En busca de seis facilitadores de vivienda y empleo para repoblar el medio rural

La Diputación de Burgos lanzará próximamente, a través de su Mesa de Contratación, una nueva oferta de empleo gestionada por una empresa externa. El trabajo consistirá, básicamente, en atraer nuevos vecinos al medio rural facilitando la búsqueda de empleo y de vivienda. La iniciativa, enmarcada en el proyecto Burgos Repuebla. Territorio Smart, cuenta con el respaldo de la Universidad de Burgos (UBU) y de la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE). 

Según detalla el presidente de la Sociedad para el Desarrollo de la Provincia de Burgos (Sodebur), Carlos Gallo, el perfil idóneo para este puesto sería el siguiente: «gente dinámica que conozca la provincia». Y también, cómo no, que tenga -o sepa establecer- una «línea directa» tanto con la UBU como con la patronal. 

Teniendo en cuenta que la densidad demográfica media de la provincia ronda los 25 habitantes por kilómetro cuadrado y que hay zonas como Pinares o el entorno del Geoparque de las Loras con apenas un vecino, Gallo considera que se debería poner el foco sobre las áreas más despobladas aunque sin dejar de lado al resto del territorio. 

Esta línea de trabajo, que contará con una partida cercana a los 200.000 euros, forma parte de un proyecto mucho más amplio presupuestado en 320.000 euros. El 90% de la financiación correrá a cargo del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. 

Burgos Repuebla cuenta además con otras tres líneas básicas. La primera, basada en la «colaboración social», trata de fijar estrategias para mostrar a los residentes de las grandes ciudades las ventajas que ofrece el medio rural. Dentro de este cometido, el Centro Internacional de Investigación en Desarrollo Rural (CIDER) de la UBU jugará un importante papel, aprovechando una partida de 24.000 euros, al visibilizar las «oportunidades» de empleo y crecimiento profesional que brindan los pueblos.  

Esta tarea de «sensibilidad» incluye, tal y como indica el vicerrector de Relaciones con la Empresa y Resiliencia, Gonzalo Salazar, la posibilidad de que los alumnos realicen prácticas en empresas o administraciones públicas. Del mismo modo, se pretende hacer hincapié en otros aspectos clave como el análisis de experiencias de éxito, la economía circular, la agricultura ecológica o el turismo. 

Por su parte, FAE centrará sus esfuerzos en promover un «cambio de la política empresarial». En este sentido, Gallo sostiene que la «mal llamada España vaciada» debe convertirse en una «España llena de oportunidades». 

«Hace falta construir vivienda barata», asegura Arturo Rica, miembro de la junta directiva de FAE, sin pasar por alto otras demandas del tejido empresarial que desarrolla su actividad en los pueblos como la «reducción de impuestos» como los de circulación o el IBI, más y mejores «infraestructuras» o una mayor dotación de «personal en los centros de salud». 

Vigente hasta junio de 2024, surge con la vocación de «ayudar a que el medio rural sea más atractivo». A expensas de que arranque, previsiblemente a finales de año, el 21 de noviembre se celebrará en Madrid una jornada -organizada por FAE-, bajo el título El teletrabajo como aliado para la repoblación rural, que contará con la participación de los presidentes de Sodebur, de la patronal burgalesa, Miguel Ángel Benavente, de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi; y del secretario general para el Reto Demográfico, Francesc Boya.