La hostelería observa este verano una caída en la ocupación que ronda el 7%
Las expectativas de mejorar los datos de pernoctaciones de 2022 no se están cumpliendo en la capital burgalesa
Dos parejas de jóvenes se fotografían con la Catedral de Burgos al fondo
Las buenas expectativas de ocupación hotelera que se tenían al comienzo del verano de 2023 no se están cumpliendo. Así lo advierten los hosteleros de Burgos que, a pesar de que señalan que los fines de semana y los puentes están funcionando bien para el sector, las pernoctaciones, en general, podrían reducirse por debajo de los datos de 2022 cuando al inicio de la temporada alta se apostaba por mejorar con respecto al pasado ejercicio.
«Estamos por debajo del pasado verano y bastante por debajo de las previsiones que teníamos». Con estas palabras se expresa Luis Mata, portavoz de la Federación de Hostelería de Burgos, que anticipa que el verano podría acabar con un 6% o7% menos de pernoctaciones que el de 2022. Y la explicación a esta situación a la que se acogen los empresarios de la hotelería tiene que ver con la coyuntura económica general en el país.
Mata señala que el comienzo del año 2023, de enero a mayo, los datos de ocupación venían siendo alentadores, siempre por encima de 2022. Sin embargo, comenta que en junio «todo cambió», echando por tierra esas buenas expectativas que se habían generado a la vista de lo que estaba sucediendo en el los meses de inicio del año. «Podíamos prever un verano como el de 2022 y como el de 2019 pero las cifras son peores y no está sucediendo solo en Burgos», opina.
Desde su punto de vista, las familias han frenado los gastos en ocio y en vacaciones, después de muchos meses de dificultades económicas. Enumera como ejemplo la subida de los combustibles, de los precios de la energía, de la cesta de la compra y de las hipotecas.
«Llevamos más de un año en el que todo ha subido y las familias ya no pueden gastar con tanta alegría porque todo cuesta el doble que antes de la guerra de Ucrania», manifiesta, a la vez que indica que en ciertos sectores están previendo una crisis económica para el último cuatrimestre del año y no esconde que la hostelería podría ser uno de ellos.
«Llevamos más de un año en el que todo ha subido y las familias ya no pueden gastar con tanta alegría porque todo cuesta el doble que antes de la guerra de Ucrania», manifiesta
Un grupo de turistas sigue las indicaciones de su guía en una visita a la ciudad.
La Federación de Hostelería de Burgos está atenta a las noticias que llegan sobre la situación de la ocupación en otras provincias de España y señala que se están viendo algunas en las que están optando por una bajada de precios tratando de salvar el verano y llegar a datos de pernoctaciones de 2022. «He visto empresarios de Mallorca que dicen que están ajustando los precios y si eso sucede en esos destinos tan demandados de playa... Pues aquí hay que prepararse porque esto no es bueno», señala.
Lleno este puente
Los fines de semana y los puentes como este del 15 de agosto son los que dan tregua a esta preocupación que existe en la hostelería de Burgos. En este sentido, Mata asegura que se rozará el lleno durante estos días centrales del mes de agosto y también la próxima semana con la Vuelta Ciclista a Burgos, que se desarrolla entre el 15 y el 19 de agosto. Según reflexiona, «son eventos que no te desbordan la ciudad, pero que son buenos para dar un empujón y trabajar bien».
La zona de la ribera del Duero, con el Festival Sonoroma, está todos estos días la ocupación al completo en hoteles, pisos turísticos, zonas de acampada o casas rurales. Así, indica la importancia de generar eventos culturales, sociales o deportivos que garantizan las pernoctaciones.
El final de agosto, septiembre y hasta mediados de octubre son meses que funcionan tradicionalmente bien en Burgos, según manifiestan los empresarios del sector. Sin embargo, a la vista de cómo ha empezado el verano mantienen la cautela al ver que no se llegan a las cifras de la última temporada.
El portavoz de los hosteleros considera que los precios de los servicios de hostelería en Burgos han subido de media un 5%, «el IPC» por debajo de otras zonas del país donde se han notado fuertes incrementos, especialmente desde el pasado verano como la cornisa cantábrica. Según añade, «hemos tenido que subir porque todo lo ha hecho porque si no estaríamos quebrando, pero hemos ido por detrás de otras provincias».