14 millones en el aire por no orientar la venta de suelo municipal a vivienda pública

Rechazadas sus alegaciones de cara a la aprobación definitiva del presupuesto del Ayuntamiento de Burgos que se debate este viernes en pleno, el PSOE ha encontrado este martes un inesperado aliado en Vox durante la Comisión de Hacienda. Temían los socialistas encontrarse con una «muleta del Partido Popular en todos los extremos», pero no ha sido así. De hecho, su abstención deja en el aire los 13,8 millones de euros que el equipo de Gobierno incluyó en sus cuentas para distintas inversiones por la venta de Patrimonio Municipal del Suelo (PMS). En tal caso, el Ejecutivo se vería obligado a realizar correcciones y reservar ese dinero para futuras modificaciones de crédito. 

La pelota se sitúa en el tejado de Vox, que deberá reafirmar su postura después de que el PP ganase la partida en la Comisión de Hacienda gracias al voto de calidad de su presidente, Ángel Manzanedo. Pero el pleno es otra cosa, de ahí que el portavoz municipal socialista, Daniel de la Rosa, confíe en que el partido de Santiago Abascal se mantenga en sus trece tras manifestar sus «dudas» al respecto. 

A finales de enero, De la Rosa ya manifestó su rechazo al planteamiento de los 'populares' subrayando que la venta de suelo municipal debe destinarse, tal y como establece la normativa vigente, a la promoción de vivienda pública. Sin embargo, el Gobierno de Cristina Ayala pretende destinar esos fondos a la adquisición de herramientas y utillaje, el polémico ambigú del paseo de la Isla o la demolición de un antiguo lavadero de autobuses. 

Más allá del destino que se pretenda dar a esos casi 14 millones, el concejal socialista Julio César Arnaiz aboga por dotar al PMS de «institucionalidad» propia, con un «conjunto funcionarial» experto en la materia que posea «autonomía contable, de gestión y de ventas». Aparte, le parece insuficiente que el Ejecutivo proponga crear un centenar de viviendas sociales al año cuando «deberían ser 400» como mínimo. Y no solo eso, sino que además vería factible «alcanzar el modelo vienés en 10, 15 o 20 años».

Tampoco dio luz verde el PP a la alegación del grupo socialista para que se presupuesten todas las plazas de la plantilla municipal, inclusive las vacantes, como se ha hecho por imperativo legal durante los últimos 35 años. Según De la Rosa, los 'populares' han optado por el «truco del almendruco» al «doblegar este criterio» para cuadrar sus cuentas. 

Algo similar sucede con la alegación, también rechazada por el equipo de Gobierno, para exigir que se traslade el borrador presupuestario a las juntas de Distrito y al Consejo Social, sin convocarse desde hace casi un año y «sin visos de que se vaya a convocar». En este caso, De la Rosa recordaba que «la participación ciudadana está regulada». Sin embargo, la «desidia de la alcaldesa» ha frenado ese cauce de diálogo para recabar propuestas y sugerencias.