Aumenta la media productiva de trigo en los campos de ensayo de Caja Rural en Cerratón

A pesar de los hongos y las malas hierbas, el campo burgalés ha vivido un año «especialmente bueno» en lo que a cereal se refiere. Prueba de ello es el incremento de la media productiva de trigo en Cerratón de Juarros, que esta campaña se sitúa en torno a 7.000 kilos cuando «el año pasado no llegó a 5.000», según confirmó ayer el responsable del Plan de Experimentación Agraria del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), Gabriel Villamayor.El rendimiento obtenido no es baladí. Obedece en gran medida al apoyo que presta la Fundación Caja Rural de Burgos a través de sus campos de ensayo en Cerratón y Zael. Gracias a esta iniciativa, los agricultores testan diferentes variedades para tomar decisiones que propicien los mejores resultados. En este sentido, Villamayor manifestó que en ocasiones es preferible decantarse por una variedad «más rústica y que aguante más» en vez de una «más productiva» que responda con menor efectividad «en condiciones adversas».Pese a los buenos resultados, el técnico del Itacyl reconoció que durante esta campaña se han registrado «bastantes ataques» por hongos. Preocupa, y mucho, la roya amarilla, sobre todo por su «cambio de raza anual». No es para menos, ya que esta mutación provoca que determinadas variedades que «un año son susceptibles y al año siguiente no aparecen atacadas» y viceversa. Por ello, el organismo agrario redobla sus esfuerzos para «buscar variedades resistentes genéticamente», amén de sugerir «tratamientos en el momento oportuno» para evitar un «ataque explosivo difícil de controlar».Por su parte, el responsable agrario de la Fundación Caja Rural, Javier Leal, destacó el marco de colaboración iniciado este año con el Itacyl «para que diversifiquemos la manera de ver los campos de ensayo, la forma de promover estas variedades y acercarlas a los agricultores».