Un experto avisa: «la nueva ley ha reventado el mercado del alquiler»
Los alquileres de viviendas han crecido el doble que el precio de compra. Las rentas suben un 54% respecto a 2014 mientras que el precio de compra crece un 22,5%. La nueva norma genera inquietud en propietarios «se retiran viviendas del mercado por miedo»
El mercado de la vivienda, un bien de primera necesidad y un derecho reconocido por la Constitución Española, vuelve a escalar precios hasta límites nunca vistos en el caso del alquiler. Tal es así que las rentas se han incrementado el doble que el precio de compra de un inmueble.
Según datos de algunos portales inmobiliarios, el precio del alquiler en Burgos capital se ha disparado en los últimos diez años en un 54,2%. Las rentas han pasado de los 5,9 euros por metro cuadrado registrados en diciembre de 2014, la cifra más baja de la serie, hasta situarse en este diciembre de 2024 en 9,1 euros por metro cuadrado al mes. Esto refleja que una vivienda tipo de 80 metros cuadrados ha pasado de salir en renta a 470 euros a costar, ahora, 728 euros.
«Los alquileres han subido muchísimo, ha sido salir la nueva ley de Vivienda y se ha reventado el mercado y lo que es peor, se retiran viviendas porque los propietarios tienen miedo», explica el gerente de Activox inmobiliaria especializada en alquiler, Daniel de la Mata.
En la misma línea los precios de compra de un inmueble residencial también siguen al alza. Hace diez años el precio estaba a 1.540 euros por metro cuadrado de vivienda. Era 2014, cuando el sector trataba de superar el estallido de la burbuja inmobiliaria. Hoy el precio de la vivienda en compra ha escalado un 21% hasta situarse en diciembre de 2024 en 1.864 euros por metro cuadrado.
«En vivienda nueva a día de hoy se vende todo, de segunda mano prácticamente no hay producto, cuesta mucho captarlo, y vivienda nueva, a pesar de que salen a precios creo yo desorbitados, se venden todo también», explica De la Mata. Una situación que puede seguir al alza porque «aún no se esta en precios de la burbuja inmobiliaria con lo que aún hay margen para que siga encareciéndose un poco más».
Detrás de toda esta situación hay un «problema grave tenemos auténticos dramas en búsquedas de vivienda en alquiler y que tratas de buscar y no encuentras algo que cuadre con sus necesidades», explica. Las viviendas de una habitación están en unos 500 euros de renta al mes, las de dos que antes estaban a este precio ahora suben hasta los 600 y 700 euros. Las de tres y cuatro habitaciones siguen escalando aunque De la Mata cree que «no llegarán a los mil euros porque no hay capacidad en Burgos para afrontar esas cantidades».
El problema de fondo es que «no hay vivienda en alquiler» y las normas que tratan de sacar todo esos inmuebles vacíos al mercado no cala. «Si haces una ley en la que solo buscas proteger a una parte del mercado, por puro rédito electoral y no eres capaz de mirar más allá, haces que esa vivienda siga cerrada, vacía y sin uso y lo vemos la inmobiliaria de manera muy clara, la gente retira sus casas del mercado de alquiler por miedo», señalan desde Activox.
Calculan que un 10% de sus clientes han dejado de mover sus activos inmobiliarios para el alquiler cerrando la casa u optando por la venta. Quienes trabajan el mercado del alquiler son conscientes que «hay muchísima mas reticencia a alquilar incluso hay colectivos que lo tienen mucho más difícil», explican. El caso de mujeres solas, mujeres con niños o incluso familias con niños por derivarse a una situación de vulnerabilidad en un futuro.
«El tener menos vivienda en alquiler en el mercado, con un colectivo amplio que no puede acceder por el momento a la compra pero que mantiene la necesidad de una vivienda hace que a mayor demanda, más precio», explica Daniel de la Mata que considera que ampliar el parque de vivienda pública u oficial es «una solución a demasiado largo plazo, la necesidad es inmediata».
A su juicio la ley de vivienda «debería proteger a las dos partes implicadas, al inquilino pero también al propietario para no generar incertidumbre». De esta manera considera que la vía más rápida pasa por sacar toda la vivienda vacía al mercado del alquiler. «No debería ser una imposición, sino, más bien, incentivar la puesta de esos bienes al mercado del alquiler con, por ejemplo, bonificaciones fiscales».
Segunda mano
En el ámbito de la compra, la vivienda de segunda mano está prácticamente agotada. «Todo lo que sale a la venta a un precio razonable, se vende en un mes y si alguien lo pone demasiado caro en tres meses está en precio y se vende también», explica Daniel de la Mata. Una de las claves en las que se observa que a penas queda vivienda de segunda mano disponible es que a las inmobiliarias «cuesta mucho captar inmuebles», reconoce.
En cuanto a la vivienda nueva «todo se vende y a unos precios disparados». De esta manera, se venden casas de inversión, aquellas que se sitúan entre los 100.000 y los 150.000 euros pero también lo más caro. Eso sí, en la vivienda nueva aun hay margen para crecer el precio en lo que a adquisición se refiere. «En vivienda nueva aún hay margen para crecer porque no se ha llegado todavía a los precios del boom».
Lo que tienen claro en el sector es que el endurecimiento del acceso al alquiler, la ausencia de viviendas usadas más asequibles y el alza de los precios de vivienda nueva abocan a hacer aún más intenso el problema de la vivienda que tiene el país y al que Burgos no es ajeno. El sector solicita un acuerdo de estado en esta materia que mire al largo plazo. «El de la vivienda es ahora mismo un problemón al que nadie, ni unos ni otros, ha hecho caso, debería haber un gran acuerdo político que mire a largo plazo para solventar una situación y no miren al corto plazo y el interés electoral».