Fomento anuncia que las obras de la N-I comenzarán este mes

Las obras de reparación de los drenajes de los arroyos de Valsorda y Valdezaño, situados en los kilómetros 277 y 279, respectivamente, bajo la N-I arrancarán «este mismo mes», según confirmaron fuentes del Ministerio de Fomento. Así pues, los trabajos se iniciarán con «la reposición de servicios» consistente en desenterrar la red subterránea de telecomunicaciones para poder ejecutar las obras sin causarla daños. De acuerdo al calendario establecido, la actuación comenzará en el kilómetro 277 y se prolongará durante tres meses, ya que el dictamen de los técnicos determinó la inviabilidad de reparar la infraestructura existente por su estado ruinoso.Por ello, se procederá a su clausura mediante un sellado de hormigón y la posterior construcción de una totalmente nueva a su lado que precisará una reconducción del cauce del arroyo hasta el nuevo drenaje. Con el fin de conferir solidez a la nueva trazada del cauce, se proyecta construir una escollera para evitar que el agua retorne a su antiguo cauce tras el sellado del antiguo paso.Esta modificación requirió el pertinente permiso de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que ha establecido una amplia serie de condiciones a tener en cuenta durante la obra.

Menos complicada será la intervención en el drenaje del arroyo Valdezaño, ya que se procederá a sustituir el tramo actualmente apuntalado bajo el kilómetro 279 por uno que garantice la resistencia al tráfico de la carretera.Lógicamente, las obras en la N-I obligarán a establecer sendos desvíos en el tráfico durante su periodo de ejecución. En este caso, solo afectará al kilómetro 277, dado que el segundo tramo ya cuenta con las señalización desde hace casi un lustro.Precisamente, el cierre al tráfico de la tercera parte de la calzada de la N-I en casi 400 metros en este punto fue acordado por los técnicos de Fomento «para evitar que las cargas de tráfico afecten a la parte más dañada».Pese a ello, así como la recomendación explícita de los técnicos de que ambos drenajes presentaban «deterioros importantes a nivel estructural, que hacen precisa su reparación a la mayor brevedad», la situación empezó a desbloquearse a mediados del pasado año.En este sentido, la fórmula empleada para ello se basó en la inclusión de la obra dentro del convenio firmado por la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor y el presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestr (Seitssa), Manuel Niño.Gracias a este acuerdo, arrancó el proceso administrativo con la licitación, a la que acudieron 37 empresas, yque concluyó con la formalización del contrato con Arioliva S.L.El origen de este proyecto de obras se remonta a finales del año 2012, cuando después de producirse varias inundaciones en la carretera N-I -con corte total o parcial de la misma-, se llevó a cabo una actuación de limpieza de los dos drenajes afectados.La eliminación de la maleza y los sedimentos acumulados que habían cegado parcialmente los aliviaderos dejó al descubierto el mal estado de las infraestructuras, lo que dio lugar al informe que puso en marcha el proceso administrativo que culminará este mes con el inicio de las obras.