El Correo de Burgos

RIBERA

El centro de Aranda dispone de 400 locales en venta o en alquiler

Los enclaves que mejor funcionan para el comercio son la calle Isilla y la plaza de la Constitución

La plaza de la Constitución ha cogido peso tras la peatonalización y la hostelería cuenta con muchos clientes.-L.V.

La plaza de la Constitución ha cogido peso tras la peatonalización y la hostelería cuenta con muchos clientes.-L.V.

Burgos

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Si ayer los comerciantes explicaban a este periódico la crisis que están afrontando por el auge de la compra electrónica y la pérdida de poder adquisitivo, hoy nos interesamos por conocer cómo está el mercado de alquiler y venta de locales comerciales en Aranda de Duero. «En el centro puede haber 400 libres y en toda la ciudad, la cifra se eleva hasta los 1.000», calcula Rubén Madrigal, gerente de la inmobiliaria Hunter Properties.Aunque parezcan muchos locales, los precios son muy diferentes. Según explica, mientras la calle Isilla sigue «y seguirá» alzándose como la «milla de oro» del comercio local, con precios muy altos, el resto de zonas agoniza. Es el caso del polígono residencial, con un comercio casi inexistente. En el PRAU Centro Cívico, pese a la construcción de numerosas viviendas de protección oficial, la zona no cuaja comercialmente hablando. «Con la llegada de McDonald’s hubo muchas expectativas, pero no tira», señala a sabiendas de que aunque hay tres bares que sí funcionan, el movimiento comercial es casi nulo. De hecho, Domino’s Pizza se planteó abrir ahí y finalmente se ha decantado por la calle Postas, en concreto por el bar Cine Aranda.Santa Lucía, una calle tradicionalmente comercial, está «muerta» y quitando los establecimientos consolidados como Valdazo, «abren y cierran negocios en el año». Lo mismo ocurre con Béjar y La Miel, «calles que antes funcionaban», remarca.La Avenida Castilla, que durante años fue un referente, está «cayendo en picado» y tampoco hay que confundir el bullicio de la plaza San Antonio con un interés comercial porque «no es una zona de compras».En este análisis hay dos excepciones: la plaza de La Constitución, que se consolida como una extensión de la calle Isilla, gracias en gran parte a la peatonalización; y como novedad la zona comprendida entre la calle Burgo de Osma y la Glorieta Rosales, junto a Mercadona, Simply y el ambulatorio. «En este caso, son sobre todo profesionales autónomos», subraya mientras cita los ejemplos de las clínicas dentales o los fisioterapeutas. «Son negocios que no necesitan calles tan comerciales y que buscan otros entornos, cerca del hospital o de los ambulatorios», puntualiza con la vista puesta también en el entorno del colegio Vera Cruz. En cuanto a la Plaza Mayor funciona, pero sobre todo para bares.Y es que aunque la hostelería funciona a un ritmo diferente y los hosteleros con los que este periódico ha hablado están contentos con la evolución del año, no es oro todo lo que reluce. «Este año ha habido muchos movimientos que no esperábamos», advierte en alusión al cierre del Montaditos, en la plaza de La Constitución, o a los traspasos de La Perla y Cruz Blanca.Mientras la calle Isilla sigue «intocable», con precios que van desde los 1.800 euros el metro cuadrado -el único local disponible en estos momentos se vende por 850.000 euros-, el resto de calles son mucho más económicas y además, dan facilidades. «En venta te puede mover por los 1.000 euros metro y en alquiler por los 6 o 10 euros el metro cuadrado», informa.

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