¿Sabes qué hacer ante un atragantamiento? Así es el curso que puede salvar vidas
Cada vez más familias, empresas y entidades se forman para saber actuar ante una emergencia. Atragantamientos y paradas cardiorrespiratorias son las dos cuestiones que más preocupan, pero afortunadamente no son los accidentes que más ocurren en el día a día

Dos personas practican una RCP a un maniquí en un curso de primeros auxilios.
Los primeros auxilios salvan vidas. Los datos son reveladores. El paro cardiaco mata a cerca de 30.000 personas en España cada año. La supervivencia a día de hoy se sitúa en torno al 5%, pero la Fundación Española del Corazón afirma que podría aumentar hasta el 15% si se practican de forma correcta las maniobras de reanimación cardiopulmonar- conocida como RCP- y hasta el 30% si, además, se cuenta con un desfibrilador cerca.
Afortunadamente, cada vez más familias, empresas, instituciones y entidades apuestan por formarse en primeros auxilios. «Poco a poco los primeros auxilios empiezan a llegar a todas partes. Que la ciudadanía conozca estas técnicas es fundamental para evitar muertes, pero también para saber socorrer en caso de accidentes de diferente naturaleza, ya sea en el propio hogar, en el puesto de trabajo o en plena calle y hasta que lleguen los servicios de emergencia». Quien habla es Raquel López Tamames, responsable de Matria, técnico en Cuidados de Enfermería, asesora de maternidad y lactancia y formada en primeros auxilios especializados en infancia.

Burgos
Dos policías, una enfermera y una ambulancia que pasaba por allí salvan la vida a un hombre infartado
El Correo de Burgos | El Mundo
López, que imparte cursos primeros auxilios, es clara: «Incluso los niños, desde muy pequeños, son capaces de aprender técnicas sencillas de auxilio o saber cómo actuar ante una emergencia porque son esponjas que todo lo absorben». Además, «ellos siempre van a reaccionar dependiendo de tu propia reacción, por eso es clave que nosotros como adultos estemos preparados y formados».
No todo son paradas y atragantamientos aunque «son las dos cuestiones que más preocupan a quienes acuden a los cursos». De hecho, en el día a día «es más probable que haya intoxicaciones, picaduras, golpes, quemaduras, cortes, desmayos, fracturas, torceduras, etc», apunta. «Saber qué hacer en cada momento, no solo va a hacer que ganemos en tranquilidad, sino que actuemos cómo corresponde ante cada circunstancia antes de acudir a los servicios sanitarios si hiciera falta».
Y es que si algo es importante ante una emergencia es «mantener la calma para ser más resolutivos», señala Raquel. Precisamente por ello, López considera «fundamental» que los primeros auxilios se aprendan en las aulas, no solo en los propios colegios, sino en las carreras de Educación. «Los maestros y profesores son personas que pasarán mucho tiempo con niños y con niños pueden darse situaciones delicadas».
MITOS
Las formaciones en primeros auxilios suelen rondar entre las dos y las cuatro horas. «Son formaciones prácticas en las que intentamos abordar todos los accidentes que se pueden producir y cómo actuar ante ellos». Además, «tratamos de derribar mitos que hemos heredado o escuchado».
Y es que en la atención ante una emergencia hay «muchos». «La fiebre siempre asusta mucho, pero es clave analizar cómo está el pequeño o el adulto y qué podemos hacer para que se sientan cómodos», recuerda la profesional. Otros mitos que Raquel se ha encontrado a la hora de impartir su taller tiene que ver con «tomar leche ante una intoxicación». «En estos casos no debemos tomar nada. Lo idóneo es llamar a emergencias y esperar a que nos digan si podemos o debemos tomar algo y acudir a urgencias».
Ante las picaduras «nada de barro o de pasta de dientes» porque «no si no sabemos que nos ha picado, además podemos provocarnos una infección». Siempre «es preferible ponerse hielo o frío en la zona y de nuevo consultar a los servicios sanitarios».

Varias personas aprenden primeros auxilios.
Las dudas también llegan ante un atragantamiento. «Muchas personas creen que hay que golpear en la espalda, pero esa solo puede provocar que se atore aún más el pedazo de comida», recuerda Raquel, quien hace hincapié en que «no es lo mismo actuar ante un atragantamiento de un menor de un año que a partir de esa edad». Lo mismo ocurre en el caso de una parada cardiorrespiratoria. «La forma de actuar con un niño y con adulto son distintas».
Sea como fuere, López Tamames anima a las familias a acudir a los servicios sanitarios siempre que se tengan dudas ante un accidente. «Cuando algo nos preocupa hay que preguntar siempre. No pasa nada porque los profesionales echen un vistazo a nuestro hijo o familiar, ya sea en el centro de salud o en el propio hospital, dependiendo de la gravedad». En este sentido, lamenta que «haya desaparecido el teléfono de urgencias que permitía eliminar visitas innecesarias al servicio y sobre todo ayudaba a los pacientes a actuar ante una determinada situación».

Raquel imparte un curso de primeros auxilios a un grupo de padres.
En el curso de primeros auxilios, la profesional también hace hincapié en la importancia de «controlar el lenguaje y la actitud ante un accidente» porque «puede afectar al estado de ánimo de la persona que ha sufrido el accidente y ponerle aún más nerviosa». Si la persona que tiene que ser atendida es un niño, Raquel añade que «es muy importante explicarle qué va a pasar cuando lleguen los servicios sanitarios y hacerle sentir seguro».
Otro de los apartados clave de la formación tiene que ver con la creación de un botiquín y su mantenimiento. «Es clave contar con un botiquín en el hogar, de viaje, en el coche, etc y saber qué debemos incluir en él para cada ocasión y cada cuánto tiempo hay que revisarlo».
Aprender primeros auxilios «es fundamental» pero «no puede quedarse en una formación única en nuestra vida» , recuerda Raquel. «Es necesario reciclarse y refrescar lo aprendido cada cierto tiempo», asevera.