La entrada de la Vía de Bayona a Briviesca, cerrada por inundación

Los peregrinos que lleguen a la capital burebana en su camino hacia Santiago de Compostela por la Vía de Bayona sólo podrán acceder a la ciudad arriesgándose por el nuevo ‘afluente’ del Oca o bien utilizando las rotondas del acceso de El Valles.Y es que en estos momento el paso habilitado para los caminantes, bajo la N-I y la vía férrea que da acceso a la zona de descaso del Paseo de la Epitafia es hoy un arroyo con un importante caudal de agua.Si bien no supone riesgo de ahogamiento, la acumulación de fino barro y agua helada a lo largo de los treinta metros de recorrido del pasadizo subterráneo, hace muy difícil su uso. Incluso optar por darse la vuelta y acceder a la capital burebana por los angostos arcenes del acceso de El Valles tampoco es opción cómoda, ya que tras subir por unas escaleras también con corriente de agua, debe cruzarse un gran barrizal antes de retornar sobre sus pasos en la vía de servicio.Cabe destacar que la Vía de Bayona es actualmente la principal entrada de visitantes extranjeros en la comarca y su capital. Según los últimos datos disponibles, los peregrinos galos ocupan el primer puesto a mucha distancia del resto, junto a los que se han contabilizado japoneses, estonios, daneses, británicos, australianos, neozelandeses, belgas, lituanos, alemanes, portugueses y puertorriqueños sumando en total doce nacionalidades distintas.Esta peligrosa situación ya se anunció a finales de 2013 cuando se constató que las obras de la variante de Briviesca en la N-I habían ‘asignado’ al paso peatonal el papel de desagüe de pluviales de la nueva obra, pese a contar con señalizaciones que indicaban su uso por personas. Se alertó de que en caso de tormenta violenta, gran cantidad de agua saldría por esa boca de hormigón para chocar contra una pared, generando una fuerte y peligrosa corriente por todo el paso hasta el río Oca. Hasta ese momento, en el lugar confluían dos cunetas que si bien aportaban cierta cantidad de agua que inundaba ligeramente el paso, su rehabilitación -en la que construyeron dos canales de drenaje- y la compresión de la canalización la haría mucho más potente y peligrosa para los que se encontraran en el túnel.Lógicamente, al inutilizarse por obras la carretera en desuso que daba acceso a los peregrinos al paso, sin que en ningún momento se habilitara otra nueva o se recolocaran las señales eliminadas, también esta contribuye con su caudal de agua al paso de peregrinos. El resultado de esta ‘actuación’ es la inutilización, de hecho, de una infraestructura en la cual ya se invirtieron 124.319 euros con una financiación al 70% de los fondos Leadercal gestionados por Adeco Bureba.La decisión de canalizar toda el agua, con una gran conducción y arqueta aérea, hacia el paso peatonal ya en su momento inquietó al ayuntamiento máxime al tener en cuenta que su cambio de uso, de antiguo paso de ganado y aliviadero, fue autorizado tras un largo periodo de tramitación administrativa tanto por ADIF como la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro).