Lucía Echevarrieta, presidenta de AJE Burgos: «Quien no arriesga no gana. Suena muy utópico, pero es verdad»
Postulada por sus compañeros y pisando el «acelerador» desde el minuto uno, aspira a que la organización a la que representa sea un «punto de referencia»

Lucía Echevarrieta, presidenta de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Burgos.
Despacho propio, diputada quinta del Colegio de la Abogacía de Burgos y socia de una inmobiliaria. Por si no tuviese bastante, a mediados de febrero asumió la presidencia de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE). «Mucha gente me pregunta cómo lo hago para llegar a todo», reconoce. Y aunque duerme «poco» porque no para, al final acaba sacando tiempo, «una o dos horas como mucho al día», para hacer deporte, pasear a sus mascotas o -simple y llanamente- desconectar.
Pregunta. Tengo entendido que su nombramiento fue sobrevenido.
Respuesta. Efectivamente. Era la secretaria general, llevo en AJE unos dos años y pico, ya conocía el funcionamiento de la Junta y participaba de una forma muy activa. Quizá eso sirvió para que mis compañeros me postularan. Yo no lo había pensando, pero por circunstancias personales del presidente (Álvaro Peso), que se tenía que ir, tuvimos que reorganizarnos. Al cargo se quedó Mario (Pérez), el vicepresidente, pero tampoco podía ser la cabeza visible. Entonces me lo ofrecieron y dije que ‘sí’ porque en mi trabajo tengo a un gran equipo que me permite acudir a reuniones y ausentarme en ciertos momentos.
P. ¿Cómo afronta el reto?
R. Está siendo bastante intenso, algo lógico en los inicios. La asociación tiene una gran trayectoria en Burgos y estamos pisando el acelerador, cerrando convenios para empezar a funcionar. Al final se te junta todo, pero estoy contenta porque la gente colabora, es muy participativa y me lo están poniendo bastante fácil.
P. ¿Cuáles serían, a grandes rasgos, los principales objetivos que se marca en esta nueva etapa?
R. Queremos seguir la misma línea que ha llevado AJE hasta ahora. Acercarnos al joven emprendedor, sobre todo en los inicios, y ayudarle en esos momentos de duda, de incertidumbre, de miedos. Y después acompañarle en su evolución, porque muchas veces tenemos una muy buena idea pero no sabemos cómo darle forma y encaminarla.
También creemos que, en una ciudad como Burgos, el sentido de pertenencia a un colectivo es muy importante. Todos empresarios, cada cual de lo suyo, pero tenemos en común nuestras inquietudes, los problemas, los quebraderos de cabeza, las alegrías... Aparte, queremos centrarnos mucho en la comunicación, en hacer llegar nuestros recursos y los de todas las entidades con las que colaboramos.
«Hay mucho movimiento en los pueblos y muy buenas ideas»
P. Si no me equivoco, también pretenden hacer especial hincapié sobre el medio rural.
R. A lo largo de este último año, hemos hecho seis encuentros en la provincia de la mano de Sodebur. Eso nos ha permitido darnos cuenta de que hay mucho movimiento en los pueblos y muy buenas ideas. Hay gente que vuelve huyendo de las grandes urbes, para tener más contacto con el mundo natural, y les cambia el chip.
Queremos ser un punto de referencia para informar de los recursos disponibles y resolver dudas. De hecho, muchos asociados nuevos son del ámbito rural.
P. Burgos es sinónimo de industria. ¿Lo es también de emprendimiento?
R. Tenemos cierto espíritu emprendedor, quizá por tratarse de una ciudad pequeña y cómoda donde todos nos conocemos. Burgos ofrece muchos recursos, bien por vía de ayudas o de financiación en muy buenas condiciones e incluso con espacios para crear tu propio negocio desde cero. Eso fomenta que haya más ganas de emprender que en otros sitios.
«Castilla y León, al ser tan amplia, es desigual en muchos aspectos»
P. ¿Alguna ciudad que sea un espejo en el que mirarse?
R. Últimamente tenemos mucha relación con León y vemos que tenemos muchas similitudes. Allí son bastantes más agrupados y queremos tomar nota de los que hacen bien las cosas.
Segovia está bastante activa también. Después hay otras provincias más pequeñas, sin agrupaciones o no tan desarrolladas, y estamos valorando la posibilidad de hacer algo que trascienda porque Castilla y León, al ser tan amplia, es desigual en muchos aspectos.
P. De 26.000 autónomos activos en Burgos a día de hoy, casi la mitad se jubilarán en la próxima década. ¿Ve factible que haya relevo?
R. Pienso que sí, aunque es cierto que arrastramos unos años malos desde la pandemia. No solo se ha frenado el emprendimiento por motivos obvios, sino que muchos negocios han tenido que cerrar. Puede que cueste equis años que se vuelva a recuperar o equiparar, pero quiero ser positiva y creo que sí habrá relevo.
Quizá ese relevo ya no esté tan enfocado a la figura del autónomo o las micropymes. Lo que se está viendo ahora, al menos en mi sector, es la agrupación de servicios a través de la unión de varios socios.
P. ¿Qué sectores son más propicios actualmente para emprender?
R. Depende de la ciudad y de la demanda en cada zona. En Burgos hay mucho comercio y restauración, pero es algo genérico. También están las nuevas tecnologías, con el marketing digital, community manager e incluso influencers, porque hoy en día todo el mundo es creador de contenidos.
Lógicamente, la evolución digital nos lleva a utilizar medios telemáticos. En mi ámbito, eran algo impensable y después de la pandemia nos han obligado a utilizarlos muchísimo más.
P. Está claro que el teletrabajo ha venido para quedarse.
R. En nuestro caso, la relación con el cliente es muy cercana y no podríamos suprimir esa presencia física. Se puede compatibilizar, sin duda, pero no debemos perder esa relación personal de confianza. Un abogado que es como tu confesor. Al final, somos amigos, psicólogos...
«En las generaciones más jóvenes ya no hay tanto miedo a emprender»
P. En otros países, fracasar no está mal visto. De hecho, se valora positivamente porque es sinónimo de haberlo intentando. Aquí, sin embargo, ocurre todo lo contrario. ¿Cambiará el chip tarde o temprano?
R. Creo que eso ya ha cambiado un poco. Quizá en mi generación y las anteriores todavía tenemos esos pensamientos un poco más antiguos, porque no es lo mismo emprender o iniciar un negocio ahora que hace 20 años. Las cosas han cambiado, aunque no se puede comparar con otros países. No ya de Europa solamente. En Estados Unidos, la mentalidad desde niños es la de emprender y convertirte en el próximo Steve Jobs.
En las generaciones más jóvenes ya no hay tanto miedo porque existen muchos más recursos y posibilidades. Siempre digo que quien no arriesga no gana. Suena muy utópico, pero es verdad. También puede pasar que una idea no se ejecuta como la tenías en tu cabeza. Te tienes que dejar asesorar y darle una imagen y una forma jurídica diferente. Para eso están todos los recursos que queremos que lleguen al máximo número de personas posible.
P. ¿Percibe ese cambio de mentalidad en las aulas?
R. Los centros de FP son los que más nos contactan para hacer charlas. Además, hemos colaborado con varias entidades para ir a colegios e institutos o que vengan ellos a algún espacio. Solemos llevar a uno o dos empresarios de la asociación para que cuenten su experiencia. Normalmente intentamos que tenga que ver con lo que están estudiando para que vean que se puede lograr.