El Correo de Burgos

Ribera

“Caleruega es un sitio ideal para crecer, para vivir y también para jubilarte, ¡que no todo el mundo quiere playa!”

Entre los proyectos destaca un aparcamiento de caravanas, el arreglo de calles y de las piscinas

Lidia Arribas es la alcaldesa de Caleruega. L.V.L.

Lidia Arribas es la alcaldesa de Caleruega. L.V.L.

Publicado por
Loreto Velázquez
Aranda

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Se podía haber ido a trabajar a una gran ciudad pero nació en uno de los pueblos más bonitos de España y eso pesa. La alcaldesa de Caleruega es el vivo ejemplo de cómo los jóvenes sí quieren apostar por el mundo rural. Los que la conocen lo saben: sencilla, austera pero de carácter fuerte, es una mujer formada y comprometida y aunque no sabe aún si repetirá como candidata a la Alcaldía en las próximas elecciones, todos saben que no abandonará el barco ni a su pueblo. Nos recibe con su precioso bebé.

Pregunta. Empecemos por la novedad más prometedora: la transformación del hotel Prado de las Merinas en un proyecto ‘Cohousing’, una residencia para jubilados modernos que supone una revolución con un concepto abierto, muy europeo, pero innovador aquí en España. ¿Qué le parece?

Respuesta alcaldesa, Lidia Arribas. Es un proyecto muy importante para Caleruega tanto por los 10 empleos que va a generar como por el propio concepto: 21 estudios, 30 apartamentos, independencia para los residentes, pero con servicios comunes… Es una idea fantástica pero por ahora solo es una declaración de intenciones. En el Ayuntamiento todavía no han presentado nada más y hay que hacer muchas cosas como el cambio de uso de la parcela, las licencias…

P-. Los promotores habían solicitado la edificabilidad máxima. ¿Se puede?

R-. Sí porque el hotel no había ocupado la máxima capacidad.

P-. La noticia triste llega con el cierre del hotel restaurante Prado de las Merinas, un referente en la comarca de la Ribera.

R-. No es un cierre como tal sino un cambio.

P-. Lo cierto es que en una Comunidad como la de Castilla y León, cada vez más envejecida y vacía, este tipo de iniciativas pueden ser el futuro.

R-. ¡Claro! Caleruega es un gran sitio para crecer, para vivir y también para jubilarse. ¡Que no todo el mundo quiere playa!

P-. ¿Cómo van de población? Según datos de la asociación ADRI vuelven a perder este año.

R-. Estamos en 419 vecinos censados, 82 menos que hace veinte años.  Al tener una parte amplia de población mayor – tenemos una residencia de ancianos y dos conventos- es casi inevitable. Luego tenemos una población inmigrante muy numerosa y aunque hay una mayoría que son residentes desde hace muchos años, hay un porcentaje que fluctúa mucho y que se mueve de un día para otro, aunque sus hijos no hayan terminado el curso escolar.

P-. ¿Esa circunstancia afectará también al colegio?

R-. Efectivamente. Tenemos dos clases pero en cada curso tenemos que estar pendientes porque si se va una familia de 3 o 4 hijos, se complica. En porcentaje son desde luego mayoría. Los alumnos nacionales apenas llegan al 20%.

P-. ¿Cómo está el parque de viviendas?

R-. Casas alquiladas hay unas 22 pero la gente es reacia y las que hay, muchas veces no están en condiciones. En venta hay alguna pero para tirar y rehacer, por lo que tampoco tienen mucha salida porque al estar en casco histórico, la normativa urbanística es muy estricta. Al final la gente se compra un terrenito, que aquí están bien de precio, y se la hacen a medida.

P-. ¿Hay posibilidades de crecimiento?

R-. Sí, y el Ayuntamiento favorece todas las iniciativas aunque no es promotor como tal.

Caleruega

Caleruega

P-. Hablemos entonces de servicios.

R-. Tenemos casi de todo. Una farmacia, una tienda con carnicería, frutería y ultramarinos, y también los jueves viene, en venta ambulante, el carnicero. Además tenemos el supermercado de la gasolinera que es bastante completo. Luego tenemos tres bares abiertos de forma permanente, dos de ellos son restaurante.  

P-. ¿Cómo está la Sanidad?

R-. ¡Sin quejas! Como somos centro de referencia para Espinosa, Valdeande y otros pueblos de alrededor, cuando hace falta, tenemos todos los días médico y enfermera. Se llaman Florencio y Rocío y estamos encantados. De hecho el médico vive aquí.

P-. ¿Qué os falta entonces?

R-. Gente. Que vengan a vivir pero sobre todo que hagan vida en el pueblo. Tenemos la Escuela de Música, el gimnasio con actividades grupales diarias, pero somos muy poquitos.  

Cómo hemos cambiado

P-. Echemos la vista atrás, ¿Cómo ha cambiado Caleruega en este tiempo?

