Iberdrola prevé construir cuatro nuevos parques eólicos

La compañía eléctrica Iberdrola confirmó ayer su intención de instalar cuatro nuevos parques eólicos en la provincia de Burgos. Los proyectos, que ya se encuentran en fase de tramitación administrativa, sumarán 73 megavatios de potencia. Según fuentes de la empresa, tres de ellos se ubicarán en el complejo eólico de Herrera y el cuarto en el parque de La Lora.Con esta actuación, Iberdrola superará la veintena de instalaciones en la provincia. A día de hoy, la energética española posee 17 infraestructuras eólicas que acumulan una potencia de 501,8 megavatios. Las de mayor capacidad -50 cada una-, son las de Alto de la Degollada y Urbel del Castillo II, seguidas de las de El Carrasquillo (49,30), Fuente Salada (46,40) y Cerro Blanco (42). En total, la empresa cuenta con 353 aerogeneradores que suministran energía eléctrica a todo el territorio.Estas cuatro actuaciones en tierras burgalesas se enmarcan en la apuesta de Iberdrola por «reforzar la inversión en generación de energía limpia en España». Para ello, la compañía fijó el año pasado una inversión de 8.000 millones de euros hasta 2022 con el objetivo de en marcha 10.000 nuevos megavatios de aquí a 2030.Partiendo de esta base, Iberdrola espera garantizar la creación de 20.000 puestos de trabajo. Es decir, casi 10 veces más que los que se dedican hoy en día a la generación tradicional en la compañía. Por otro lado, los proyectos se enmarcan dentro de las inversiones globales que la empresa llevará a cabo entre 2018 y 2022 y que ascenderán a 34.000 millones de euros.De forma paralela a los proyectos de Burgos, Extremadura, Andalucía y Cuenca; el denominado proyecto Francisco Pizarro de Iberdrola pretende asegurar una potencia de 590 megavatios mediante una inversión económica superior a los 300 millones de euros con la instalación de la «planta solar fotovoltaica más grande de Europa». Con esta intervención, se pretende abastecer a 375.000 personas, más que las poblaciones de Cáceres y Badajoz juntas; y «evitar la emisión a la atmósfera de 245.000 toneladas de CO 2 al año, reforzando además la utilidad de esta tecnología para la protección del entorno y la mitigación del calentamiento global».Una vez solventados los trámites administrativos, Francisco Pizarro ocupará una superficie de 1.300 hectáreas entre los municipios cacereños de Torrecillas de la Tiesa y Aldeacentenera. La empresa confía en que entre en funcionamiento en 2022 y las previsiones iniciales contemplan la contratación de hasta un millar de personas, ya que dicha infraestructura superaría las dimensiones de la planta Núñez de Balboa que Iberdrola construye en Usagre (Badajoz), la más grande del continente y con una capacidad de 500 megavatios.En la actualidad, Iberdrola está ejecutando en España la construcción más de 700 megavatios renovables que se reparten entre la planta fotovoltaica de Núnez de Balboa y los proyectos eólicos en tres regiones. Si todo va según lo previsto, su entrada en funcionamiento tendrá lugar entre este año y el que viene. De esta forma, la multinacional energética que preside José Ignacio Sánchez Galán aspira a convertirse en la «punta de lanza que constatará el liderazgo de España y la Unión Europea en la transición hacia un sistema energético más sostenible».Hoy por hoy, Iberdrola es el primer productor de energía eólica del país con una potencia instalada de 5.770 megavatios y una capacidad renovable total que alcanza los 15.790 megavatios y de los que 5.087 -principalmente hidráulicos- están instalados en Castilla y León y principalmente son de hidráulicos. Además, cuenta con una plantilla de unas 34.000 personas, unos activos superiores a 113.000 millones de euros. El año pasado, facturó 35.075 millones y obtuvo un beneficio neto de 3.014.