El turismo rural dispara los viajeros, pero se quedan menos tiempo

El turismo rural goza de buenas cifras pero, también, cierra 2023 con sus sombras. La cara de la moneda está en el número de viajeros que se han registrado en alguna casa rural de la provincia de Burgos. Son 139.110 los que han pasado por estas instalaciones, que han crecido considerablemente en la última década. La cifra supone un incremento del 24.3% respecto al año pasado. También supone un ascenso del 26% respecto a cifras prepandemia, dando por superados los efectos de la covid. Y son el doble de los 78.252 viajeros que pernoctaban en estas instalaciones hace una década. 

El buen dato de viajeros viene dado por el incremento tanto del turismo nacional como del turista extranjero que parece haber descubierto la variedad de ofertas de alojamiento de Burgos. Entre los españoles son 116.015 los que han pasado alguna noche en algún establecimiento del ámbito rural burgalés. La cifra crece un 18% respecto al año anterior. En 2022 se habían registrado 97.924 personas. El dato también supera las cifras prepandemia ya que en 2019 se habían hospedado en casas rurales 95.877 turistas españoles. Y es, de nuevo, el duplica que las visitas de 2013 cuando se registraron 56.942 visitantes. 

También crece el interés del viajero extranjero. Se han alcanzado los 23.095 visitantes durante todo el año pasado. El dato es un 64% más alto que en 2022 cuando fueron 14.011 los viajeros extranjeros que pasaron noche en un establecimiento rural burgalés. El dato supera las cifras prepandemia holgadamente. En 2019 pasaron por este tipo de recursos 14.243 turistas de otros países. Ya son 19.200 turistas más que los extranjeros que pasaron por algún establecimiento de la provincia en 2013. 

Menos estancia media y más casas rurales

Esos buenos datos, acompañados también por unas pernoctaciones en tendencia alcista, no se acompañan de una estancia media más amplia. La referencia del cierre del año, el último dato ofrecido por la encuesta de Alojamientos extrahoteleros del Instituto Nacional de Estadística, estable la estancia media en diciembre, con un largo puente por el medio y un interés especial por las casas rurales para pasar las navidades, de 2,32 días. La cifra es más baja que en 2022 cuando se cerró el año en 2,54 días. También es inferior a la estancia media de prepandemia. En 2019 era de 2,51 días. Esta cifra se parece más a la registrada hace diez años. En 2013 eran 2,36 días el tiempo medio que pasaba un turista en una casa rural. 

Con todo, las pernoctaciones están en los datos más altos. Se han alcanzado los 280.499, un 11% más que hace un año en el que se rozaron las 253.000 noches en un establecimiento de turismo rural en Burgos. Es un 13% más que en 2019, cuando se registraron 248.440. El dato es más del doble que hace una década cuando los turistas reservaron 134.468 noches en una casa rural de la provincia. 

El viajero nacional es el que más pernoctaciones suma, pero el extranjero es el que más crece. Del primero se registraron 244.454 noches en casas rurales. Es un 48% más que hace un año en el que se registraron 232.355 personas. El dato es un 93% más alto que las pernoctaciones de 2013 que a penas superaban las 126.000. 

En cuanto al viajero extranjero se registra menos noches, 36.045 el año pasado, pero supone un incremento interanual del 75%. En 2022 habían pasado 20.550 noches en un alojamiento de los pueblos de la provincia. La cifra recupera las cifras previas a la covid y las supera. En 2019 se registraron 25.273 pernoctaciones. Si miramos a la situación de hace una década, el turismo extranjero multiplica por tres su presencia en la provincia. Hace diez años protagonizaron 234.468 noches. 

50 casa rurales más en diez años

Lo que también se han multiplicado son los negocios dedicados al turismo rural. En la última década se ha pasado de las 362 casa rurales abiertas en diciembre de 2013 a las 412 con la que ha acabado 2023. También se puede decir que hay un 3% más de casas rurales que se han mantenido abiertas en diciembre. En 2022 apuraron hasta el último mes del año 200 establecimientos. También son más que los que estaban abiertos antes de la pandemia. En 2019 había 397 negocios operativos en diciembre.

La ocupación alcanza el 21,3% de las plazas. En 2023 ascendían a 4.263, 240 más que en diciembre de 2022 y 600 más en una década. La ocupación en fin de semana en diciembre se ha registrado en casi un 39%, por encima de lo registrado en 2022 pero aún lejos de las cifras de 2019 cuando llegaron a un 44,3%. 

En cuanto al personal que se emplea ha crecido considerablemente en diez años. El turismo rural ya empleaba al cierre del año pasado a 593 burgaleses, son 61 más que un año atrás, casi un centenar más que antes de la pandemia. Es una plantilla un 42% superior a la registrada en 2013 cuando el turismo rural empleaba a 416 trabajadores en la provincia.