R-. Mucho, sobre todo en el ámbito turístico porque se ha hecho todo, antes estábamos sin despertar.

P-. La oficina de turismo ha supuesto un antes y un después. ¿Cómo está el turismo? ¿Se vio afectado por la pandemia?

R-. Sí, pero de manera muy positiva. Es cierto que perdimos las excursiones que suelen venir en autobús porque no se podía, pero en cambio se movió muchísimo el turismo familiar y lo notamos. En cifras, superamos las 17.000 visitas.

P-. Caleruega es uno de esos pueblos que hay que ver.  De hecho está en el club de los pueblos más bonitos de España. ¿Qué es lo primero que quiere ver el turista cuando llega?

R-. Los conventos, sobre todo el de las Monjas (Real Monasterio de Santo Domingo de Gumzán).

P-. ¿Es un turismo religioso?

R-. Hay una parte que sí y funciona fenomenal, pero Caleruega tiene otras facetas que también despiertan el interés de los turistas como la historia patrimonial y la naturaleza. El parque de Las Loberas y los buitres representan un pilar también muy importante.  

P-. Hablemos de proyectos. ¿Qué fue del proyecto de Caleruega Golf?

R-. La parte del golf se ha vendido a una sociedad vitivinícola, que ya ha plantado viñas y su intención es completar con bodega.

P-. ¿Se vive bien en Caleruega?

R-. Es un buen sitio. Yo trabajo en Gumiel de Izán pero aquí tengo mi familia, mi cuadrilla de amigos, las de mis hermanos…

P-. ¿Qué proyectos tienen ahora entre manos en el Ayuntamiento?

R-. Hay varios: la otra fase del polígono industrial, el arreglo de calles y la mejora de infraestructuras turísticas, como un aparcamiento de caravanas porque hay bastante demanda.  El año pasado nos quedamos fuera de la subvención de la Junta para hacerlo. Este año lo vamos a volver a intentar y en caso de no conseguirlo, lo haremos con fondos propios. También queremos arreglar las piscinas porque ya tienen 20 años y hace falta.

P-. ¿Qué balance hace de esta legislatura, la primera como alcaldesa?

R-. En general, positiva, a pesar de la pandemia. Fueron dos años de parón pero hemos ido haciendo cosas, concluyendo proyectos y no hemos frenado la actividad cultural, que es vital para que haya vida en el pueblo. Así, hemos retomado las fiestas de agosto y las actividades musicales de primavera y otoño. Luego también hemos recuperado el Encuentro de los Caballeros del Traverso y cada mes y medio hay algo.

P- ¿Qué le hubiese encantado hacer, que no ha podido hacer?

R-. Un centro cultural como el de Fresnillo, aunque aquí tenemos infraestructuras para hacer cosas como el Convento.

P-. Los planes provinciales ya se han aprobado. ¿Cuánto les toca y que van a hacer con ese dinero?

R-. Alrededor de 85.000 euros. Queremos dedicarlo a arreglar calles. Por otro lado, hemos pedido que arreglen las aceras de la travesía BU-910 porque están bastante deterioradas y hay un problema de seguridad. También estamos pendientes de la carretera que une Caleruega y Huerta de Rey, que la Junta va a hacer ya.

P-. ¿De qué vive su pueblo?

R-. Antes del campo pero cada vez menos. La construcción funciona muy bien porque siempre hay casas por arreglar y la gente se hace segundas viviendas; la residencia también genera mucho empleo así como la ayuda a domicilio, la hostelería y el turismo. La gente joven es gente preparada y trabaja en diversos sectores. Hay una minoría muy pequeña que teletrabaja pero el resto se traslada a Aranda.

P-. Lleva veinte años en política. Empezó a colaborar en 2007, en 2010 comenzó como teniente alcalde y en 2016 asumió el cargo de alcaldesa tras la renuncia por incompatibilidad de José Ignacio Delgado, que entonces tuvo que elegir entre el Ayuntamiento y las Cortes de Castilla y León. ¿Cómo se animó a meterse en política?

R-. Yo nací y crecí en Caleruega porque mi familia es de aquí. Cuando me fui a estudiar me mudé a Valladolid y cuando terminé decidí volver a casa de mis padres para presentarme a oposiciones. Vi que tenía que ayudar, aportar y hacer algo y aquí sigo, pero ahora ya con familia. En los pueblos hay que implicarse.

P-. En cinco meses hay elecciones. ¿Repetirá como candidata?

R-. Todavía no lo he decidido. Mis circunstancias familiares han cambiado, he tenido un bebé… Lo que tengo claro es que seguiré en el equipo pero todavía no sé si en primera fila o en segunda. La verdad es que sea como sea tengo la certeza de que irá bien porque hay gente que tiene muchas ganas de hacer cosas y eso siempre es bueno.

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