«Si la gente repite es porque se siente como en casa»

Así da gusto. Poco importa que haga un frío del carajo o que caigan chuzos de punta. Burgos siempre responde a la llamada de la Feria de Antigüedades, Coleccionismo y Vintage, que este domingo echa el cierra tras dos jornadas previas de mucho trasiego y «fluidez» de ventas en el Fórum Evolución. Incluso es probable que la cita bata un nuevo récord de asistencia si se mantiene la afluencia de estos días.

A Marycruz Madrid, gerente de Nougrupfiral (la empresa encargada de organizar el evento), le encanta ver caras conocidas año tras año. Clientes fieles no solo de la ciudad, sino de otros puntos del país como Madrid u Oviedo que suelen acudir «a todas las ferias». Algún expositor, como el inglés Barry, puede presumir de tener su propio ‘club de fans’ porque muchos «le van siguiendo» de aquí para allá.

«Si la gente repite es porque se siente como en casa», remata Madrid, visiblemente satisfecha, mientras su compañero Ángel Moix recorre la feria para comprobar que todo está en orden. Hacen un excelente tándem, de eso no hay duda. Y agradecen de corazón que los burgaleses salgan a su encuentro desde hace ya 19 años.

Como siempre, la feria llama la atención por su amplio abanico de productos. «Queremos que haya variedad, ofrecer cosas distintas para que la gente no diga que ‘siempre es lo mismo’», enfatiza Madrid. En este sentido, la presencia de cuatro expositores de Francia, uno de Inglaterra y otro de África que acude por primera vez contribuye a enriquecer la oferta. Además, uno de los objetivos de los organizadores es consolidar una «feria internacional».

A la hora de comprar, los burgaleses suelen decantarse por reliquias de coleccionista como monedas, mantelería, ropa vintage y abrigos de piel, que vienen fetén por estas fechas. También triunfan las muñecas reborn, que parecen de carne y hueso. Y qué decir de los muebles, sobre todo los de estilo francés. Tanto gustan que un expositor del país vecino que trabaja este género «se va cada año con las manos en los bolsillos».

Otra ventaja que ofrece la Feria de Antigüedades, Coleccionismo y Vintage es el nulo impacto de la inflación. Los precios apenas varían y las ganas continúan a la orden del día. Hasta «se da pie al regateo», pero sin pasarse. En cuanto a la entrada (4 euros), tan solo se ha tocado una vez en estas casi dos décadas de andadura.

Dado el éxito que suele cosechar el evento, raro es que no se cubra rápidamente el cupo de expositores. Por limitaciones de espacio, solo pueden acudir 40 y siempre hay lista de espera. Si alguno falla, su plaza es sustituida en un abrir y cerrar de ojos. Por otro lado, hay vendedores que «desde el primer año no han faltado». Por algo será.

Aparte de que «Burgos es precioso», la gerente de Nougrupfiral destaca el carácter de los asistentes. «Es gente muy amable, agradable y educada». Por no hablar de «las facilidades que da el Fórum» y su céntrica ubicación, bien comunicada y brindando la posibilidad a muchos personas de «ir andando». En definitiva: «El público es encantador y eso quiere decir que volveremos el año que viene». Encima celebrando el 20 aniversario, así que la cosa promete.