Tres granizadas irrumpen en la Ribera en un año especialmente difícil para el campo

Apenas duraron 5 o 10 minutos, pero los daños han sido grandes. El granizo ha hecho acto de presencia este fin de semana en tres tormentas que han afectado a zonas como Gumiel de Izán, Vadocondes, Villalbilla de Gumiel, Tubilla del Lago, Fuentelcésped, Santa Cruz de la Salceda, San Juan del Monte, Langa, Zazuar, Huerta del Rey, Coruña del Conde y Peñaranda. “Aquí en Peñaranda, la tormenta comenzó el domingo a las 17.30 horas. Yo soy agricultor desde hace 40 años y en mi vida había visto algo así. Caían bolas como pelotas de ping-pong, que en la carretera saltaban un metro de altura. Fue horroroso”, relata Juan Carlos Plaza.

Tras la tormenta toca evaluar daños. En su caso tiene 10 hectáreas de viñedo y 100 de cereal. “El cereal es lo que peor está; es una pena porque iba mal con la sequía y estos días se había recuperado”, lamenta sin olvidar el viñedo. “Ahora es el granizo pero es que el 17 de mayo también nos fastidió mucho la helada. Es ya lo que nos faltaba para un año muy, muy complicado”, advierte con la mirada puesta en la subida del precio del gasoil, de los fertilizantes; la bajada del precio de cultivos, la sequía, el hielo y ahora, el pedrisco. “El domingo solo me faltaba llorar”.

La parte más dañada de Peñaranda se localiza en una zona que se conoce como ‘El infierno’. “Ahí está el 80-90% afectado”, señala.

En Zazuar, Antonio Cuesta Díez hace balance: “El 90% del término está afectado, aunque el impacto es desigual”. “Nosotros tenemos aquí 50 hectáreas de viñedo y ha dañado el 80%”, detalla con tristeza porque se acumulan las desgracias. “Aquí nos heló los días 3, 4 y 5 de abril, con -7 grados, cuando la viña había empezado a brotar. Luego el 17 de mayo nos cayó otra. De hecho, cuando vinieron los peritos sumaron los dos y nos dieron daños en algunas viñas del 100% y en otras del 70%”.

Aunque las esperanzas estaban puestas en el viñedo joven, porque siempre recupera mejor que las viñas viejas, el pedrisco de este fin de semana “lo complica todo”. El daño, explica, ha sido en cualquier caso desigual. “No afecta igual en floración que las que ya tienen uva. En el primer caso es mucho peor porque la floración es la época más sensible”.

El lamento es general. “La sequía desde mayo, el hielo en abril y ahora el pedrisco. Menos la lotería nos toca de todo”, termina sin olvidar otras tierras que tiene en Langa, que también se han visto afectadas.

Sequía, hielo y ahora pedrisco

Sin abandonar Zazuar, Javier Astigarra recorre las 300 hectáreas de secano y 30 de viñedo que trabaja en Zazuar, Zuzones, Arandilla y Hontoria de Valdearados. “Nosotros ya habíamos dado parte en sequía, pero no nos falta de nada. Nos tocó y mucho la helada de abril, con 8 grados bajo cero, y luego la de mayo, sobre todo en las zonas bajas. Ahora el pedrisco se ha cebado con las altas, es ya el remate”.

En Zazuar el granizo sorprendió el sábado a las 2.30 de la madrugada. “Eran como balas”.

Más devastador aún es el panorama de Julian Ben Hamou López. Las 8 hectáreas que tiene de viña en Coruña del Conde “están reventadas”. No es la primera vez que le ocurre. “En 2021 perdí toda la cosecha por un granizo de 30 minutos reales”. Aunque este fin de semana fue más leve, al caer dos granizos en menos de una hora, los daños son también cuantiosos. “La primera cayeron bolas con agua pero la segunda caían en seco”, relata con preocupación porque la alerta de tormentas sigue al menos hasta el miércoles.