El Correo de Burgos

RIBERA

Cerca de 4.500 pacientes no acuden a la cita programada en el hospital

El 60% de las patologías que llegan a Urgencias se podrían resolver en Atención Primaria

Solo el 12% de pacientes atendidos en urgencias precisan ingreso.-L. V.

Solo el 12% de pacientes atendidos en urgencias precisan ingreso.-L. V.

Publicado por
LORETO VELÁZQUEZ
Burgos

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Se nos llena la boca reclamando y exigiendo especialistas médicos y una mejor calidad asistencial en el medio rural pero, ¿cuántas consultas dejamos vacías por no suspender de forma previa? La respuesta es contundente: 4.445 solo este año en el hospital Santos Reyes. Por especialidades, Oftalmología se lleva la palma con 689 ausencias en consulta. Le sigue Psiquiatría con 645, y un poco más lejos Traumatología, con 470 personas que no han acudido a su cita programada.Ginecología y Otorrinolaringología superan también los 300 pacientes, con 355 y 327 respectivamente; mientras que rondando los 200 se encuentran especialidades como Rehabilitación (277), Psicología (268), Medicina Interna (234) y Dermatología (225).En el centenar encontramos Cardiología y Hematología -127 cada una-; Cirugía General (con 115) y Tocología (con 109) y por debajo de los tres dígitos están, Digestivo, con 98 casos, Pediatría, con 73, e incluso Anestesia con 19. Lama la atención el departamento de Oncología con 65 ausencias.En el ambulatorio Norte no hay datos concretos pero sí una percepción. «Podríamos decir que hay una media de tres pacientes que fallan cada día y eso sin contar enfermería», advierte el coordinador del centro, Fernando Torrequebrada, a sabiendas de que depende mucho de cada semana y de cada consulta.En Pediatría por ejemplo, no suele haber este problema y dado el volumen de niños, nunca se dejan huecos porque suele haber pacientes que se ven de urgencia pero hay otras consultas en las que si no se avisa, quedan vacías como oftalmología. «Son citas que se dan de un mes a otro y son difíciles de cubrir».Hay muchos, aseguran trabajadores del centro, que al ver que hay cola y que tienen que esperar para ser recibidos por el médico, optan por irse. «Hay algunos que esperan quince minutos y se van», lamenta el coordinador, al recordar que aunque el médico tenga un tiempo estipulado por paciente, muchas veces requiere de más minutos para hacer un buen diagnóstico y ser preciso.Otros, al no acudir a su consulta cuando tiene cita, regresan de nuevo a su médico de cabecera para pedir otro volante, «lo que es bastante habitual», señala el doctor. En el ambulatorio Sur, más de lo mismo, y es que según explica la coordinadora, Eva Asensio, en una semana son 42 pacientes los que no se han presentado, y 16 no han acudido a su cita con Enfermería.UrgenciasY aunque la crisis sanitaria, que se creó en Aranda de Duero -en octubre del año pasado-, ante la falta de médicos y especialistas, se dosificaron mucho las visitas a las urgencias hospitalarias, el ritmo, asegura el jefe del servicio, se ha recuperado con creces.«Seguimos viendo muchas cosas que podrían resolverse en la consulta de atención primaria», afirma Javier Hernández, con la mirada puesta en una paciente que llegó hace apenas unos días con un forúnculo a las 7 de la mañana, cuando podía haber esperado una hora y acudir a su centro de salud. «Seguimos viendo dolores crónicos, amigdalitis…, cosas que no deberían verse de inicio en las urgencias hospitalarias», insiste.En porcentajes, la tendencia es clara. Según las estadísticas que maneja el departamento, el 60% de las patologías que llegan a Urgencias se podrían resolver en atención Primaria. De hecho, solo el 12% de los pacientes que son atendidos en urgencias precisan ingreso. «Esto no quiere decir que todos los que no necesitan ingreso no requieran de un servicio de urgencias porque luego hay casos como por ejemplo, roturas de huesos que no requieren hospitalización pero necesitan de nuestra atención», puntualiza.Entonces, ¿qué dolencias se consideran urgentes? Según explica el jefe de servicio, Javier Hernández, las urgencias hospitalarias están capacitadas para atender los casos más graves, en los que el paciente corre un riesgo vital, sea en el grado que sea. Así, no hay que dudar ante un ictus, un infarto, una rotura o un problema crónico que se agudice en un momento dado.Aunque tampoco hay que perder la calma, puesto que el acceso no se rige por el orden de llegada sino por la gravedad de cada dolencia y esa diferencia se fija en la primera valoración, el triaje.Tras el colapso del año pasado cuando la plantilla de Urgencias perdió 6 de sus 10 médicos, hoy el departamento respira más tranquilo con 9 de 10 profesionales. «Logramos cubrir todos los turnos», asegura el jefe de unidad al recordar que este servicio atiende a una media de 2.300 pacientes al mes, cerca de ochenta al día.Hay que señalar que los primeros en denunciar este mal uso o abuso de la ciudadanía fue el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP). Allí lamentaban cuestiones que parecen básicas como que la ambulancia «no es un taxi» o que unos piojos no requieren atención médica. Tampoco una fiebre de dos horas o una tos de una semana. Según advertían entonces, el 80% de las causas son de médico de cabecera y no de urgencias.Se incorporan 3 ginecólogosEl servicio de Ginecología del Santos Reyes ha incorporado tres facultativos paulatinamente a la plantilla en las últimas semanas, con lo que el equipo actual de especialistas se sitúa en 6 facultativos. Refuerzo que como destacan desde la Junta, «permite mejorar la prestación asistencial de la comarca ribereña a través de una organización del servicio que facilita tanto la actividad habitual como la continuidad asistencial mediante guardias médicas». En concreto, los incorporados son un facultativo que llega desde el Hospital Universitario de Burgos (HUBU), para ejercer una jefatura de sección en comisión de servicios; un médico que prorroga su actividad profesional antes de jubilarse; y un tercer especialista, formado en el HUBU y que llega desde el sector privado.

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