¿Atapuerca tiene tirón en las redes sociales?

Sí y mucho. Una de las herramientas que todo el Sistema Atapuerca utiliza desde hace años es su visibilidad a través de las redes sociales. Desde los primeros canales de Facebook y Twitter hasta la revolución de Tik Tok, el impacto de todo el ecosistema generado en Burgos en torno a la evolución humana alcanza ya los 317.015 seguidores y una visibilidad que busca trasladar el museo al smartphone que cualquier potencial visitante puede tener en su mano.

El Museo de la Evolución Humana, especializado en la divulgación y encargado de atraer visitantes a la propuesta de transmisión del conocimiento que se crea en los yacimientos y en los centros de investigación asociados, es el que mas seguidores tiene y el que más redes sociales mantiene. Cuenta con 224.100 seguidores a través de cinco redes diferentes. Es también quien trabaja los post y vídeos de forma recurrente.

Hace dos años y medio arrancaron en la red china. Ha sido el último en llegar pero, pronto, se ha situado en cabeza. «Esta red social ha tenido un crecimiento brutal, en muy poco tiempo ya pasábamos los 50.000 visitantes y poco a poco se ha ido consolidando», señala el responsable de comunicación, Antonio José Mencía. En esta red social se presentan en vídeos cortos desde un Pasapalabra de la Evolución a una corta presentación de los homínidos presentes en figuras hiperrealistas de la exposición del museo o una relación de todas las especies descritas en la evolución humana.

Esta red, junto con Instagram, donde cuentan con 27.200 seguidores, son la herramienta para alcanzar a un público esquivo: los jóvenes. En 15 años de actividad el MEH ha podido constatar que «tenemos mucha visita escolar pero los jóvenes dejan de venir hasta la edad adulta y para encontrar esa conexión con la población joven abrimos la red social de Tik Tok que ha tenido un crecimiento muy rápido», explica el director gerente del MEH, Rodrigo Alonso. Para encontrar esa interlocución directa el equipo del Museo de la Evolución trabaja en establecer conexiones con influencers y youtubers que permitan acercarse a los jóvenes que se informan por las redes sociales gobernadas por algoritmos a los que también deben conquistar.

El Museo de la Evolución también cuenta con una herramienta potente de interacción con el publico más adulto a través de X donde, ante la migración a otras redes, han bajado ligeramente. Cuentan con 40.600 seguidores y personajes paralelos. El más exitoso, que hasta Linkedin tiene, es Miguelón que en la red de Elon Musk ya tiene 40.600 seguidores. En Youtube, que potenciaron durante la pandemia y que mantienen para la retransmisión en streaming de muchas de sus actividades, ostentan 20.000 seguidores.

Otros entes vinculados al Sistema Atapuerca también apuestan por las redes sociales. Fundación Atapuerca es muy potente en X donde cuentan con 36.600 seguidores de los 69.710 que tienen en sus cinco canales abiertos. Le sigue Instagram con 16.700 usuarios que ha pulsado seguir. 14.000 reúne en Facebook, 1.790 en Youtube y 620 en Tik Tok.

Los centros de investigación también realizan divulgación a través de las redes sociales. Por ejemplo, el Centro Nacional de Investigación en la Evolución Humana (Cenieh) cuenta con mas de 23.200 seguidores en cuatro redes sociales aunque algunos de sus laboratorios cuentan con canales propios. De la matriz central el que más amigos tiene es X donde registra 13.100 followers. Le sigue Instagram con 4.468 y Facebook con 4.047. Al igual que el MEH cuentan con Youtube para realizar retransmisión en streaming de sus conferencias y actividades. Ahí cuentan con 1.600 seguidores.

En Atapuerca el papel de los investigadores es también clave en divulgación. A través de libros, algunos se sitúan rápidamente entre los más vendidos de no ficción, pero también en sus perfiles de redes sociales. De grupos de investigación pero también personales. En X, por ejemplo, Juan Luis Arsuaga tiene 43.400 seguidores, Eudald Carbonell con 19.200, María Martinón con 9.400 o José María Bermúdez de Castro con 8.900 son los que arrastran más público en torno a la ciencia que nace entre el sedimento de la sierra burgalesa de Atapuerca.