Briviesca. El centro neurálgico de la Bureba

Trotaburgos nos lleva esta vez a Briviesca, la capital de la Bureba, regada por las aguas del río Oca. Por su ubicación ha sido siempre un cruce de caminos, donde en el pasado se cruzaban dos calzadas romanas y también fue paso del Camino de Santiago.

Sobre su origen, hay textos del escritor y militar romano Plinio el Viejo que en el año 77 d.C menciona a los Autrigones, que estuvieron asentados en el valle superior del Ebro desde el siglo III a.C. y cita a ‘Virovesca’ como su capital.

Su emplazamiento actual se remonta al siglo XIV. Doña Blanca de Portugal, nieta de Alfonso X El Sabio, compra la villa, lo que hace que se traslade de las colinas cercanas en la que estuvo enclavada en las épocas romana y visigoda y consigue un mejor acceso que favorecía el intercambio comercial. Adquirió el nombre de ‘la bien trazada’ por la perfecta disposición de las calles en torno a la Plaza Mayor.

Otra curiosidad histórica de la localidad es que en el año 1387 se celebraron las Cortes de Briviesca. Entre los puntos destaca la decisión de otorgar el título de Príncipe de Asturias al heredero de la Corona de Castilla, distinción que se ha mantenido con los herederos de la Corona de España. En 1988, el rey, entonces príncipe de Asturias, visitó Briviesca con motivo del VI centenario de las Cortes, donde descubrió un monumento en su honor en el parque de la Florida.

Otro hito de Briviesca es que desde el año 1894 posee el título de ciudad, concedido por la reina regente María Cristina, madre de Alfonso XIII, como premio al aumento de su población y a su desarrollo agrícola y comercial. Este bagaje histórico hace que Briviesca ofrezca al visitante toda una serie de lugares de gran interés. La iglesia de San Martín, junto a la Plaza Mayor. En su interior destaca el retablo mayor, de estilo Barroco. El conjunto monumental de Santa Clara está formado por una iglesia, un monasterio, una casa solariega y hospital. Fue mandado construir por Doña Mencía de Velasco, hija de los Condestables de Castilla, en el siglo XVI, para ser enterrada en él. Destaca la iglesia, con una especial mención a su imponente retablo. El convento no es visitable, mientras que el hospital de ‘Nuestra Señora del Rosario, conocido popularmente como el ‘hospitalillo’, es de estilo herreriano. La colegiata de Santa María es la primera de las cinco colegiatas de la Diócesis de Burgos y una de las más antiguas de España. Mantuvo esta condición de colegiata hasta el siglo XIX.

Otro de los espacios característicos de Briviesca es la Plaza Mayor, donde uno de sus elementos de referencia es el templete, construido en el año 1909.

Dentro de la arquitectura civil hay que destacar la Casa de los Torre. Se levantó en la mitad del siglo XVII y destaca una torre rectangular y un edificio adjunto con balconada. La Casa de los Salamanca es otro de los edificios emblemáticos de Briviesca. Construida originalmente en el año 1643 por orden de Juan de Salamanca y su esposa Francisca de Salinas, solo conserva el cubo de piedra de su esquina con el escudo de armas de la familia. En proceso de restauración, albergará un teatro.

Las celebraciones de Briviesca cuentan con un variado repertorio, que se inicia en el mes de marzo con la Fiesta de los Novios. Su origen se centraba en acordar emparejamientos. En la actualidad, se entregan claveles y almendras garrapiñadas a las parejas. En mayo se celebra Santa Casilda, patrona de Briviesca, y la rogativa de la tabera, otra fiesta, declarada de interés turístico regional. Se acude al santuario de Santa Casilda. Después de la comida que ofrece el ayuntamiento se juega a la taba, que consiste en tirar este hueso de animal ya gana el tirador o el apostante en función de la posición en la que cae. En agosto, Briviesca se vuelca en la celebración de la fiestas patronales de Nuestra Señora y San Roque, donde destaca la emocionante interpretación del himno de Briviesca por parte de los vecinos en la Plaza Mayor. Muy cerca de Navidad, se celebra el Día de la O.