Manos Unidas abre durante toda la semana su rastrillo solidario

GABRIEL DE LA IGLESIA / Miranda

Manos Unidas ha vuelto a poner en marcha su habitual rastrillo solidario para recaudar fondos destinados a proyectos de desarrollo en los lugares más desfavorecidos. En esta ocasión, el proyecto seleccionado por la organización pasa por la mejora de la producción de caña de azúcar en la comunidad del valle del río Cimitarra (Colombia). Tal y como se expone desde la organización, esta zona tiene una gran riqueza natural, si bien mantiene unas difíciles condiciones de vida debido a la presencia de la guerrilla y el abandono del Gobierno colombiano.

Así, se pretenden adquirir los recursos necesarios para aumentar la capacidad productiva de la caña de azúcar, principal modo de vida de la zona. Entre otras cosas, se adaptarán los antiguos molinos y se formará al personal necesario para poner en marcha la explotación.

Pero para ello, la entidad necesita recaudar 35.000 euros, una cantidad que se espera conseguir a través de las iniciativas solidarias planteadas. En este contexto, Manos Unidas ha dispuesto una vez más el rastrillo en un local de la calle Comuneros de Castilla, donde desde el pasado sábado se pueden adquirir un sin fin de artículos, cedidos en su gran mayoría por personas, entidades y empresas colaboradoras. En este sentido, Marieli Bóveda, portavoz de la organización, destaca la «generosidad de Miranda», gracias a la cual todos los años se dispone el mercadillo, que en esta ocasión permanecerá abierto hasta el próximo día 17.

Vista la extensa experiencia acumulada durante los últimos años, Bóveda confía en alcanzar el reto y recaudar todo el dinero necesario para la realización del proyecto. No en vano, el presupuesto es similar al de las anteriores propuestas y los resultados suelen acompañar.

Muchas visitas

De momento, el inicio no podría haber sido más positivo. Durante las dos primeras jornadas de la iniciativa han sido muchas las personas que se han acercado hasta el rastrillo para colaborar en la medida de lo posible o simplemente para adquirir productos a muy buen precio. De hecho, en los últimos años se está registrando un incremento de visitas de personas con pocos recursos económicos que encuentran en el mercadillo una opción de compra más acorde con sus posibilidades.

A ello ayudan no sólo los buenos precios, que «se rebajan muchísimo», sino la cantidad, calidad y variedad de productos puestos a la venta. Allí se puede adquirir ropa, libros, artesanía, bisutería, ropa de cama o incluso cuadros cedidos por diferentes artistas. Además la portavoz de la organización reconoce que suele ser habitual recibir «importantes donaciones» de entidades y personas colaboradoras con motivo del rastrillo.

Con todo, desde Manos Unidas se invita a toda la ciudadanía a acercarse hasta allí para conocer más de cerca la actividad y colaborar con un proyecto solidario, lo cual siempre «es muy gratificante».