Pico. «Penal se abrió por ser continuidad geológica, pero también porque nos permite conocer mejor la geología del karst, este nivel, más alto, se corresponden con 200.000 en otras áreas pero en realidad empieza en 800.000, son las huellas de la inclinación y se puede ver el dominio que esta especie tenía del valle», explica Arsuaga. Por ello refuerz ese carácter pedagógico y divulgativo de este nuevo sitio arqueológico pero también su conexión con Gran Dolina y ese nivel donde, cada vez que se abre, aparecen restos de una especie única. 

El nivel TD-6 se acaricia ya en una parte avanzada de trabajos de la superficie de Gran Dolina de unos 40 metros cuadrados. Han pasado 30 años desde que se empezaron a quitar las encinas de este yacimiento para alcanzar el mismo nivel que en Penal se acaba de abrir en tan solo unos días de trabajo. «En Dolina empezamos en el nivel TD-7  pero que empezaremos a entrar en materia de grandes descubrimientos que el año que viene se traducirán en una cosecha de fósiles de Homo antecessor», explica Carbonell. Por pedir, a la Sierra le suplican un cráneo de la especie que en dos catas ha podido generar más de un centenar de restos de 11 individuos, la mayoría canibalizados y muchos de ellos inmaduros. 

En este mismo yacimiento toca cerrar TD-4. La base de Gran Dolina donde hay evidencias antrópicas, piezas que ha tocado el hombre, de un millón de años pero no huesos humanos. Esta parte antigua es un mundo dominado por grandes  vertebrados y herramientas de piedra para procesar esos animales. 

Atapuerca, el Gamonal neandertal

Su presencia estaba latente y durante gran parte de las últimas 45 campañas de excavación no mostraba la cara. Lo ha hecho en forma de fósiles: una falange y un diente en Estatuas interior, y un parietal en Cueva Fantasma. Lo ha hecho también en forma de material genético: con el rastro genómico dejado en el sedimento de Estatuas interior por oleadas diferentes de ocupación de población neandertal. Y lo ha hecho en forma de industria, herramientas tecnológicas, talleres como el de Valdeprovedo, y un reguero de yacimientos al aire libre. 

«Hace entre 80.000 y 50.000 años Atapuerca era un barrio neandertal, era el Gamonal de los neandertales porque estaban por todas partes», apunta Eudald Carbonell. «No utilizan las cavidades de Trinchera, las tradicionales que hemos excavado, porque se las encuentran llenas y no las pueden usar, ocupan el nivel superior de la sierra», añade Arsuaga.

Miembros del equipo de investigación en Cueva Fantasma.-SANTI OTERO

Miembros del equipo de investigación en Cueva Fantasma.-SANTI OTERO

Entre estos últimos otra de las novedades es el yacimiento al aire libre Castrillo Base Aymerich, CBS, que se encargarán de excavar este año. El hallazgo de esta concentración de restos fue casual. Esperando la llegada del helicóptero que trasladaba al entonces Príncipe Felipe, que iba a visitar los yacimientos de Atapuerca, Carbonell se dió cuenta de unos rellenos fértiles. Era el campo de fútbol de la base militar que hoy empiezan a excavar. «El nombre, CBS, es en honor al apoyo que siempre nos dio Aymerich, con él estaba cuando lo descubrimos», relata Eudald.

Junto a este campamento neandertal se volverá a atacar las dos áreas más ambiciosas de barrio neandertal de Atapuerca. Cueva Fantasma, donde set rebaja en niveles de entre 100.000 y 50.000 años. Es el pleistoceno superior, el último interglaciar. En Fantasma ya están «a pleno rendimiento y se trabaja donde apareció la chalota craneal de neandertal donde afinaremos un poco más las dataciones». El otro distrito neandertal que se quiere atacar con fuerza es Estatuas. En el exterior un total de 30 personas perfilarán un yacimiento para el que ya se pide protección y estructura para posteriores trabajos. En Estatuas Interior se sigue trabajando con el cuidado y la pulcritud que una excavación quirúrgica como la de las bolsas de sedimento que ofrecen rastro genético sin la presencia de un fósil. Aquí, además, se han localizado dos restos humanos. 

Tras el rastro de Pink 

En Elefante, el registro más antiguo, trabajan en la datación. Especialmente la difícil cuesta del nivel siete donde apareció el año pasado parte de la cara del primer europeo. Un equipo de tres personas y una estructura que rodea esa pequeña pendiente carga de sedimentos servirá para rastrear la posibilidad de encontrar más restos. «Esto ya son palabras mayores, es un descubrimiento excepcional, la cara abarca entre 1,5 y 1,4 millones de años y la expectativa es ver si hay más fósiles, un fragmento de cráneo y si el individuo cayó  poder encontrar restos postcraneales», Señaló Eudald. 

También los yacimientos modernos tiene información concreta. La última publicación del equipo del Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos habla del rastro genético de los primeros agricultores y ganaderos del norte de África. Allí la colonización y el cambio de paradigma no vino de Oriente Próximo, llegó desde la península ibérica. «Portalón no está dando muchos artículo en revistas como Nature y Science, es el rastro de la revolución neolítica y un equipo de ADN de la UBU ha dado con la respuesta a esta pregunta sobre cómo llegó la agricultura a África», señaló Arsuaga. Esta época se estudia también en Mirador. 

Es imponente el registro de ocupación sistemática de la Sierra de Atapuerca por grupos de homínidos desde hace 1,5 millones de años, 840.000 años, 400.000 años, 50.000 años y en la gran revolución del Neolítico. Un equipo de 100 personas, que acabarán siendo 300 al finalizar la campaña ya que los investigadores trabajan sobre el campo por quincenas, tratarán de ampliar ese completo registro de la evolución humana en Europa en un solo rincón, Atapuerca, hasta finales de julio.  

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