El Correo de Burgos

Tres mujeres jóvenes emprenden en Burgos y lanzan su propia consultora jurídico-social

Medora Consultoría y Asesoría es el nombre del proyecto empresarial desarrollado por Ángela, Enara y Sandra gracias al programa para emprendedores de la Fundación Caja de Burgos / «Uno de los problemas a los que nos enfrentamos es ser mujeres jóvenes»

Ángela (izq.), Enara (centro) y Sandra (drcha.) en las oficinas de la Fundación Caja Burgos desde donde trabajan en su empresa

Ángela (izq.), Enara (centro) y Sandra (drcha.) en las oficinas de la Fundación Caja Burgos desde donde desarrollan su labor como juristas y trabajadoras sociales dentro de su empresa©Tomas Alonso

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Ser joven y emprender. Un «vacío al finalizar los estudios» es lo que muchos graduados experimentan cuando se dan cuenta de lo complicado que es hacerse un hueco en el mundo laboral -más si se trata de emprendimiento-. Pero ellas no le tienen miedo a nada y a la vista está. Enara González, Ángela Montes y Sandra Diaz son tres mujeres de 23, 30 y 31 años -respectivamente- que recientemente han creado su propia empresa en Burgos. Medora Consultoría y Asesoría es el nombre de esta consultora que han podido sacar adelante gracias al apoyo de la Fundación Caja de Burgos con su Programa Emprendedores.

«Emprender es muy arriesgado» parece un mantra entre los jóvenes. Enara González manifestó que a pesar de que «las generaciones venideras están cargadas de ideas brillantes» no se visibilizan las ayudas que están a disposición de todas las personas que tienen una «personalidad emprendedora». El Programa Emprendedores de la Fundación Caja de Burgos apoya a los jóvenes en la creación de empresas con carácter innovador e impulsa su crecimiento dentro del mundo laboral. En el caso de Medora Consultoría y Asesoría, la inclusión del valor social como suplemento añadido al jurídico es su punto fuerte y lo que la distingue del resto de empresas del mismo sector. 

«Cuando presentamos este proyecto a la Fundación nos dijeron que sería el combo perfecto porque no hay ninguna consultora que aúne lo jurídico con lo social», expresó Sandra Diez. «El papel de Ángela como trabajadora y educadora social con formación en políticas públicas es lo que nos distingue del resto de empresas del mismo sector porque añade ese valor social que tanto le hace falta al mundo del derecho». Es por eso, que desde la Fundación «pensaron que marcaríamos la diferencia», añadió Diaz.

El papel de la mujer en el sector jurídico

Si bien la situación de la mujer dentro del mundo laboral está en continuo cambio y ha tomado la dirección correcta, las jóvenes empresarias saben que «por lo general» se encuentran en un sector «muy conservador», que puede dificultar -aún más- un buen posicionamiento dentro del mundo laboral. «Uno de los problemas a los que nos enfrentamos es ser mujeres jóvenes», manifestó Enara. «En ocasiones nos han tratado de una forma un tanto paternalista que ha podido impedir que nos valoren como juristas», añadió. 

Enara anotó que esta situación «frustra, cansa y desmotiva». Sin embargo, la más joven del grupo mencionó «la suerte que tuvimos de encontrar ayuda por el camino, en este caso, hombres». «Dos personas cercanas a nosotras decidieron apoyarnos porque coincidían con nuestros valores y le vieron muchísimo potencial a este proyecto. Nos están dando ese empuje, lo que es cierto que hace mucho y es importante mencionar», concluyó González. 

Este fue una de las razones que las motivó a dejar atrás sus respectivos puestos de trabajo para aventurarse a crear su propia empresa. «Cada una tenía su vida, un contrato de trabajo fijo que te brinda seguridad y estabilidad económica... Y aún así decidimos arriesgarnos», comentó el grupo sabiendo que «podía salir mal como podía salir bien». 

Además, las tres mujeres hicieron mención sobre la realidad que vivieron dentro de las aulas durante su período como estudiantes: «En la Universidad tratan de encauzarte hacia una vida más estable y cómoda a la que puedes optar mediante la oposición. Es muy triste porque no incentivan a los jóvenes a que arriesguen y creen nuevas empresas o desarrollen sus propios proyectos». Enara estudió la carrera de Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela y argumentó que «la mayoría de personas que estudiaron conmigo están opositando y muy pocas están haciendo el Máster de abogacía para trabajar en el sector privado».

¿Qué servicios ofrece Medora?

Proyectos de igualdad entre los que se incluyen la negociación de planes de igualdad en empresas tanto públicas como privadas o Ayuntamientos, mediación -mercantil, laboral y familiar-, servicios de ley orgánica y protección de datos, canal de denuncias y formación. 

La empresa también se involucra en otros proyectos y colabora con Fundaciones para, según las jóvenes, «aportar nuestro granito de arena». «Aportamos nuestra visión de igualdad en empresas como Fundación Luctari, un proyecto muy especial que trabaja con personas con discapacidad y desde el punto en el que hay que empezar a transformar la sociedad, la escuelas». 

Medora Consultoría y Asesoría se encuentra actualmente activa y «cada vez son más los clientes potenciales que llaman a su puerta en busca de su asesoramiento personalizado», según ellas. Aunque a día de hoy sólo necesiten ultimar algunos detalles como el lanzamiento de su página web, trabajan en la consolidación de su imagen de marca en el mundo de redes sociales, como Instagram. 

Emprender significa echar muchas horas de trabajo, obviar las vacaciones y «aprender una cosa nueva cada día» pero si algo mantiene en pie este sistema de creación de nuevas empresas y sobre todo, su éxito, es esa «ilusión que hace que merezca la pena». 

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