El girasol podría salvar una campaña agrícola «de ruina» con la mitad del cereal en Burgos
Los precios del cereal «están hundidos» por la importación sin aranceles del cereal de Ucrania y el de la patata está por los suelos, según la valoración de los responsables de Asaja en Castilla y León y Burgos
Cosecha del cereal.
«Catastrófica». Este es el adjetivo con el que los presidentes de Asaja en Burgos y en Castilla y León, Esteban Martínez y Donaciano Dujo, respectivamente, definen la cosecha de cereal en la provincia de Burgos. «Si los gastos de producción han crecido el doble y recoges la mitad es la ruina total», estas son las palabras de los responsables de esta organización agraria, que fían a la campaña del girasol conseguir una buena noticia en 2023 para el sector primario.
La cosecha de cereal en la provincia ha terminado con 830.000 toneladas recogidas en Burgos, frente a la media de los últimos 5 o 10 años que ha sido de 1.600.000 toneladas. «Desde el año 92, quitando el 2017, es el peor año año de la historia de los últimos 25 o 30 años tanto en Burgos como en Castilla y León», según describe el panorama Dujo, que se ha acercado a Burgos a hacer balance por ser la principal provincia productora de cereal y girasol de la Comunidad Autónoma.
Si estos datos de recolección podían hacer pensar que los agricultores contarán con buenos precios para la venta del cereal, lo cierto es que no. Martínez trasladaba que las importaciones de Ucrania sin aranceles están provocando que el mercado interior se hunda y el precio por kilo del cereal se sitúa en 0,24 euros (24 céntimos). Así, desde Asaja hablan de unas pérdidas de 2.000 millones de euros que no se consiguen paliar ni con las ayudas del Ministerio ni de la Consejería ni con la póliza de Agroseguro.
Donaciano Dujo y Esteban Martínez, de Asaja, valoran la campaña del cereal y comentan las perspectivas de los próximos meses.
«Si los gastos de producción han crecido el doble y recoges la mitad es la ruina total»
El presidente regional de esta organización explicaba con algunas cifras la escasa rentabilidad conseguida por las explotaciones agrícolas. «Si teníamos unos costes de producción de 500 euros por hectárea este año nos hemos acercado a los 1.000. En una explotación media que siembre 150 hectáreas de cereal, los costes han sido de 150.000 euros. Esa misma explotación podría haber sacado 300.000 kilos de cereal que al precio de 24 céntimos el kilo, estaríamos hablando que el valor de la producción es de 72.000 euros, frente a los costes de 150.000 euros, por lo que ha perdido 78.000 euros y el campo no está para perder dinero», argumenta.
Dujo reconoce que a esos ingresos de 72.000 euros de media en estas condiciones hay que sumar la indemnización de la PAC y la de Agroseguro, en aquel caso de que se tenga, y sumándolo todo, añade, no se llega a los gastos de producción. La consecuencia de esta situación es que muchos agricultores y ganaderos se han visto en la tesitura de abandonar y pone la mirada en los jóvenes, que más inversión tienen y que más deuda acumulan.
Girasol
Las expectativas de la cosecha de girasol son buenas a estas alturas del mes de agosto. Como indica Esteban Martínez, fueron muchos los agricultores que reservaron este año más hectáreas al girasol debido a los elevados costes de producción del cereal. Así, en Burgos este año hay 84.000 hectáreas dedicadas a este cultivo y en Castilla y León se ha pasado de 250.000 hectáreas a 365.000. «Nacieron bien y las lluvias de primeros de julio le vinieron bien, solo les hace falta un chaparrón ahora para que termine de granar la pipa y las perspectivas son buenas», precisa.
La mitad de las ayudas
Desde Asaja explican que desde el pasado mayo, cuando se veían ya las cosas complicadas, se ha ido «insistentemente» a la administración nacional y regional para pedir ayudas. Y entre lo anunciado y lo que se ha dado calculan que se movilizarán 200 millones de euros en ayudas para toda Castilla y León, una cifra que solo llega al 10% de las pérdidas en la Comunidad Autónoma.
«Es insuficiente», sentencia, a la vez que recuerda que la Comunidad Autónoma ha venido siendo maltratada por el Estado por la calificación dada al desastre de campaña. «Nos han dejado con intensidad media en el sector ganadero y, por tanto, nuestras explotaciones han cobrado la mitad que otras en Castilla-La Mancha, Andalucía o Aragón por poner algunos ejemplos en los que le han dado intensidad alta», manifiesta y, por tanto, añade que las cifras avalan que es un año «catastrófico» también en Castilla y León.
Las ayudas en el sector agrícola están en una situación parecida con esa intensidad media con la que se han quedado 6 de las 9 provincias. «Después de manifestarnos conseguimos que Ávila, Segovia, Salamanca y el Condado de Treviño pasaron a intensidad alta», indica. Esto se traduce es que si las ayudas del Gobierno están en 43,5 euros por hectárea, para León, Palencia, Burgos, Soria, Valladolid y Zamora se quedan en 21,8 euros por hectárea.
Donaciano Dujo recuerda que la Junta, recientemente, ha anunciado ayudas directas para complementar la indemnización de Agroseguro y préstamos a bajo interés de 60.000 euros al cero por ciento para los profesionales.
Precio patata
A pesar de todos estos datos, el sector primario aborda la temporada 2023/2024 «con toda la ilusión del mundo». Y con la expectativa de tener buenos resultados en la vendimia, la patata y la remolacha. Sin embargo, denuncian los bajos precios a los que los agricultores están vendiendo las patatas entre 25 y 35 céntimos el kilo, cuando el consumidor está pagando a 1,70 o 1,80. «Seis veces multiplican los intermediarios el precio de la patata, sin casi hacer nada», critica. Como dice Dujo, «no pagan dignamente al agricultor y roban al consumidor».
«No pagan dignamente al agricultor y roban al consumidor»