El Correo de Burgos

Piden la quema de rastrojos y químicos contra los topillos

UCCL denuncia el duplicado de la plaga desde mayo «porque limpiar cunetas no basta» Advierten del peligro que supondrá para la siembra prevista en 2 meses

Los responsables de UCCL en Burgos consideran que son muchos los problemas que deberían regularse por ley.-I. L. M.

Los responsables de UCCL en Burgos consideran que son muchos los problemas que deberían regularse por ley.-I. L. M.

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Burgos

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Los responsables de la Unión de Campesinos (UCCL) de Burgos han insistido para que la Junta comience tanto a utilizar «herramientas químicas» como a permitir la quema también controlada de rastrojos, «con el fin de acabar con la grave plaga de topillos que sufre la provincia, tras llegar a ésta desde Palencia, donde ya se detectó en mayo y desde entonces hasta ahora, el problema ya se ha duplicado y se ha extendido a otras zonas de la provincia», criticó ayer en la sede de la entidad agraria en la capital, su presidenta Susana Pardo.Prácticas que, como recordó, «están permitidas por la ley en casos puntuales como éste, sobre todo para que no vaya a más, por lo que no sólo debe actuarse en las cunetas sino también en los lindes».Acompañada de Juan José García y Arturo Martín -miembros de la junta directiva provincial de la agrupación agraria-, la responsable hizo ayer pública esta queja que los agricultores han trasladado en reiteradas ocasiones a las administraciones, al considerar «insuficientes» las medidas que el Gobierno regional está llevando a cabo.«Así queda comprobado tras ver cómo el problema se sigue agravando, convirtiéndose en un peligro mucho mayor pues en apenas mes y medio-dos meses se llevará a cabo la siembra, y siguen estando ahí, tanto en zonas de regadío como de cereal, lo que agrava la situación».Detallan que los dos últimos años de ausencia de grandes lluvias y fuertes nevadas («fenómenos naturales y a la vez controladores de que no se reproduzcan en demasía» explican), han facilitado su multiplicación. De ahí que pidan el empleo de medidas excepcionales como puede ser el uso de herramientas químicas.antes 7, ahora 30 hurasY es que, como argumentan, el principal daño lo han sufrido los cultivos de alfalfas, «cultivos permanentes y para varios años que no pueden levantarse por completo para acabar con las huras, lo que los convierten en reservorio para los topillos, dando lugar a que si antes podía haber 7 u 8 huras por hectárea ahora se estén encontrando una treintena».Por ello piden «que se puedan emplear de forma controlada productos químicos que acaben con este grave problema, que se ha extendido por la zona de Arlanzón, e incluso ya llegando a Villadiego», concretan desde UCCL, «porque ya no sólo están buscando en zona de regadío sino también alimento en zonas de cereal».20% de cosecha perdidaAsimismo, alertaron de que la creciente presencia del topillo en los campos «han dado lugar ya a daños que seguramente supondrán que se pierda un 20-30% de la cosecha prevista», cifraban los miembros de UCCL.Circunstancia que como advierten todos ellos, supone un problema para una provincia como la burgalesa, a la cabeza regional en este tipo de producción, a la vez entre las principales del país.Y es que, como detalló a su vez Juan José García, «no se trata solamente de un problema económico sino también sanitario y muy serio, ya que estos animales se están viendo infectados de tularemia, y por ello, muriendo en los ríos que quedan así contaminados».Insistieron así, que la limpieza de cunetas que el Gobierno regional está llevando a cabo desde hace semanas, «no basta».Explicaron que aunque el fin que persigue la Junta es, entre otros, quitar las hierbas altas que sirven de escondite a los topillos y poder así ser avistados fácilmente por sus depredadores, «con las motoniveladoras no se logra total precisión, y siguen quedando zonas de hierba donde éstos vuelven a hacer sus huras y a esconderse».Además de que son muchos kilómetros de cuneta de carretera los que deben limpiarse en las zona ya afectadas «que siguen extendiéndose, siendo apenas unos 7-8 kilómetros diarios los que se hacen, frente a las apenas tres semanas que tardan los topillos en reproducirse», remarcaron.UCCL exige a la Administración una Ley de Control de Fauna SalvajeAsimismo, desde la UCCL han exigido a la Administración que cree con urgencia una Ley de Fauna Salvaje, «ya que existe un total descontrol respecto a diversidad de especies que conviven con los los ganados en campos y montes, lo que no sólo causa daños económicos sino graves riesgos sanitarios al ser portadores de enfermedades que pueden contagiarse a los animales e incluso a los ciudadanos», alertaron.Además de preocupantes problemas de seguridad, en el caso de corzos y sobre todo jabalíes, «pues sólo el pasado año causaron más de 2.400 accidentes en las carreteras», cifró Juan José García, de la directiva burgalesa de UCCL.Junto a él, la presidenta de UCCL Burgos, Susana Pardo, remarcó por ello la urgente necesidad de dar forma a una normativa rigurosa «que no ha existido nunca, a pesar de que los problemas que causa la fauna salvaje», y no son sólo causas económicas de graves pérdidas para los ganaderos y agricultores -que llevan a muchos de ellos a replantearse si seguir con la actividad-, «sino en el problema sanitario que suponen como portadores de enfermedades».Y es que como reprocharon los profesionales del campo, ellos cumplen con las medidas de cuidado y vacunación exigidas, mientras se permite que estas especies campen a sus anchas por campos y montes, «a pesar de ser portadores de garrapatas, sarna o tularemia entre otras enfermedades», reprochan. «Y que luego contagian a nuestros ganados, completamente saneados pero que ante la mínima deuda se sacrifican».Conejo, corzo, jabalí...Ponen así como ejemplo, la superpoblación actual de conejos, «que no sé por qué no califican de plaga porque lo es tanto o más que la que ya padecemos de los topillos», se preguntó García. Cuestión en la que, de nuevo, echan en falta mayor rotundidad desde la Junta, «que se empeña en dejar la labor en manos de los cazadores, que llegan donde llegan, al haber zonas fuera de cotos donde no pueden acceder», afirma Pardo, como tierras particulares o entornos de infraestructuras de carretera o ferrocarril, entre otros.Especie preocupante en estos momentos por su elevado número -«pues se reproduce en apenas un mes», recuerdan-, a la que suman el corzo, para el que piden más control «pues se alimentan de brotes de plantaciones y árboles jóvenes, dando lugar a que ahora sea habitual que tengan 3 crías en lugar de 2 como antes», explican.Problemas de fauna salvaje a los que unen los creados por los jabalíes, «los cuales hacen gran daño en las simientes que se comen tras arrancarlas de la tierra con el hocico, como ya está pasando con el girasol o los guisantes», detallaron como ejemplo. «Aparte de los peligrosos problemas que causan al provocar accidentes de carretera con gran frecuencia».Listado de especies a la que suman el lobo, en torno al que «debería buscarse un equilibrio cuando causa ataques graves sobre todo en la zona Norte, que Medio Ambiente no controla aunque causa no sólo la muerte del animal atacado sino abortos por estrés en hembras embarazadas», De ahí que exijan una ley que regule estas cuestiones, «pues muchos ganaderos dudan en seguir, y si ellos lo dejan desaparecerá el ganado que limpia montes y reduce el riesgo de incendios-, así como gran parte de nuestros productos».

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