Adefab registra un aumento de casos por transtornos por atracones

«Antes daba más vergüenza, pero cada vez acuden más personas ponerse en manos de un profesional», explica Marimar Herrero Hernando a psicóloga de Adefab (Asociación de Familiares de Anorexia y Bulimia de Burgos) que cumple 28 años dedicados a ayudar a las personas que padecen un Transtorno de la Alimentación. «Llevo aquí desde 2003 y ha evolucionado. En este tiempo habré tratado a unas 4.000 personas. Antes era más complicado. La pandemia fue un disparador increíble. Para las personas que estaban en tratamiento porque empeoraron. Y para los que, a lo mejor, estaban en una línea floja, pues empezaron a desarrollar este tipo de problemas».

Marimar forma parte del equipo de la Asociación Adefab, que cuenta con 130 socios. Desde Burgos se unen a la conmemoración del Día Internacional de lucha contra Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) que se celebra cada 30 de noviembre para dar visibilidad a un colectivo que no solo sufre una mala relación con la comida. Es la parte más visible de una situación compleja que genera problemas muy graves.

Para ayudar a los afectados, y a sus familias, llevan a cabo  el proyecto de ‘prevención en centros educativos’ que realizan desde hace 20 años en Burgos con su ampliación desde este año en la provincia. Noemí Vallejo Requejo, presidenta de Adefab apunta que en las charlas que están realizando en los institutos han contado con la colaboración especial de Annarce, el reconocido rapero social, como socio honorífico. Talleres, conferencias, coloquios que han podido realizado en el IES Merindades de Castilla en Villarcayo, el IES Valle de Arlanza en Lerma y el instituto Odra-Pisuerga en Melgar de Fernamental. Y aunque cada situación, persona y caso es único, la experiencia les ha llevado a marcar, gran parte de sus propuestas en las ‘ TCA y bullying’ «Porque es el desencadenante de los trastornos de la conducta alimentaria. Son datos objetivos. Por ejemplo, la mitad de cada clase en la que hemos hablado reconocen que o han sufrido o sufren bullying. De ellos, pongamos unos 15 chicos, cinco tenían ideas suicidas. Lo han intentado, o lo quieren intentar y se lo están planteando. De estos cinco, dos tienen trastornos de la conducta alimentaria», explica Noemí. «En cada charla estamos descubriendo entre dos y tres casos y son preocupantes. Creemos que es muy importante, la prevención, porque si se detecta de forma precoz, se puede poner en tratamiento y el grado de curación es alto. Pero si no se pone coto, termina en una cronicidad o en el suicidio».

Los trastornos alimentarios no tienen un perfil determinado. Pueden afectar a niños, adolescentes, adultos o ancianos. De la misma manera tampoco tienen sexo, le puede pasar a hombres y a mujeres, pero «sí tienen solución».

Esta es la línea general, aunque la presidenta de Adefab, apunta a que, en los últimos años, han detectado la llegada a la asociación de hombres adultos. «Tenemos gente de 50 afectados por la vigorexia». Se trata de un trastorno mental en el que la persona afectada se obsesiona por su estado físico, afectando a su conducta alimentaria, con la ingesta exagerada de proteínas y carbohidratos, acompañada del consumo de otras sustancias «fundamentalmente, acuden a la asociación hombres, afectados por la ingesta de proteínas, la actividad de los gimnasios, el culturismo y todo lo que lo rodea».

Necesidad de afecto 

Su labor busca dar voz y hacer más visibles estos trastornos. «Es muy necesario que la gente sepa lo que es, que no es un problema de chicas, que lo único que quieren es adelgazar, sino que son enfermedades mentales graves. Son trastornos emocionales», explica Marimar Herrero Hernando.

En este momento ha detectado un aumento de casos por trastorno por atracones. Una patología que presentan tanto mujeres como hombres, desde los 30 años a más adultos. «Es una forma de procesar las emociones. La ansiedad, el estrés puede ser una forma de gestionarlo a través de la comida. Pero también puede venir por el aburrimiento, la soledad o, incluso, también por la alegría, como quien dice: yo me lo merezco», explica la psicóloga de Adefab. Esta es una de las situaciones que más están atendiendo junto con la anorexia.

Las repercusiones del trastorno alimentario son muy amplias tanto físicas como psicológicas. «La imagen corporal no la quieren cambiar porque quieran estar delgados, lo que quieren es que les quieran, se sienten solos, sienten que no encajan y la manera en la que creen que van a conseguir encajar es a través del cambio corporal, y ahí es donde empieza el problema», explica la psicóloga.

Estos trastornos, que son emocionales, influyen en toda la familia, es «una parte fundamental, es la base, el primer ámbito de prevención, sería bueno que estuvieran incluidos en la oferta educativa, que pudiéramos llegar a ellos como a los chicos con las charla», apunta Marimar.