«Han convertido en vulnerables a perfiles que antes no lo eran»

La solución para estimular el mercado de alquiler y favorecer una rebaja de los precios es, en opinión del responsable de la inmobiliaria Activox, precisamente la contraria a la que plantea la nueva Ley de Vivienda. «Es necesario incentivar la oferta con respaldos a los que poseen casas vacías» y, como complemento, crear parques públicos de vivienda social.

En todo caso, a la espera de que se materialicen las palabras de la nueva ministra del ramo, Isabel Rodríguez, que en su toma de posesión avanzó que también defenderá los intereses de los propietarios (palabras que el sector acoge con escepticismo), De la Mata propone que el Gobierno se haga cargo de los pagos a los que las personas vulnerables no puedan hacer frente, lo que solventaría los problemas de ambas partes y relajaría un mercado cada vez más tensionado.

Porque las ayudas en vigor, como las promovidas por la Junta de Castilla y León, no se ajustan a la realidad. Así lo indica el profesional inmobiliario en relación a la renta que como máximo han de abonar los potenciales beneficiarios para percibir la subvención: 550 euros en ciudades como Burgos. «Ahora mismo por esa cantidad hay muy poquitas cosas», reconoce.

Otro efecto de la aplicación de la Ley de Vivienda que aprecia el sector es la exclusión de determinados perfiles. Si bien es cierto que el inquilino ‘deseado’ ha sido siempre el que demuestra una estabilidad económica e ingresos altos, con especial debilidad por los empleados públicos, tal inclinación se ha pronunciado en los últimos meses dejando prácticamente fuera a tipos de arrendatarios que hasta este momento podían acceder con cierta normalidad a una casa en alquiler. 

«Por ejemplo, las madres con hijos aún con renta media suponen un riesgo absoluto», detalla, o los jóvenes que aspiran a emanciparse con su primer contrato, otro colectivo víctima de la tormenta perfecta que sufre el mercado.

Así, la conclusión de los expertos es que «con este planteamiento han convertido en vulnerable al que no lo era y al que ya tenía esa situación le han hecho imposible disponer de una vivienda». Mientras, los que sí cumplen los requisitos por disponer de dinero «prefieren comprar que alquilar». Todo un nudo gordiano difícil de deshacer a corto plazo.