El hospital celebra su 25 aniversario con la ampliación de sus dotaciones

E. M. / Burgos

El hospital comarcal Santiago Apóstol de Miranda ha querido celebrar sus 25 años de existencia iniciando una nueva etapa tras concluir las obras de ampliación  y el traslado de todas sus consultas externas al nuevo edificio. Con motivo de su XXV aniversario, el alcalde Fernando Campo, entregó ayer el ‘León de Oro de la Ciudad’ al centro sanitario mirandés, «en reconocimiento a la labor de los trabajadores del hospital durante estos veinticinco años en favor de un hospital público de calidad», manifestó el edil.

Resaltó que ésta «ha sido una de las grandes infraestructuras conseguidas por la movilización de mirandeses y mirandesas», destacó, «ha sido uno de los mayores logros de Miranda en este tiempo», añadió. El alcalde quiso remarcar que «han sido los profesionales los promotores de una buena calidad asistencial, su trabajo -el trabajo de todas esas personas-, el que lo ha convertido en centro de referencia de atención hospitalaria, a favor de un hospital público de calidad».

Por su parte, el director gerente del Santiago Apóstol, Arsenio Vesga, destacó en su discurso de agradecimiento que «es un honor y un orgullo representar a una institución cuya razón de ser es velar por la salud de la población de Miranda y comarca, sin su comprensión y ayuda, nuestra labor sería si no imposible, sí más complicada», reconoció.

Afirmó que el hospital de Miranda «es hoy -dentro de nuestras posibilidades-, un referente en la sanidad y eso es gracias al pueblo de Miranda y a un elenco humano de trabajadores y trabajadoras que con su dedicación, profesionalidad y compromiso, lo hacen posible», declaró emocionado ante la corporación y representantes del hospital.

La Consejería de Sanidad de la Junta adjudicó en diciembre de 2010 las obras de ampliación del centro hospitalario por 8’9 millones de euros, un proyecto que ha concluido con la construcción de un nuevo edificio anexo al antiguo, conectado a través de un gran vestíbulo de entrada.

En él se encuentran ahora todas las consultas externas del hospital, cuyo número se ha incrementado de 19 a 61, triplicando así la capacidad actual del complejo pero manteniendo el de especialidades.

Ampliación iniciada en 2011

Los trabajos para ampliar este centro hospitalario comenzaron en 2011 y concluyeron en el primer trimestre de este año, mientras que el proceso de traslado de instalaciones finalizaba hace unas semanas con las consultas externas de Ginecología. Las últimas en instalarse en el nuevo edificio y de la unidad de Hemodiálisis, que comenzó a funcionar hace tres semanas en su nueva ubicación.

Como explicaban los responsables, una de las zonas que más ha cambiado con el nuevo acceso es la entrada, mucho más diáfana y desde la que pueden verse los accesos a la mayor parte de los servicios que se prestan en la planta baja.

Es el caso de las consultas de Rehabilitación, que han pasado de sótanos traseros del edificio a disponer de un gimnasio con grandes ventanales y varias cabinas para los distintos tratamientos.

Para Ángel, paciente que lleva varios días aplicándose ondas de choque en la rodilla «esto está mucho mejor ahora, ya que antes venías a rehabilitación y parece que entrabas por la puerta de atrás, estaba como escondido. Ahora tienen su espacio propio y es más cómodo para todos», señalaba.

La planta baja acoge también el servicio de Pediatría, donde ayer pudo verse a María con su hijo Iker, quien afirmaba que «con la mayor -Laura- que ahora tiene 8 años aún me tocó subir a la consulta vieja, pero ahora, que he tenido que venir con el pequeño, da gusto, hasta la sala de espera es más acogedora».

Otra de las consultas de la planta baja es la nueva unidad de Hemodiálisis, que cuenta con mayor espacio y una máquina más, lo que permite admitir a más pacientes al mismo tiempo. También se ha trasladado desde el centro de salud Miranda Oeste hasta el hospital el servicio de Salud Mental, que en la actualidad ofrece mayor privacidad a sus usuarios.

Asimismo, desde el hall es posible acceder a la cafetería, antes ubicada en un edificio anexo, lo que obligaba a salir a la calle para llegar a ella.

Urgencias con acceso propio

A modo de entronque del edificio nuevo con el antiguo, encontramos servicios como las unidades de radiología y laboratorio, así como la zona de urgencias, que tiene su propio acceso también desde el exterior. El resto de consultas se encuentra en la primera planta, desde donde se accede a la zona de Hospitalización e Ingresos, y el resto de dependencias del viejo edificio. Ya en la planta de arriba se encuentran las salas de reuniones y la zona administrativa y de gestión.

Aunque como detallan los responsables, aún quedan algunos detalles en el aparcamiento o los jardines, se puede decir que tras años de espera, la obra de ampliación del hospital puede darse por acabada.

Inaugurado el 16 de mayo de 1988 -un lunes de San Juan del Monte, según recordaba el propio Fernando Campo en su discurso- el centro dispone ahora de casi 20.000 metros cuadrados de superficie útil construida -antes de la obra contaba con apenas 13.000-, para atender la demanda sanitaria no sólo de la comarca mirandesa, sino también de buena parte de la zona norte de la provincia, como Treviño, la Bureba o Las Merindades.

Cuenta de hecho, con el apoyo del Centro de Especialidades Periférico de Merindades-Villarcayo, aunque debido a su carácter comarcal, depende de su centro de referencia como es el nuevo Hospital Universitario (HUBU) de la capital burgalesa.