La Casa Salamanca recuperará su enrejado en la segunda fase

La Casa de los Salamanca recuperará su aspecto habitual en próximas semanas tras el inicio de la segunda fase de rehabilitación, que contempla la recolocación del histórico enrejado en las dos fachadas. Asimismo, se procederá al adecentamiento de las fachadas, incluido el cubo de la construcción original con el escudo de armas. La actuación será posible tras concluir el proceso de desmontaje de las zapatas y estructura que ha apuntalado el edificio durante el proceso de restauración de la primera fase, que finalizó recientemente.Según el proyecto, el trabajo continuará con el cerramiento de cocheras. Al mismo tiempo, se desarrollarán las obras de planta de la primera fase y se procederá a vacía la parte posterior para construir el sótano que albergará los camerinos.Finalmente, la tercera fase incluirá diversos trabajos de interior en los que se procederá a la subdivisión de los espacios de las plantas para los distintos usos y el equipamiento, incluida la sala de butacas del teatro.Esta obra de dotación de infraestructura pública se ha convertido en la más longeva de las que se han realizado hasta el momento en Briviesca, ya que su alto coste ha fraccionado las actuaciones durante más de dos lustros. A día de hoy, ya se ha ejecutado el 75%, por lo que la segunda fase dará por terminada la obra de restauración y nuevo uso principal como teatro a al histórico inmueble.El coste final de la reutilización de la antigua casa vecinal en espacio multiusos y teatro -el presupuesto original se movía entre los cinco y seis millones de euros- no se conocerá hasta su conclusión definitiva debido al gran número de actuaciones realizadas hasta la fecha.La Casa Salamanca, construida originalmente en el año 1643 por orden de Juan de Salamanca y su esposa Francisca de Salinas, solo conserva el cubo de piedra de su esquina con el escudo de armas de la familia.De su pasado, se sabe que fue hospedaje de la reina María Luisa de Saboya, primera esposa del rey Felipe V. En aquella época, se convirtió, junto a los palacios de la ciudad, en uno de sus edificios más emblemáticos en tan esplendorosa etapa.La estructura actual es de principios del siglo XX y destaca su rejería de forja en ventanas y balcones, que le dan su imagen característica. Además, está coronado por una linterna de planta octogonal. Su singularidad radica en que es uno de los pocos edificios que conservan la linterna y el enrejado en la ciudad, de ahí a que sea uno de los puntos que más atraen la atención de los visitantes de La Bureba.