La economía burgalesa crece más de lo previsto y seguirá al alza en 2024

Con más luces que sombras cerraba el año la economía burgalesa. Esa es al menos la conclusión del minucioso estudio que da forma al tradicional informe anual de la Fundación Caja Rural Burgos, en colaboración con la UBU. Se presentaba hoy su vigésima edición con buenas noticias. Y es que la provincia crecía en 2023 más de lo previsto inicialmente y seguirá al alza en 2024. 

En concreto, el aumento llegaba al 2,1%, frente al 1,5% augurado, lo que muestra "una desviación positiva elevada y relevante", según el director general de Cajaviva Caja Rural, Ramón Sobremonte. Con todo, existen "claroscuros" que invitan a contener la alegría, pues la subida está por debajo de la registrada en el conjunto del país, del 2,5%. 

Con permiso de las tensiones geopolíticas, que en los últimos años han resultado determinantes, la tendencia ascendente se mantendrá este año, según augura el indicador sintético de la economía burgalesa, denominado Crisebu. El auge rondará un 1,4%. "Se va a seguir creciendo, pero menos", traducía Sobremonte, para señalar que también en este caso el dato es inferior al nacional (1,6%).

De vuelta al ejercicio ya culminado, el boletín señala que la estadística positiva se sustenta en la pujanza del sector servicios, el buen comportamiento de la industria y un "comercio exterior magnífico". Impulso, sin embargo, inferior en términos generales a la media nacional.

Sobremonte mostraba además su preocupación por el segundo riesgo, junto a la política internacional, que acecha a la economía española: la excesiva dependencia del gasto público. "A corto plazo no preocupa, pero a largo plazo sí, pues hace dudar de la sostenibilidad del modelo", advertía.

Por su parte, el coordinador del informe, José María Calzada, recordaba que las previsiones formuladas "son estimaciones" que en la actualidad se realizan en un escenario de incertidumbre "nunca visto". Apuntaba a las elecciones en Estados Unidos, las tensiones en el Consejo de Europa y las exigencias nacionalistas al Gobierno de España como las principales amenazas en 2024. Sus efectos, no obstante, se compensarán de mantener su inercia el consumo, a lo que se consagran los expertos para vaticinar un nuevo crecimiento. "Si finalmente bajan los tipos de interés, podrían activarse la adquisición de bienes duraderos y las inversiones empresariales, algunas retenidas en los últimos años", explicaba el representante de la Universidad de Burgos.

Calzada puso además el foco en el empleo, que aumentaba en 2023 en 2.900 personas, lo que supone un incremento del 2%, por debajo del nacional en este mismo periodo, que alcanza el 2,6. "Burgos cuenta con 4.747 afiliados más que antes del inicio de la pandemia, en enero de 2020", destacó, para precisar que los sectores que más aportan a este ámbito son servicios -no en vano supone dos tercios de la economía provincial- e industria.

La nota preocupante la pone el empleo autónomo, que mantiene su mala evolución. "Lleva disminuyendo de forma continua desde la crisis de 2008, lo que es especialmente alarmante, pues los trabajadores por cuenta propia son el germen de pequeñas y medianas empresas, para el desarrollo futuro de toda la sociedad", ha alertado el coordinador del Boletín de Coyuntura Económica de la Fundación Caja Rural Burgos. En concreto, se perdían 286 autónomos en 2023, una caída del 1,1%. Mientras, en España aumentaban un 0,6%. La diferencia es notable en la última década. Desde enero de 2014 el descenso en Burgos es del 7,2% y el conjunto del país registraba un incremento del 9,4%.

"Esta evolución -que la provincia comparte con Castilla y León- es reflejo de unas negativas perspectivas en los distintos sectores que no incentivan la puesta en marcha de iniciativas de emprendimiento personal", señala el citado estudio, para concluir que "la baja densidad poblacional y la dispersión territorial, la competencia y dinamismo de otras regiones limítrofes, especialmente Madrid, la dinámica recesiva, las deficiencias en infraestructuras de transporte o la desfavorable climatología son factores que contribuyen a esta evolución adversa".