Tierra de Lara exige a la Diócesis que devuelva el retablo de Tañabueyes

J. C. R. / Burgos

Toda la comarca de Lara se reunirá mañana viernes frente la parrqouia de San Martín de Porres en Burgos como protesta por lo que entienden es un agravio del Arzobispado de Burgos con los vecinos de Tañabueyes de la Sierra. Según aseguran desde la asociación, el Retablo de Santa Eulalia, de Tañabueyes de la Sierra,  fue trasladado en depósito en su día a la iglesia de San Esteban de Burgos para su restauración y posteriormente para formar parte del Museo del Retablo, algo que aceptaron los vecinos, como «mal menor».

Sin embargo, lo que ha enfadado de verdad a los vecinos de la localidad es que el traslado del citado retablo desde el museo a la parroquia de San Martín de Porres, se ha hecho «sin contar con sus propietarios que según el Arzobispado son los parroquianos de Tañabueyes de la Sierra», aseguran desde la asociación.

Fue en el mes de febrero de 1988 cuando se produjo el traslado al taller diocesano y posteriormente al centro de Estudio y Restauración de Obras de Arte de Madrid. Una vez terminada la actuación, se colocó en una de las naves de la iglesia de San Esteban, en la capital, donde se ha podido contemplar hasta su traslado a San Martín de Porres.

Los vecinos de Tañabueyes han convocado, junto con Tierra de Lara, una  manifestación que se celebrará mañana viernes a las 19:45 horas en la parroquia de San Martín de Porres. La invitación la hacen extensiva a toda la comarca porque «todos somos Tierra de Lara», aseguran, y esta comarca se caracteriza fundamentalmente por «la solidaridad que estamos demostrando día a día los unos con los otros»; recuerdan que esta acción que ha llevado a cabo el Arzobispado «no puede quedar impune porque sino les estaríamos dando vía libre para poder seguir haciéndolo en cualquiera de nuestros pueblos», denuncian.

Entre gótico y renacentista

Era, el de Tañabueyes, el más antiguo de los que se presentaban en el museo dicoesano. Su arquitectura y decoración está a mitad de camino entre el gótico tardío y el inicio del renacimiento.

Según se detalla en la web de  Tierra de Lara, está compuesto por una predela rectangular en la que descansan los seis pináculos góticos que conforman las cinco calles que cierran el retablo poligonalmente, ajustándose al frente del paramento de la nave con un guardapolvos.  Las calles son desiguales y los cuerpos se disponen en diferentes niveles.

Seis vírgenes mártires, cada cual con su distintivo, componen la predela y así Santa Bárbara con la torre; santa Apolonia con la tenaza, Santa Catalina con la espada, Santa Ursula con la flecha, Santa Agueda con los pechos y Santa Lucía con los ojos.