El Correo de Burgos

Campaña de Atapuerca 2023

Antecessor asoma la cabeza, Pink muestra sus 'armas' y Atapuerca mira a 2024

Un trozo de cráneo y una falange del pie dan la bienvenida a antecessor tras 20 años de espera. Pink muestra las herramientas y Elefante avanza posibles ocupaciones más antiguas. La Sima está lista para ampliar la familia de Miguelón.

Los codirectores, el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, y el delegado de la Junta en Burgos observan las principales piezas extraídas este año en Atapuerca.

Los codirectores, el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, y el delegado de la Junta en Burgos observan las principales piezas extraídas este año en Atapuerca.

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Como era lo esperado Homo antecessor y Pink se convirtieron ayer en protagonistas de una mesa «cada año más larga», bromeaban los codirectores en la presentación de resultados de la campaña 45 de excavaciones en Atapuerca. El trabajo del último mes y medio ha cumplido expectativas. Se han recuperado dos fósiles humanos más de Homo antecessor que se suman a los 160, de 11 individuos, que se han obtenido en otras campañas en las que se ha rozado TD-6 con pequeños sondeos de unos metros cuadrados.

Han sido 20 años de espera desde la última vez que se rescataron fósiles humanos, canibalizados, de Homo antecessor. Dos, un cráneo dividido en cinco restos, y una falange del dedo del pie avanzan lo que para el codirector de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro, será un espectáculo. «Nos espera un festival arqueológico y paleontológico, calculamos que extraeremos en los próximos cuatro o cinco años, en los 40 metros en los que trabajamos, unos 300 fósiles humanos, una docena relevantes, un millar de herramientas de piedra y cientos de restos de fauna procesada».

«Nos espera un festival arqueológico y paleontológico en los próximos años»José María Bermúdez de Castro

En Elefante apenas se ha levantado la superficie donde apareció la cara de Pink. Se ha localizado su kit de herramientas (lasca de sílex cretácico y un canto de cuarzo para desguazar y destripar) pero, además, se adivina presencia humana aún más antigua. Todo despejado para la campaña de 2024 con alguna sorpresa

«En la parte más baja, nivel 6 de Elefante, ha aparecido un fragmento de cuarcita, no tiene marcas antrópicas, pero está aportado del exterior lo que quiere decir que por debajo está todo y quizás, el año que viene habrá cosas aún más antiguas», avanzó el codirector de Atapuerca, Eudald Carbonell.

«El próximo año será espectacular porque todo está preparado para encontrar restos de homininos de 1,4 millones de años en Elefante, de 900.000 y 800.000 en Dolina y de 400.000 en la Sima de los Huesos»Eudald Carbonell

Y en la Sima de los huesos, que ha ofrecido un pequeño resto de cráneo, se han retirado los restos de oso que estaban por encima de otro paquete de restos humanos de los 29 individuos que se han enterrado en lo más profundo de Atapuerca. «Hemos reconstruido el camino de los osos desde la Sala de los Cíclopes hasta la Sima, a donde algunos caían, y que forman parte de una acumulación de restos que está por encima de la acumulación de restos humanos que podremos excavar el año que viene», señaló el codirector de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga

Aunque la sima nunca defrauda y ofrece un minúsculo resto de cráneo. «El próximo año habrá muchos más restos como este, nos permitirá reconstruir los cráneos que ya tenemos, formar alguno más, y podremos ir reconstruyendo los esqueletos de los cadáveres acumulados en la Sima», destacó.

«El próximo año habrá muchos más restos para ir reconstruyendo los esqueletos de los cadáveres acumulados en la Sima»Juan Luis Arsuaga

Con estos mimbres, no es raro que la campaña de 2023 mire, mucho, a la de 2024. «Estamos a punto de entrar en una fase excepcional, en un festival de hallazgos», explicó Carbonell. Asume que el próximo año será «espectacular porque todo está preparado para encontrar restos de homininos de 1,4 millones de años en Elefante, de 900.000 y 800.000 en Dolina y de 400.000 en la Sima de los Huesos». La esperanza se torna, terminada esta campaña de excavaciones, en ilusión por el año que viene, cuando Bermúdez de Castro y Carbonell se despedirán de la dirección de la excavación.

Territorio neandertal

Aunque, con 10 áreas de excavación, aún hay mucho más. En Atapuerca se registra el territorio neandertal con hogares, zonas de ocupación, espacios compartidos con hienas y talleres de herramientas de tipología musteriense. Todo este universo se excava y se analiza en el yacimiento de Cueva Fantasma, el más amplio, que ha dado restos procesados de animales, otros fueron alimento de hienas, lo que habla de una competencia por los recursos. Pero también aparecen sus herramientas asociadas. Una colección de lo más variada en Fantasma. 

En el centro el núcleo desde el que los neandertales extraen las herramientas para su uso.ecb

Pero que también aparece en Estatuas. El yacimiento se ha centrado en la parte superior del sistema donde se ha localizado un núcleo de sílex neógeno desde donde se extraían las lascas que iban necesitando sobre la marcha. «Es un nivel de capacidad cognitiva la de los neandertales impensable hace años, preparan un núcleo para extraer lascas», explicaba Arsuaga con una bolsa con minúsculos restos de piedra para explicarlo. Un taller que se une al hogar que hay en el interior de la cavidad.

Los primeros agricultores

El abanico de ocupación va desde lo más antiguo de Elefante, Antecessor en Dolina y Penal a lo más moderno. Los primeros agricultores y ganaderos de Castilla y León que asentaron su hogar, con un suelo único de hace 7.300 años, en Portalón de Cueva Mayor que ha dado también importantes restos de un hogar y la esencia cultural que aún hoy permanece: los granos de cereal

Granos de cereal de los primeros agricultores de la región. En negro los granos de hace 7.300 años hallados en Portalón. En color tostado granos que hoy crecen junto al yacimiento.

Granos de cereal de los primeros agricultores de la región. En negro los granos de hace 7.300 años hallados en Portalón. En color tostado granos que hoy crecen junto al yacimiento.

Unas docenas de granos negro junto a otros amarillentos. Los colores demuestran que les separan 7.300 años de antigüedad, pero, por lo demás, son iguales. Los antiguos, están carbonizados, porque «sino no se conservarían». Unas piezas que se obtienen en el río lavando mediante el sistema de flotación. Sólo si están quemados sobresalen. Los amarillentos proceden de una cosecha de los alrededores de este 2023.

En Mirador están también en los 7.000 años de antigüedad. Aquellos pobladores de una cueva que ha sido desde zona de enterramiento a redil de ganado, eran comerciantes potentes de ese grano. Es al menos lo que se interpreta de los ornamentos que se encuentran en este yacimiento y cuyo material no está presente en la zona. Así se han localizado por ejemplo elementos elaborados con cristal de roca o ámbar que muestran «la riqueza y amplios contactos comerciales de las primeras comunidades de ganaderos y agricultores que se establecieron en la sierra de Atapuerca», explican.

El colgante de ámbar, de Mirador, es una rareza en las tierras neolíticas de la zonaSusana santamaría

Durante esta campaña, la número 45 del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA), han trabajado unos 300 investigadores en tres quincenas que arrancaron el pasado 17 de junio y que acaba en estos días. En los trabajos han participado investigadores y estudiantes de instalaciones y centros universitarios como Cenieh, la Universidad de Burgos, la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, el Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), el Centro Mixto Universidad Complutense-Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humano de Madrid, la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad de Zaragoza, el University College de Londres y el Museo Nacional de Georgia.

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