El Correo de Burgos

La sede de Correos continúa a la espera de poder reabrir sus puertas

Casi tres años después de iniciar las obras, la compañía postal no ofrece plazos

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Burgos

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GABRIEL DE LA IGLESIA / Miranda

Una vez más, las previsiones han vuelto a fallar y la reapertura de la sede de Correos en Miranda continúa sin concretarse. Y eso a pesar de que las obras de reforma a las que ha sido sometido el inmueble finalizaron hace ya varios meses. De hecho, a simple vista se aprecia que los trabajos han concluido por completo, incluyendo la colocación de los correspondientes carteles.

No obstante, las puertas del edificio siguen cerradas a cal y canto. ¿Por qué? Buena pregunta. Desde el departamento de comunicación de la compañía postal lo único que se atreven a confirmar es que «no hay previsión» oficial de apertura, una situación que se viene alargando desde que se incumplieran los últimos plazos ofrecidos.

Fue en primavera cuando se aseguró que la antigua sede volvería a estar operativa como muy tarde a finales de septiembre. Superada esa fecha, desde el departamento de comunicación ha habido un silencio sepulcral, debido, según aseguran, a que «no hay noticias concretas» ni de este proyecto ni del traslado del centro de reparto de la antigua estación de trenes de Burgos.

De esta forma, la reapertura del edificio vuelve a sumar un nuevo retraso después de todas las complicaciones surgidas durante su reforma. Nada más comenzar a trabajar, los operarios de Copisa, empresa adjudicataria de la obra, localizaban problemas estructurales y se veían obligados a parar a la espera de redactar un nuevo proyecto más ajustado a la situación. Tras varios meses de espera, Correos finalizaba la redacción del nuevo proyecto y comenzaba una nueva intervención.

Lejos de acabar ahí los problemas, la ejecución de la obra se encontró nuevos obstáculos al coincidir en el tiempo con la peatonalización de la calle Plaza de Abastos y al tratar con la compañía eléctrica que daba servicio al inmueble.

Locales provisionales

Así las cosas, todo parece indicar que todavía habrá que esperar algunas semanas -o incluso meses- para que los mirandeses puedan volver a utilizar la sede central. De momento, los locales adaptados de manera provisional en Alfonso VI y Leopoldo Lewin siguen funcionando dentro de una relativa normalidad. Y es que, a pesar de las incomodidades que supone tener dividido el servicio en dos locales, muchos mirandeses ya se han acostumbrado a la situación después de casi 3 años. No así los trabajadores, que en reiteradas ocasiones han criticado la falta de diligencia de la compañía postal a la hora de ejecutar el proyecto.

Sea como fuere, la antigua sede no permanecerá cerrada para siempre y desde Correos se insiste en que en el momento en el que se desbloquee la situación se procederá al traslado inmediato de equipos y trabajadores. En este sentido, añaden desde el departamento de comunicación, la mudanza se prevé ágil, ya que no es la primera vez que la compañía realiza una actuación de este tipo.

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