El Correo de Burgos

Habrá degustación de lechazo en Fresno con fines reivindicativos

El sábado 30 de septiembre se celebrará la XXII Fiesta del Cordero en la localidad burgalesa de Fresno de Río Tirón / «La ganadería ovina es un sector que está en declive y en unos años comer lechazo de Burgos será un artículo de lujo»

el responsable de Asaja en Burgos, Esteban Martínez Zamorano, durante la fiesta del lechazo en Fresno. ASAJA

El responsable de Asaja Burgos, Esteban Martínez Zamorano, durante la fiesta del lechazo en Fresno. ASAJA

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La XXII Fiesta reivindicativa del Cordero comenzará el sábado a las 9.00 horas de la mañana en Fresno de río Tirón y se repartirán en torno a unas 800 raciones de lechazo guisado. El fin reivindicativo de esta jornada viene dado porque «este sector está en declive».

«Creemos que este tipo de eventos son importantes para dar visibilidad al mundo rural y sobre todo, a uno de los sectores más declive como es el de la ganadería», manifestó la diputada provincial Susana María Díez en la presentación de esta jornada. También destacó que para preparar estas fiestas «necesitan mucha colaboración» y en este sentido, la vecindad de Fresno de río Tirón tiene un papel muy importante. 

«La colaboración de los vecinos es digna de mencionar porque todos se vuelcan en la medida de sus posibilidades, colaboran y hacen posible que una fiesta como la del sábado salga adelante», mencionó el presidente de Asaja Burgos, Esteban Martínez. Asimismo, el alcalde de la localidad, David Carcedo, explicó que «hacia la una del mediodía, los representantes de Asaja harán un recorrido por los puestos que llevarán toda la mañana guisando y se elegirán las mejores cazuelas. Sobre las 14.30 horas, se repartirán todas las raciones de cordero y cada ración se pagará a un precio de dos euros, aproximadamente», argumentó Carcedo. 

Un sector desfavorecido

En otro orden de cosas, Esteban Martínez mencionó la calidad de este sector tan característico de la ganadería burgalesa y la importancia de mantenerlo en el tiempo y que haya relevo generacional, algo que desde Asaja entienden que es una tarea compleja. «Creemos que el lechazo de Burgos es un referente en nuestra provincia y en Castilla y León», comentó el representante de Asaja, «sin embargo, es un sector que está en declive y en unos años, si esto sigue así, comer un lechazo de Burgos va a ser un artículo de lujo». De esta manera, explicó que varios son los factores que hacen que este sector merme con el paso del tiempo: «Las explotaciones han bajado un 30% en los últimos años, la ganadería de ovino necesita mucha dedicación ya que precisa atención las 24 horas del día durante los 356 días del año y además, no hay relevo generacional», aseveró Martínez.

Por si fuera poco, el representante de Asaja comentó que «es un sector que no está lo suficientemente valorado por la Administración ni por la ciudadanía» por lo que piden «un poco más de apoyo por parte de las administraciones y un poco más de sensibilidad por parte de la ciudadanía». 

Reivindicación

Debido a la sequía de esta campaña, Asaja solicitó tanto al Ministerio como a la Consejería de Agricultura «algún tipo de ayuda para seguir adelante y que los ganaderos pudieran comprar los productos que necesitan y que son tan caros», comentó Martínez. 

En este sentido, el presidente de Asaja admitió que están «un poco decepcionados», debido a que el Ministerio de Agricultura estableció unas ayudas en base a las tres intensidades de sequía de cada región de España y a Castilla y León le correspondió un nivel de intensidad de sequía media. 

Esto conlleva a que los ganaderos cobren un 50% menos que otras Comunidades Autónomas que están en un nivel de intensidad de sequía alta. Los ganaderos de Castilla y León cobrarían «ocho euros por cabeza en el ovino de carne y cuatro euros en el ovino de leche, mientras que los ganaderos de otras comunidades iban a cobrar el doble», manifestó Martínez. «Creemos que ha sido un trato discriminatorio con el que no estamos de acuerdo», comentó el presidente de Asaja, quien añadió que interpusieron «una serie de reclamaciones» y como resultado consiguieron que se considerara a Segovia, Ávila y a la comunidad de Treviño como regiones afectadas por un nivel de intensidad de sequía alta.

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