Secreto de sumario sobre el hallazgo del cadáver calcinado en un vehículo

Parecía evidente, ya de entrada, que no sería un caso fácil de resolver. Lo tuvo claro la propia Guardia Civil nada más localizar, el pasado miércoles, un cadáver calcinado en el interior de un vehículo incendiado en el camino que conecta las localidades burgalesas de Los Balbases y Villaquirán de los Infantes. Una semana después, la investigación se encuentra bajo secreto de sumario.

Pocas pistas pudo encontrar in situ la Policía Judicial y el Servicio de Criminalística (Secrim). Al menos, se acreditó que el turismo estaba matriculado en la Comunidad Valenciana y uno de los primeros pasos que se dio, a expensas de seguir inspeccionando el coche en dependencias de la Benemérita, fue tratar de localizar a su titular. Un sinfín de gestiones y de llamadas, como es lógico, en busca de cualquier indicio sobre el propietario, el concesionario del que procedía el vehículo, si era de alquiler...

Pese a lo macabro del hallazgo, la Guardia Civil barajaba, al menos de primeras, todas las hipótesis posibles. ¿Asesinato, accidente, suicidio? Con la máxima cautela, los investigadores decidieron explorar cualquier vía sin poner el foco sobre una teoría concreta. Es lo que toca, sin duda, cuando no existen indicios suficientes para seguir una línea sobre seguro.

A expensas de que se levante el secreto de sumario, lo cierto es que hubo testigos que, tal y como adelantó este periódico, vieron a dos vehículos -uno de ellos blanco- salir pitando del camino en dirección a la autovía A-62 desde Los Balbases. En base a ello, empezó a circular la hipótesis en ambos pueblos de que este macabro suceso quizá pudiese estar relacionado con un «ajuste de cuentas». No obstante, aún es pronto para conocer si dicha hipótesis es cierta o no.