La familia de Diego Arias de Miranda abierta a declarar BIC la casa de Aranda

Tras conocer la intención del director general de Turismo de declarar Bien de Interés Cultural la casa donde nació el político, Diego Arias de Miranda, en Aranda de Duero; sus herederos y actuales propietarios van a solicitar una reunión con la Consejería para analizar la letra pequeña de una distinción que, por un lado reconoce el valor histórico del inmueble pero, por otro exige un control administrativo exhaustivo de cualquier obra, entre otras cuestiones. “Para nosotros es un orgullo pero hay que ver todo con detalle”, explica a este periódico la propietaria, Josefina Martín Berdugo. Diego Arias de Miranda, conocido como Don Diego, era padre de ‘Doña Josefina’, quien para Josita fue una segunda madre.

Ubicada en Aranda de Duero, la casa de Diego Arias de Miranda forma parte de una de las postales turísticas de la ciudad, no solo por ver nacer a uno de los personajes más ilustres de la historia ribereña, y por su enclave histórico como antiguo mercado de cereales y pan, sino por formar parte en la actualidad del escenario urbano de Sonorama Ribera y del Certamen Internacional de Bandas de Música, que Aranda celebra los viernes del verano.

Por dentro está cuidada a mimo por una familia que se ha esmerado en proteger la esencia histórica de la casa donde el 1 de diciembre de 1845 nació el político, Diego Arias de Miranda Goytia. Miembro del Partido Liberal, fue ministro de la Marina entre los años 1910 y 1911, y ministro de Gracia y Justicia en 1912, con José Canalejas, García Prieto y el conde de Romanones. Fue gobernador civil, director general de obras públicas y alcalde de Aranda de Duero. Entre sus logros hizo importantes gestiones para abrir la línea ferroviaria Valladolid-Ariza. También se le atribuye la construcción de los canales de Guma y Aranda y la colonia de La Enebrada, en el monte de La Calabaza.

BIC

La Declaración BIC es el grado máximo de protección con el que la administración pone en valor aquellos bienes que de forma singular y relevante “reúnan las características, las cualidades y los valores representativos del patrimonio cultural”. La inclusión en el inventario de Bienes del Patrimonio Cultural de Castilla y León corresponde al titular de la Consejería de Cultura y Turismo, a propuesta de la Dirección General de Patrimonio y Bienes Culturales, aunque la decisión depende de los propietarios.

El director general de Turismo de la Junta de Castilla y León, Ángel González, confía en la resolución. “Espero que pueda ser uno de los BIC de la comunidad autónoma”, anunció hace unos días en Aranda de Duero, mientras dejó claro que aunque esta casa es más moderna que otras, la prefiere.

Diego Arias de Miranda nació en Aranda en 1845

En la casa se respira el XIX

Su origen se remonta al año 1820 cuando Santas Goytia, que era madre de Diego Arias de Miranda la construye. En 1905, con motivo del enlace matrimonial de su hija, Josefina con José Martínez de Velasco, es objeto de una reforma importante que incluyó el arreglo de la fachada y las escayolas de la casa, obra del artista local, Alejandro Higuera.

Los suelos los adquirió Santos Arias de Miranda, hijo de D. Diego, cuando derribaron el palacio que estaba en lo que hoy es el banco de España de Madrid. Los enseres y el ambiente responden a la época. En la casa se respira el XIX. “Para su mantenimiento es necesario dinero pero sobre todo, sensibilidad y cariño”, asegura la propietaria, convencida de que antes de aceptar la declaración BIC tienen que conocer con profundidad las condiciones que implica, “tanto en ayudas como en inconvenientes”. “Habrá que ver si compensa o no”, sostiene al saber que la declaración te exime del pago del IBI pero luego las obras las hace la propiedad y siguiendo las exigentes directrices de Patrimonio. También podría incluir la obligación de abrir la casa al público y a investigadores.

A la hora de alcanzar un acuerdo, la familia pondrá sobre la mesa una reivindicación que lleva más de cuatro años solicitando al Ayuntamiento de Aranda, para que “antes de nada” se segregue de forma oficial la casa principal, del patio y el granero. “Siempre han sido dos parcelas diferentes, incluso estaban separadas por una pared y una puerta. Una da a la Plaza del Trigo y la otra, que era de servicios, a la calle Montas. Cada una tiene su factura de luz, de agua y de contribución urbana (IBI) pero hay un único número registral y no tiene sentido alguno. Lo hemos solicitado varias veces, de distintas formas, pero hasta ahora no hemos tenido respuesta”.

Nariz

A sabiendas de que el Ayuntamiento de Aranda de Duero está realizando el proyecto para la rehabilitación de los Jardines de Don Diego, los herederos piden que se aproveche para adecentar la escultura con la que la ciudad le rindió homenaje. Hay que recordar que la construcción del monumento se realizó en el año de su muerte, en 1929. Sin embargo, en el año 2000 unos vándalos desgarraron su nariz. El Ayuntamiento se hizo cargo de la reconstrucción pero el resultado no fue el esperado y apenas se parece. “No solo es el color, que es distinto, también la forma”, solicita la familia.

Según explica el historiador, Máximo López Vilaboa, con posterioridad ha conseguido la reproducción de dos fotografías que se tomaron en 1930 del boceto que hizo en arcilla el escultor Emiliano Barral. “Supongo que puedan ser útiles para realizar una restauración más acorde con la obra original de Emiliano Barral”, propone.

Hay que recordar que los Jardines llevan el nombre de este personaje ilustre.

Otros BIC

Hasta el momento, en Aranda hay únicamente tres edificios declarados BIC en categoría de monumento: la Iglesia de Santa María (1931), la Iglesia de San Nicolás de Bari, en Sinovas (1964) y la iglesia de San Juan (1982).

Gracias a un Decreto de 1963 que tenía carácter nacional, obtuvieron declaración BIC el rollo jurisdiccional y todos los escudos heráldicos de más de 100 años de antigüedad. Por último, en 2015 la Junta de Castilla y León declaró las bodegas históricas de Aranda como conjunto etnográfico. En este caso, la obligación de visita pública se limita a las dos bodegas propiedad del Ayuntamiento de Aranda de Duero, ‘Las Caballerizas’ y ‘Las Ánimas’.