El Correo de Burgos

MIRANDA

La otra ‘resaca electoral’

El espíritu ‘sanjuanero’, mirandés y forastero, disfrutó en el monte del día grande de unas fiestas marcadas por las elecciones

Aitana Hernando, próxima alcaldesa, degusta el bacalao junto a otras autoridades.-E.M.

Aitana Hernando, próxima alcaldesa, degusta el bacalao junto a otras autoridades.-E.M.

Burgos

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Miles de sanjuaneros volvieron a tomar ayer el monte de San Juan para demostrar que, cuando se trata de fiesta, los mirandeses son incansables. Tras un intenso fin de semana marcado por las elecciones municipales y autonómicas, parece que el cansancio no ha hecho mella en los cuerpos de las personas que apenas han dormido ni parado de bailar desde el pasado jueves. Así lo atestiguaron todos aquellos que tomaron el monte de San Juan en el día grande de la fiesta. Y lo hicieron, como manda la tradición, con sus blusas, sus alpargatas o albarcas, su bota de vino y sus charangas para animar una de las jornadas más esperadas del año en la ciudad.Los más valientes se dieron cita en la Plaza de España a las 9.30 horas para acompañar andando a la imagen del Santo en su romería, que les llevó hasta la ermita al filo de las 11, donde les esperaba ya mucha gente que había subido en taxi o autobús. Los nubarrones de primera hora de la mañana y las bajas temperaturas no amilanaron a los romeros que, pertrechados con sudaderas y forros polares –además del típico botellín de agua para refrescar el gaznate de camino al monte-, se encaminaron hasta la ermita. Y aunque tiempo no ha acompañado durante las fiestas, sí mejoró las previsiones pronosticadas durante los últimos días. Es, por tanto, una fiesta de contrastes, pues «lo mismo te mueres de frío que te asas de calor como el año pasado», explicaba Ángel mientras pegaba un trago a su bota de vino.Una parada en La Laguna sirvió para que los caminantes recuperasen fuerzas y buscaran motivación para recorrer el último tramo. En ese punto se unieron las autoridades, que esperaban al Ermitaño en la caseta que la Cofradía tiene ubicada en ese punto. En el último trecho del empinado camino a la ermita, el Santo -portado en carro hasta el paraje sanjuanero- fue llevado a hombros por miembros de ‘Los del Santo’ y componentes de la cuadrilla El Humo, que celebra su 50 Aniversario.Un repique de la campana ferroviaria avisó de la llegada de la comitiva, que fue contestado con aplausos por los muchos romeros que esperaban ya en la explanada de la gruta.Entre los centenares de asistentes se encontraba el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Baudilio Fernández Mardomingo, quien afirmó que San Juan del Monte es una fecha «imprescindible en mi calendario y a la que volveré incluso cuando ya no ostente un cargo público». El delegado subrayó que, más allá de jornadas electorales «de las que hablaremos mucho en los próximos días», el día exigía «hablar de fiesta, una fiesta que ayuda a olvidar los problemas y que toda la provincia debe conocer», explicó.En la misma línea se pronunciaba Borja Suárez, que este año prefirió comer con la Cofradía en lugar de con su peña ‘Los Brindis’, donde el año pasado «me tocó ayudar en la cocina como uno más», confesó.Por su parte, la próxima alcaldesa, Aitana Hernando, que también comió con la Cofradía, se mostraba «muy satisfecha» por el resultado electoral y apostilló que «aunque lo celebramos anoche, hoy es día de disfrutar de nuestras queridas fiestas».Como mandan los cánones, tras la misa –amenizada con la música de Familia Castellana-, y después de cantar el Himno a San Juan del Monte con todos los pañuelos arriba, se abrieron las puertas de la ermita para que San Juan pudiera volver a descansar después la fiesta. La talla de madera fue introducida por sus porteadores en la gruta, donde reposará hasta el próximo festejo. Una vez colocada la imagen en su lugar, mirandeses y forasteros comenzaron a desfilar al interior de la gruta para encender una vela en honor al santo o estampar su firma en el libro de visitas.Pero faltaba lo mejor, el bacalao con tomate que cada año la ermitaña María del Mar García Ortiz de Zárate cocina para los más afortunados. Autoridades y Cuerpos de Seguridad degustaron varias raciones que se sirvieron a los pies de la propia ermita, mientras el resto de asistentes emprendía su camino de regreso hacia la Laguna, donde las cuadrillas ya empezaban a disfrutar del ambiente. Miles de sanjuaneros distribuidos por todo el paraje natural celebraron este día de fiesta con su habitual banda sonora, la de las charangas que suenan incesantemente durante toda la jornada.Y mientras, cada cuadrilla con su ritual: unos preparando la comida, otros un almuerzo improvisado. Los más elegantes, esperando al catering con un ‘marianito’, pero todos disfrutando de su fiesta favorita.Alrededor de las 20 horas se encendía el cohete anunciador que indica que hay que dar comienzo a la bajada de romeros. Un camino de cinco kilómetros de retorno a la ciudad en el que las cuadrillas invierten siempre varias horas para llegar, al filo de la media noche, a la plaza de España. Allí quedaba todavía mucha fiesta, a ritmo de una orquesta de la que muchos disfrutaron hasta altas horas de la noche. También los hubo que, prudentemente, se retiraron a dormir, para recuperar fuerzas para el día de hoy, martes de Sanjuanín. Se trata de una jornada más distendida, que sirve de transición entre la fiesta y la vuelta a la normalidad.

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