El Correo de Burgos

Fin de ciclo en Diputación entre despedidas y agradecimientos

El presidente en funciones, César Rico, celebra el «clima de diálogo» de esta legislatura y anuncia una reestructuración de competencias en su equipo

Burgos

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Lo que pasa en el campo se queda en el campo. En este caso, el terreno de juego es la Diputación, que ayer celebró su último pleno entre despedidas y agradecimientos de rivales en lo político pero -en muchos casos- amigos en lo personal. Y es que a pesar de los reproches y las diferencias políticas, lo cierto es que el consenso ha marcado la tónica general de una legislatura que, a juicio del presidente en funciones, César Rico, ha permitido alcanzar «acuerdos muy importantes» para trabajar «a mayor nivel en la provincia».El futuro equipo de Gobierno, con pocos cambios en plantilla, inicia ahora una «etapa ilusionante» a través de una línea continuista y progresiva en lo que a recursos se refiere, pues según Rico la «buena situación económica» de la Casa Provincial garantizará «cuatro años de impulso». Eso sí, toca hacer reformas de puertas para adentro, pues debido a la pérdida de cuatro diputados «alguno tendrá que asumir más competencias y responsabilidades». No obstante, el presidente provincial indica que la reestructuración se decidirá tras la toma de posesión del próximo miércoles.Unos llegan y otros se van. Entre ellos, algunos ‘históricos’ de la Diputación como el ya ex portavoz del PSOE, José María Jiménez, que abandona su puesto con «una mezcla de tristeza y alegría». Junto a él, Esther Peña, Luis Briones y Julio Gallo ocuparon por última vez sus respectivas sillas en la Corporación provincial. También se va, al quedarse sin representación, la titular de UPyD, Rosario Pérez Pardo, apenada por «tener que irme ahora que he aprendido tanto» pero agradecida al mismo tiempo por el «trato exquisito» de sus rivales.Por su parte, la bancada popular dijo adiós a Felicidad Cartón, Raquel Contreras, José Ignacio Marín, Carmen Mateos, Rufino Serrano y José Antonio López Marañón, posiblemente una de las ausencias más sorprendentes en la nueva Corporación. «Los que se van han hecho un magnífico trabajo», reconocía Rico, convencido al mismo tiempo de que «los que vengan se incorporarán sin ningún problema».Nuevos contrincantesCon la formación magenta fuera de juego y la entrada de Imagina Burgos y Ciudadanos, el «clima de consenso» tan celebrado por Rico está por ver. En este sentido, permanece a la expectativa para comprobar «cómo se aclimatan a las condiciones y circunstancias de la Diputación» de la forma «más rápida posible».Respecto a las posturas de los nuevos en contra de las diputaciones al considerarlas un gasto inútil, el presidente del PP burgalés volvió a defender el papel de esta Institución como «el mejor eslabón con los ayuntamientos pequeños». Asimismo, alabó la distribución territorial de los diputados para atender las necesidades de los municipios, ya que «alguien tiene que hacer ese trabajo».

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