Operación Bocata
El milagro del bocata solidario. Manos Unidas alcanza los 15.000 en pleno descenso de alumnos
Burgos se sitúa a la cabeza en la Operación Bocata que Manos Unidas reparte por todo el país. Hoy se repartían 13.000 bocadillos y en los próximos días otros 2.000. Participan más de 40 colegios en la capital y la provincia.
El patio del colegio Blanca de Castilla escenificó la fiesta de la solidaridad que supone el día de la Operación Bocata de Manos Unidas.
En tiempos de reducción de ratios en los colegios es un milagro que la Operación Bocata, que implica a los centros educativos y la organización Manos Unidas, alcance en Burgos máximos históricos 25 años después. «Hemos ido creciendo en número de bocatas, en el día de hoy hemos preparado más de 13.000 y en los próximos días se entregarán otros 2.000 en colegios que no han podido hacerlo hoy», explica la delegada de Manos Unidas en Burgos, Cristina Romano.
Tres euros, mucha ilusión y un aprendizaje previo es que llevaban en la mochila los 1.200 alumnos del Colegio Blanca de Castilla donde se realizaron los actos institucionales de la Operación Bocata. En total son 47 centros educativos los que se han sumado a esta iniciativa que busca obtener fondos para llevar a cabo un proyecto de cooperación en la zona de Tigray, en Etiopía. «Queremos rehabilitar diez escuelas rurales en una zona que ha sufrido recientemente un conflicto de guerra y buscamos que 5.500 niños puedan recuperar un centro donde estudiar», señala Romano.
En el colegio Blanca de Castilla, en cuyo patio se concentraron alumnos desde infantil a Bachillerato, que han tomado parte activa en la iniciativa, sonaba la canción ‘Madre Tierra’ de Chayanne. Y durante la última semana se ha trabajado en el colegio para que sus alumnos abran los ojos y miren la realidad de otros puntos más desfavorecidos de esta madre tierra. «En los días previos preparamos actividades de sensibilización, analizamos el proyecto Itigra, que es para el que se va a destinar la colaboración generada con esta Operación Bocata, y los más mayores también tienen una tutoría específica», señaló el director del colegio Blanca de Castilla, Víctor Mediguchía.
Tras la fiesta y el baile, la hora de merendar, en este recreo con más ilusión que nunca.
En el acto participaron la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, el director provincial de Educación, José Antonio Antón, el vicario general de la Archidiócesis de Burgos, Carlos Izquierdo Yusta, el vicealcalde, Fernando Martínez Acitores, y los concejales Fernando de la Varga y Raúl Martínez y la concejala Estrella Paredes. «Es una iniciativa muy consolidada en la ciudad, que ya tienen 25 años, y es de agradecer el trabajo que realizan desde Manos Unidas en la organización desde primerísima hora de la madrugada y la labor de sensibilización que realizan», expuso. Para Ayala estas iniciativas son «muy positivas porque permite a los alumnos de Burgos, desde Primaria a Bachillerato, que pueden hacer otras cosas con sus compañeros y mejorar la vida de niños que viven otras realidades y eso es, sin duda, una buena iniciativa».
Para el director del colegio Blanca de Castilla esta iniciativa permite «una labor importante de sensibilización y concienciación, que el alumnado entiendan la suerte que tenemos de tener una escuela y poder ayudar a otros niños en cualquier punto del mundo a que puedan tener también ese espacio».
Operativo activo desde primera hora
La Operación Bocata arranca con los voluntarios de Manos Unidas y varios de los estudiantes más mayores días antes del Día D. El jueves se empezó a preparar mucho. Son 15.000 bocadillos los que hay que preparar. Pueden ser de embutido o de queso y también hay meriendas solidarias especiales para alumnos con celiaquía que se preparan con la Asociación de Celiacos deBurgos.
El día de la Operación Bocata arrancó pronto para los voluntarios del operativo que tenían que elaborar los bocatas. «Hemos llamado a los panaderos desde ayer... es mucho lío y muchos quebraderos de cabeza pero agradecidos porque es una iniciativa muy bonita», señala Roma.
El centro de operaciones está en elSeminario desde donde parten las cajas de bocadillos que se han ido preparando cumpliendo con todas las medidas de seguridad alimentaria prescritas. El año pasado se recaudaron unos 40.000 euros con el proyecto. «No tenemos un tope, ni un objetivo económico concreto e precio es orientativo y cuando sepamos las cifras las daremos, apoyaremos ese proyecto de la reconstrucción de las escuelas de Etiopía que se completará con otras iniciativas».