El nuevo rector de la UBU se compromete a «potenciar las dobles titulaciones internacionales»
José Miguel García aprovecha su toma de posesión para celebrar la implantación de Medicina, que ya ha despertado el interés de «más de 200 facultativos», convencido de que «no defraudaremos a la sociedad burgalesa»

José Miguel García, nuevo rector de la UBU, en su toma de posesión.
Testigo cedido. José Miguel García ya es, a todos los efectos, el nuevo rector de la Universidad de Burgos (UBU). Afronta el cargo con «honor y responsabilidad», agradeciendo la confianza depositada por su antecesor, Manuel Pérez Mateos, y con una serie de retos para los próximos seis años con el objetivo de seguir «compitiendo con las mejores universidades nacionales e internacionales».
Durante su toma de posesión, este jueves en el paraninfo del Hospital del Rey, García se comprometió a «potenciar las dobles titulaciones internacionales» con el fin de implementar la «movilidad» de estudiantes y docentes con el objetivo de tender puentes con otros países y fomentar el intercambio cultural. Al mismo tiempo, tiene claro que la UBU debe seguir ejerciendo su liderazgo en la Alianza Europea de Universidades RUN-EU.
«Miramos al futuro con ambición y determinación», agregó antes de poner el foco sobre cuestiones -presentes y futuras- que no se deben pasar por alto como la «sostenibilidad» o la «diversidad» para generar «un espacio donde todas las personas encuentren su lugar». En este sentido, subrayó la necesidad de facilitar igualdad de oportunidades para que «ningún estudiante se quede atrás por razones económicas o sociales». Es decir, afianzar un modelo de Universidad «inclusiva» en el que «la educación pública es un pilar fundamental de nuestro Estado de Derecho».
Consciente de lo que conlleva el bastón de mando, el nuevo rector lanzó un alegato contra el conformismo tras haber «consolidado» el posicionamiento de la Burgos en el campo de la investigación. Según dejó claro, queda mucho trabajo por hacer para mantener este estatus y seguir subiendo peldaños. Para ello, anunció la creación del espacio UBUinnovación, concebido para generar sinergias entre docentes e investigadores en favor del «emprendimiento» y la búsqueda de «soluciones innovadoras a retos locales y globales».
Desde un plano más reivindicativo, García criticó el «entorno hostil» que a su juicio ha generado la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) mientras afirmaba que los estatutos de la propia UBU tendrán una «estructura flexible y minimalista» capaz de garantizar una «rápida adaptación a los cambios que están por venir». Del mismo modo, defendió una «respuesta decidida» frente a la «creciente burocratización» del sistema universitario mediante la simplificación de procedimientos o la «flexibilización de puestos de trabajo» vinculándolos a cuestiones como la «productividad» o la «promoción horizontal».
Sobre la implantación del grado de Medicina, García aseguró que «no defraudaremos a ninguna de las miles y miles de personas de la sociedad burgalesa» que durante los últimos años han defendido la viabilidad de esta titulación en Burgos. Asimismo, prometió «trabajo y dedicación» para ir de la mano del sector sanitario, que no solo respalda la propuesta sino que además ha despertado el interés de «más de 200 facultativos» para dar clases en la UBU.
Por su parte, Manuel Pérez Mateos se despedía de la comunidad universitaria poniéndose a disposición del nuevo equipo de Gobierno bajo la convicción de que la Universidad de Burgos «seguirá creciendo» tanto en «reputación» como en «influencia social». Respecto a Medicina, agradeció la mediación del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, mientras se mostraba convencido de que este grado «mejorará la calidad sanitaria de nuestra región».