Soy estudiante de Medicina y estas son las razones por las que me fui a estudiar la carrera lejos de España
Adriana Girones (estudiante): «La experiencia es enriquecedora». Pablo Vega (Medicina por Europa): «No hay suficientes facultades en el país para formar a los profesionales que vamos a necesitar»

Un grupo de estudiantes camina por a ciudad de Kosice, Eslovaquia.
Adriana siempre tuvo claro que quería estudiar Medicina. «Nunca me plantee otra cosa, mi madre es médica, sólo quería estudiar Medicina, pero no llegué a la nota de corte», recuerda. Cuando fue consciente que no había opción para escalar hasta el 14, empezó a buscar alternativas. «Las opciones son las privadas, las notas también son altas, y encontramos la posibilidad de estudiar en Europa», cuenta.
Este su segundo año en la universidad internacional de Kosice en Eslovaquia a donde llegó a través de una agencia. «Estoy muy contenta, allí no estás solo, hay muchos españoles, incluso de Burgos, el plan de estudios es el mismo y es una experiencia muy enriquecedora». Ella realizó todo el proceso a través de una agencia (Estudiar Medicina en Europa) porque «te facilitan todo: la realización de pruebas de acceso, gestión de todo el papeleo o incluso te ponen en contacto con otros alumnos y están allí para introducir a todos en el país», explica.

Pablo Vega, que realizó sus estudios de Medicina en Polonia, coordina la agencia Medicina por Europa.
Este es el trabajo que también desarrolla la agencia Medicina por Europa. Gestiona el proceso de formación en Medicina y Odontología en 3o universidades de más de diez países y cuenta con 50 familias burgalesas. «Se calcula que 40.000 jóvenes que quieren estudiar Medicina, una profesión vocacional, no llegan a la nota de corte, que está en un 14, las privadas tienen un baremo similar y estos estudiantes acaban en profesiones que no es la carrera de sus sueños cuando son vocaciones que se necesitan», explica el responsable de Medicina por Europa, Pablo Vega.
Considera que es un problema que «no se puede solventar abriendo facultades nuevas, la crisis de médicos en 2024 va a ser brutal y no se pueden formar más, así surge la posibilidad de estudiar, con el mismo plan de estudios de 360 créditos en seis años, en un país de Europa», señala Vega. Sostiene, el hizo este itinerario en Polonia, que la única diferencia es que «todo es en inglés».
La cuestión es que estos médicos formados en Eslovaquia, Polonia, Letonia, Alemania o República Checa no van a ejercer en estos países. «Se forman allí, pero luego vuelven, hacen el MIR en España y ejercen aquí solventando esa carestía de profesionales que no se puede cubrir», sostiene.

Adriana Girones Sancha (izquierda) con su compañera en Kosice, Eslovaquia, donde cursa el Grado de Medicina.
Se calcula que el 90% retornan a sus países. Volver es el plan de Adriana. «Volveré a España para hacer el MIR y ejercer allí», relata. En estos seis años la formación sostiene que es «igual, las asignaturas son las mismas que en España solo cambia que igual se dan en cursos diferentes y que todo es en inglés», explica. Y la homologación, al estar todos marcados por el Plan Bolonia, es sencilla.
«Las asignaturas son las mismas que en España, solo cambian que igual se dan en cursos diferentes y todo es en inglés»
La diferencia llega a la hora de afrontar los exámenes. «Aquí son pruebas orales en inglés no hay pruebas de redactar o tipo test, todo es oral y a mí me parece más complicado», señala. Lo que suponía un reto de adaptarse a un lugar desconocido casi en solitario es algo que se esfumó de su cabeza antes de salir de España. «En el aeropuerto estábamos varios que nos íbamos allí a estudiar y claro tu miedo es afrontar un cambio de país, de cultura en solitario, pero allí ya conocí a una chica que hoy es mi amiga con la que comparto piso y junto a nosotros fueron 80 más», explica. Eso sí no se unen en las clases, aunque sí separan grupos nacionales de internacionales, y se establece una diversidad de países, «no sólo se vienen desde España, tengo compañeros y compañeras franceses, ingleses...».
Reconoce que una agencia «facilita todo el proceso». Se debe realizar un examen de acceso que, a través de estas agencias, se realiza en España. Adriana lo hizo en Madrid. Después se apoya en cada paso: matriculación y la organización de la estancia en Residencias de estudiantes o en piso compartido y en caso de elegir lo segundo, hacerlo con compañeros. «Tenemos también una persona con su despacho en la universidad que se encarga de dar apoyo a los estudiantes a nivel académico, hacemos seguimiento y nos encargamos de atender sus necesidades psicológicas, nutricionales o incluso apoyo educativo, los chicos no están solos», explica Vega.
«Es imposible montar un Grado de Medicina con una mínima calidad en dos años»
Esta semana Medicina por Europa participará en una nueva edición de Unitour con el objetivo de mostrar esta alternativa para cumplir con la vocación médica. «No somos una competencia sino un complemento», explica. En cuanto a las aperturas de nuevas facultades, como la que ya se gestiona en las universidades de Burgos y León, «no es suficiente abrir más y más facultades».
Explica, además, que los plazos que se marcan en estos dos casos son inviables. «Es imposible montar un Grado de Medicina con una mínima calidad en dos años, hay que hacer formación, contar con edificios, salas de prácticas, un hospital universitario, profesorado propio, porque solo con asociados no se puede montar un grado, y eso requiere, por lo que hemos hecho en estos centros, un mínimo de seis años», sostiene.