El Correo de Burgos

ACCIDENTE OFÍDICO

Vuelven las mordeduras de víbora. Cuatro heridos en Burgos, dos de ellos graves

Al servicio de Urgencias del HUBU han llegado cuatro casos, en dos fue necesario administrar antídoto. «Uno de ellos venía muy justo, la atención rápida, en dos o tres horas, ha sido clave». Esperan un aumento de casos ante la ola de calor 

Víbora avistada en un banco de Fuentes Blancas retirada por Policía Local a mediados de mayo. POLICÍA LOCAL

Víbora avistada en un banco de Fuentes Blancas retirada por Policía Local a mediados de mayo. POLICÍA LOCAL

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Burgos

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Los ingresos en Urgencias por mordedura de víbora se han retrasado este año pero julio ha puesto sobre la mesa la necesidad de acudir inmediatamente después del accidente ofídico a un centro sanitario. El servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) ha atendido en este mes de julio cuatro mordeduras de víbora. Todos los casos que se han presentado llegan del mundo rural «son personas que están trabajando el jardín, o haciendo labores de campo que se han topado con la víbora y les ha mordido», señala el coordinador del grupo de trabajo del HUBU sobre accidente ofídico, Alejandro López.

De los casos atendidos el primero fue una mordedura seca. El segundo caso que se registró fue un Grado 1 que no necesitó antídoto, pero las dos últimas han sido más graves. Ha habido dos mordeduras de víbora de Grado 2 en el que ha sido necesario suministrar antídoto. «Especialmente grave ha sido uno de ellos, llegó muy justito, pero al final todos han evolucionado bien», señala el urgenciólogo. Todos están dados de alta con seguimiento por parte del equipo de la HUBU y hasta el más grave «está evolucionando muy bien».

Para López la clave es la revisión médica inmediatamente después de que la víbora ha mordido. «En el peor de los casos que hemos visto este año se inoculó el antídoto entre dos y tres horas después del accidente y es lo que yo creo que le ha salvado porque nunca puedes ver a priori cuánta cantidad de veneno se ha inoculado ni la evolución del hematoma», advierte. El servicio está expectante ante el previsible aumento de casos «en estos días de calor se incrementaran los casos porque es cuando más salen y la posibilidad de ataque crece».

Sobre la incidencia en otros centros hospitalarios, López desconoce datos concretos porque sólo el HUBU ha diseñado un protocolo especifico de atención y recuento de casos. «Es difícil saber pero creo que nosotros somos los que más tenemos, pero porque los registramos», señala. El análisis de atención a mordedura de víbora se realiza desde 2018 alcanzándose en Burgos una media de entre 15 y 20 casos anuales. El año pasado fueron 12 casos y desde 2018 se han atendido 55 mordeduras en el HUBU a las que se suman las cuatro registradas este año.

Red de antídotos

En la nevera y a una temperatura estable se conserva el antídoto. Son varios en un centro hospitalario como el de Burgos con varios accidentes aunque están rápidamente disponibles en todo el país. «Hay una red nacional en la que se hace un recuento de la disponibilidad de antídoto en todos los centros hospitalarios de España y en caso de no disponer de uno se facilita desde el centro más cercano», explica el urgenciólogo del HUBU. «Aquí tenemos varios pero sí que alguna vez nos ha tocado pedir». La distribución es inmediata, siguiendo una forma similar de trabajo a la red de órganos. La rapidez en la atención es clave para frenar la expansión del veneno y la necrosis de los tejidos que genera.

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