El polideportivo de San Pedro y San Felices sigue varado en la burocracia municipal
El concejal de Deportes anunciaba en junio de 2024 la inminente licitación de la redacción del proyecto, pero más de ocho meses después el pliego permanece atrapado en los trámites administrativos. En la actualidad está a la espera del informe de Asesoría Jurídica

Vista del polideportivo San Pedro y San Felices.
El nuevo polideportivo de San Pedro y San Felices permanece varado en la burocracia municipal. Suma varios meses atrapado en la tramitación administrativa previa a la licitación de la redacción del proyecto, paso anunciado como inminente por el concejal de Deportes, César Barriada, en junio de 2024. Desde entonces nada se ha sabido, al menos de puertas afuera del Ayuntamiento, de este futuro complejo largamente demandado por el barrio y, sobre todo, por los usuarios de las dependencias actuales -cada vez menos-, que son los que sufren el grave deterioro de las mismas.
El pliego de prescripciones técnicas y criterios de valoración para la contratación del proyecto del derribo de edificaciones existentes, el proyecto básico y ejecución, la dirección de obra y la coordinación de seguridad y salud (todo a la vez, sí, con la esperanza de arañar un tiempo que se esfuma) se encuentran en la actualidad en Asesoría Jurídica, pendientes del informe preceptivo que permita sacar a concurso el diseño y la supervisión de una actuación que, de no haber mediado el cúmulo de catastróficas desdichas que desde su nacimiento ha rodeado a este proyecto, tendría que estar a punto de inaugurarse.
Corría 2018 cuando el Pleno municipal, con el exalcalde ‘popular’ Javier Lacalle a la cabeza, aprobaba la construcción de un nuevo complejo al hilo de una propuesta de Ciudadanos, que en aquel momento ponía el foco sobre las importantes carencias de las instalaciones. Más de seis años después, aquella intención se traduce en una licitación que se demora notablemente y una partida de 300.000 euros en el presupuesto municipal de 2025 con la que comenzar la obra. Es, en todo caso, el tercer mandato que ha conocido el proyecto desde que se verbalizó la voluntad de llevarlo a cabo. Y camina hacia el cuarto.
Porque no será inminente el inicio de una obra para la que tras superar la fase en la que se encuentra (licitar, adjudicar y redactar el proyecto, que llevará varios meses) resta después sacar a concurso los trabajos, recibir ofertas, valorarlas para seleccionar la más ventajosa y adjudicar a la empresa en cuestión la construcción de las nuevas instalaciones. Solo cuando se firme el contrato comenzará a contar el plazo de ejecución, desconocido por el momento, que dado el calado de la actuación tampoco será breve. Se tambalea, pues, la previsión del equipo de Gobierno de comenzar la demolición de las dependencias en uso en 2025 y estrenar las que las sustituirán en 2027, con pabellón multiusos y un campo de fútbol 7 anexo. Mucho habrá que apretar el paso para lograrlo.
«Totalmente imposible», de hecho, lo ve el PSOE. El concejal Daniel Garabito, buen conocedor de estos procedimientos tras cuatro años al frente del área municipal de Fomento, estima que, como mucho, en el mejor de los escenarios se habrá adjudicado la obra al término del presente mandato. Se aventura incluso a dudar de ello, pues para hacerlo la intervención tendría que contar con presupuesto en ese ejercicio y vaticina que «no será prioritaria para el equipo de Gobierno, como tampoco lo es ahora», pues el PP tendrá muchos frentes abiertos que atender antes de las elecciones. Lamenta en este sentido Garabito que «el túnel bloquee todos los demás proyectos», en referencia a la apuesta de Ayala por iniciativas concretas que acaparen recursos económicos y humanos, mientras se ignoran «demandas históricas en otros barrios de la ciudad», como es el caso.
De vuelta al momento actual de espera y los pasos que están por venir. El relato suena a ‘déjà vu’. Y es que todo este proceso estuvo ya a punto de producirse hace más de dos años, cuando el empeño del anterior equipo de Gobierno quedaba truncado por el incumplimiento de la firma responsable de redactar el estudio de detalle del proyecto, Arana y Muñoz Edita, de los requisitos exigidos y no subsanar las deficiencias encontradas en su propuesta por los técnicos municipales.
Era primavera de 2022 -ya cuatro años después del Pleno citado en el que se atendía el clamor del Club Gimnasia Burgos ante la existencia de goteras, desperfectos en el techo, graderíos inservibles, falta de calefacción y agujeros en la tarima de un edificio que, desde su construcción en 1985 ha carecido de un mínimo mantenimiento- y tocaba empezar de cero. El edil de Deportes por entonces, Leví Moreno, asumía en ese momento que esta dotación tan urgente iba a retrasarse de manera notable.
En enero de 2023, evidenciando una vez más el particular ritmo de los procedimientos administrativos, la Junta de Gobierno Local aprobaba la resolución del contrato fallido, tras obtener el respaldo del Consejo Consultivo de Castilla y León, que consideró procedente la medida y permitió al Ayuntamiento incautar la garantía que puso la adjudicataria por importe de 1.575 euros, se ordenaba la incoación de expediente para liquidar los daños y perjuicios que se hayan podido causar. El plan en aquel momento era disponer en mayo de un proyecto.
Ya en verano, elecciones municipales mediante, la ‘patata caliente’ llegaba a manos del PP. Su edil César Barriada asumía el área de Deportes y en agosto de 2023 -apenas un mes después de tomar las riendas- manifestaba su intención de agilizar el proyecto. De hecho, el equipo de Gobierno incluía en su listado de compromisos prioritarios esta dotación y en su afán por «ganar el máximo tiempo posible» afirmaba estudiar la documentación existente, fruto de la frustrada licitación, para ver «qué material es aprovechable» y determinar desde que punto inicia el proceso. Así lo explicaba hace exactamente 18 meses el concejal, convencido de que «en las próximas semanas» se concretarían los pasos a dar.
Mucho menos concreto era en las reiteradas ocasiones que se le consultaba al respecto, en las que se ha limitado a indicar que el trámite administrativo sigue su curso. Mientras, las dependencias seguirán languideciendo a ojos vista de sus usuarios, entre los que se incluyen los menores inscritos en las escuelas municipales deportivas de Gimnasia y Acrobacias, Psicomotricidad, Trampolín, Gimnasia Rítmica y Artística.