Burgos tiene que duplicar los residuos reciclados para alcanzar las exigencias europeas en 2030
En 2024 se separó un tercio de los desechos depositados en contenedores urbanos, mientras que la normativa impone llegar al 60% en apenas 5 años. Imposible parece la meta del 55% para este año. La basura orgánica ya supone el 3% de las 60.000 toneladas recogidas en total

Un ciudadano utiliza uno de los contenedores de basura, ubicados en la vía pública en Burgos.
Complejo reto al que se enfrenta la ciudad en los próximos años en materia de recogida de residuos urbanos. Y es que los datos actuales distan, y mucho, de los objetivos marcados por la Unión Europea. En concreto, habrá que duplicar el 32% actual de desechos reciclados en la ciudad para llegar con los deberes hechos a 2030, cuando el indicador tendrá que ser de, por lo menos, un 60% "para cumplir la normativa", según precisaba el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño.
Imposible parece ya aproximarse a la meta fijada para este mismo año, del 55%, dado el ritmo reciente de incremento de este dato en Burgos, que apenas ganaba un par de puntos de 2023 a 2024, de un 26% a un 28% en los contenedores que las estimaciones de Niño elevan al citado 32% al incluir otras vías de recogida, como los puntos limpios o el servicio puerta a puerta.
No obstante, el edil aseguraba que reforzarán las campañas de sensibilización en este ámbito para acatar las exigencias europeas en favor de la economía circular, que aumentan a un 65% para 2035.

Burgos
La materia orgánica recogida hasta agosto en el contenedor marrón casi iguala a la de todo el 2023
Natalia Escribano
Al tiempo que esta cifra sube desciende la de residuos descartados como resto -ese cajón desastre al que va (o debiera) lo que no se separa en ningún otro-, que se ubicó en 2024 en un 71%: 43.073.780 kilos en términos absolutos y una media mensual de 3,5 toneladas. Supone una disminución notable desde el 80% con el que cerraba 2022, que cayó al 74% en 2023.
Más allá de los datos generales, Niño quiso incidir en la evolución del uso del contenedor marrón, destinado a residuos orgánicos. "En el mes de marzo de 2023 se puso en marcha esta opción con una campaña informativa y la entrega a los interesados de la tarjeta con la que abrir el depósito, recordaba el concejal. 22 meses después hay 8.555 en circulación en la ciudad, 7.200 repartidas por la empresa adjudicataria del contrato de limpieza, Urbaser, y 1.355 recogidas en dependencias municipales, "de las cuales 477 eran duplicadas porque las perdían o se iban al contendor con los residuos en un descuido".
La iniciativa parece cuajar entre los vecinos. Al menos eso se deduce del incremento de la recogida de este tipo de basura en concreto. En 2023 fueron 1.200 toneladas, el grueso -casi un millón de kilos- a través de los contenedores marrones, al que se suman los restos de poda y los recabados puerta a puerta. En 2024 el total creció hasta las 1.883 toneladas, avivado en gran medida por el incremento del trasiego en los depósitos urbanos, 1,3 millones de kilos.
Supone en suma un 3% de los 60.214.161 de residuos totales recogidos por el Ayuntamiento de Burgos, con un global mensual que ronda las 5.000 toneladas. Del conjunto, el 7% son envases ligeros de plástico, el 10% papel y cartón, el 6% vidrio y el capítulo de 'otros' supone un 2%.