Tecnología
Burgos, capital de la robótica educativa con 300 finalistas del campeonato nacional de Asti
La final reúne a 36 equipos de los 75 que participan en el VIII Asti Robotics Challenge de este año. Dos grupos de Burgos (Electronicrakds de la UBU y Phoenix_SDJ de Huérmeces) se alzan con el premio a mejor proyecto en cada una de las dos categorías. Han participado un millar de personas.
Un grupo de participantes prueban las habilidades de su robot para tirar las latas fuera del círculo.
Ruedas de todos los tamaños. Placas. Chips. Cables. Pistolas de silicona y de estaño para un arreglo de última hora. Ordenadores. Y muchos nervios. Es lo que predominaba a primera hora de la mañana de ayer en el interior del Fórum Evolución que acogió la final nacional del VIII Asti Robotics Challenge que reúne en Burgos a los 36 equipos finalistas de la edición que arrancó en septiembre con 75 grupos inscritos de toda España.
«Es la fase final de un trabajo que arranca en septiembre y los estudiantes diseñan el robot, planifican el proyecto, buscan modelos de financiación, implementan un proyecto para ejecutar las pruebas, elaboran un plan de comunicación y presentan todo de forma oral ante un jurado, no son solo robots», explicaba la responsable de Fundación Asti, Verónica Pascual. El objetivo final es promover las vocaciones científicas y tecnológicas en un mundo en el que la tecnología lo ha invadido todo y está escaso de perfiles tecnológicos
La alcaldesa Cristina Ayala visitó a los grupos durante el inicio de la jornada.
En total 300 jóvenes que compiten en las dos categorías del desafío robótico: estudiantes del último ciclo de Secundaria y Bachillerato (24 equipos que han superado nueve pruebas) y alumnos de grado superior de Formación Profesional y primer ciclo de Grado Universitario (12 grupos que deben someter a sus piezas a siete retos). Atentos a su devenir entre las pruebas de obstáculos, de sinuosos laberintos, de empujar una pelota o de las tradicionales competiciones de sumo han estado unas mil personas entre las dos plantas en las que se han desplegado las competiciones.
«Para Burgos es un verdadero lujo que, gracias a esta iniciativa, seamos el Centro Nacional de Robótica Educativa, es lo que queremos hacer, transformar el mundo desde Burgos fomentando un talento infantil y juvenil que hace que un tercio de los presentes aquí sea de Burgos, un talento que tenemos que ser capaces de retener», señaló la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala.
Precisamente equipos burgaleses se han alcanzado con los premios a mejor proyecto en ambas categorías. En la competición de Secundaria el Phoenix-SDJ de Huérmeces se alzó con el primer premio y en Universitarios y FP Superior ha sido el equipo Electronicraks de la Universidad de Burgos (UBU) los ganadores a mejor proyecto en conjunto.
No son los únicos reconocimientos. En la categoría de Secundaria además del grupo de Huérmeces también ha sido reconocido el Sumo CSB Bot (Colegio Julio Blanco-CS Belleavista de Santander) como el mejor, Ensalada spider (Tierra de Campos en Palencia) ha obtenido el mejor rendimiento. El IES Sapere Aude de Madrid ha recibido el reconocimiento a mejor centro educativo con 12 equipos finalistas. El mejor diseño ha sido compartido entre Phoenix SDJ y Mentes Ligeras (Maristas Liceo Castilla). En la categoría de primer ciclo universitario o grado superior de FP al mejor proyecto de la UBU hay que sumar a Duck Fighters (Universidad Europea) como mejor Sumo y mejor rendimiento del torneo.
Entre los asistentes había un punto de encuentro más allá de las pruebas. La parada en boxes que ofrecía Abadía Tecnológica. «Siempre se les suelta algún cable, tienen que soldar algo con estaño, a revisar porque a veces no va bien el robot y tienen que saber si es una avería y tratar de arreglarlo», explica Andrés, uno de los responsables. Allí estaban Ayman y Hugo. Estudiantes del Instituto Rambla Prim de Barcelona a quienes los cables internos de ‘Robocardo’ no transmitían la energía necesaria para que se moviera. «Hemos tenido un problemilla con los motores de la GV, estamos buscando una solución y diagnosticando con el multímetro para ver si tenemos suerte y lo podemos arreglar a tiempo», explicaban con preocupación. Habían sorteado las primeras pruebas, pero necesitaban más para sumar puntos.
Puesto de Boxes para los robots dispuesto por Abadía Tecnológica.
Cada uno de los equipos ha tenido que presentar su propuesta ante un jurado formado por la responsable de Fundación Asti, Verónica Pascual, Adolfo Garijo (Exide), Rodrigo Miranda (Isdi), Jorgina Díaz (Hisparob),Luis Díez (Elmeq), Lluis Martinez (Sick), Carmen Iglesias (Keyland), Belén Martín (CaixaBank), Javier Sanz y Javier Pascual (Universidad de Diseño Udit) y Marta García Aller (periodista). En ‘capilla’ para exponer su proyecto estaba uno de los grupos del IES Sapere Aude. Un grupo formado por Sara, Irene, Inés, Judit y Juan que durante cuatro horas a la semana «desde septiembre», han alumbrado a ‘Z’. «La experiencia bien, Z pues unas veces es increíble y lo hace todo perfecto y otras pues...».
Son un ejemplo del trabajo que hay detrás de un concurso de referencia nacional que busca alimentar las vocaciones científicas en un sector que crece a la velocidad de crucero pero que a donde los perfiles formativos no terminan de llegar. «La tecnología va a transformar el 80% de los puestos de trabajo, está presente en nuestro día a día en muchas facetas, pero sólo el 7% de las matrículas universitarias están relacionadas con campos tecnológicos y si hablamos de niñas, son el 10% de ese siete, estamos dejando mucho talento atrás en una era en la que la tecnología es vital para el desarrollo del país y estos programas son necesarios», reivindicó Verónica Pascual.