El Correo de Burgos

El Himno a Briviesca centra el día grande de las fiestas patronales

La ciudad brindó reconocimiento a título póstumo a Vicente Lumbreras, impulsor de la tauromaquia en la ciudad . También hubo galardones para estudiantes y veraneantes

Burgos

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GERARDO GONZÁLEZ / Briviesca

El canto del Himno a Briviesca no defraudó y se convirtió, un año más, en uno de los actos centrales de la festividad de San Roque. Ayer se sumó a unas actividades previas a esta cita, también muy significativas para los briviescanos, como la procesión del santo patrono y de la patrona, que abrieron la jornada. 

Tras la solemne misa, el Salón de Plenos de la Casa Consistorial acogió la tradicional recepción oficial, en donde se entregaron los reconocimientos más preciados que concede el Consistorio con motivo de las fiestas. Este año los reconocimientos fueron para el joven Raúl Azibeiro, que ha logrado la mejor nota en la Selectividad de la provincia de Burgos. Así mismo la Corporación tributó un homenaje a los veraneantes que acuden a Briviesca cada año y participan activamente en las fiestas. Estos se personificaron en José Luís Sarasqueta, cuya familia viene desde hace más de medio siglo todos los estíos.

Por su presencia permanente y visible en las fiestas otra de las distinciones fue para José Luís Alonso, figura muy popular por bailar de forma incansable durante todas las fiestas desde hace décadas. Especial sentimiento despertó entre los asistentes al acto el reconocimiento a título póstumo de Vicente Lumbreras, por su labor en la difusión de la tauromaquia en la ciudad, recogiendo su esposa e hijo el escudo.

El importante tejido asociativo de la ciudad fue reconocido con la entrega de una distinción a la más novel, la asociación de Amigos del Camino de Santiago de Briviesca Bureba y, como es tradición, el pregonero de estas fiestas, Francisco Menor, fue así mismo distinguido.

En el acto, el alcalde de Briviesca, José María Martínez, agradeció la asistencia en esta jornada festiva a los numerosos representantes de instituciones nacionales, regionales y provinciales, así como a los ediles de ayuntamientos como el de Burgos y villas burebanas. También dedicó un especial reconocimiento a las Fuerzas de Seguridad del Estado y al clero, que contó con una amplia representación.

Igualmente los colectivos sociales, culturales y económicos que acudieron al acto recibieron el agradecimiento en nombre de la ciudad.

El acto más multitudinario

El acto más multitudinario y emotivo de las fiestas patronales de la capital burebana es, desde hace setenta y nueve años, el canto del Himno a Briviesca.

    Ayer los burebanos volvieron a demostrarlo, con una nutrida presencia que superó las cifras de años anteriores. Miles de personas abarrotaron la Plaza Mayor y rodearon el templete de música a la espera de que la Banda marcara el compás de inicio.

Bajo la dirección de una mujer  por primera vez en su historia, Rebeca García inició los acordes del Himno a los que se solaparaon las miles de voces de este multitudinario coro en el que se convierten los presentes en la Plaza Mayor.

La potente voz del tenor Miguel de Alonso acometió con energía la parte del canto para solista con idéntico o incluso superior entusiasmo que la primera vez que se colocó en el balconcillo del templete para canta el himno briviescano.

A pesar de ser un acto anual, en muchos de los rostros que miraban al cielo mientras cantaban se veía la emoción que en algunos casos era acompañada de lágrimas tanto en jóvenes como mayores.

Poco importa que se halla nacido en Briviesca, nadie escapa al momento mágico que se crea.

Así, en personas de diferente procedencia, nacionalidad o cultura comparten a sensación de sentir con emoción y fervor la letra que rinde homenaje a la capital de La Bureba, por encima de las diferencias diarias.

El Himno une más allá de cualquier otra consideración, mostrando un enorme amor y orgullo por su tierra natal o de adopción, al que es imposible sustraerse.

La fusión de poesía y música sigue calando hasta el fondo de los corazones de todos aquellos que el día 16 de agosto están o se sienten a los pies del templete de la Plaza Mayor de Briviesca. 

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