Adroga cerrará sus puertas el 31 de diciembre

LORETO VELÁZQUEZ / ArandaTras 27 años de ardua lucha contra la drogadicción, el centro terapéutico que Adroga tiene en la localidad de Castrillo de la Vega, cerrará irremediablemente sus puertas el próximo 31 de diciembre. Una decisión difícil que la dirección ha tenido que adoptar tras conocer que el Ayuntamiento de Madrid no va a renovar el convenio por el que hasta ahora le daba 200.000 euros anuales y que supone el 50 por ciento de su presupuesto.«El problema es que antes tanto el Ayuntamiento de Madrid como la Comunidad de Madrid tenían sus propios planes de drogas y ahora, para evitar duplicidades, se han quedado con el de la Comunidad por lo que se suprimen las ayudas a los centros de este tipo que correspondían al Ayuntamiento», explica el director del centro afectado, Alfonso Arribas.Bajo esta perspectiva, los internos castellano leoneses serán derivados a otros centros de la región, ya que la Junta de Castilla y León, que sufraga la otra mitad del presupuesto, sí mantiene las ayudas.Peor lo tienen los enfermos de Madrid, que deberán volver a los ambulatorios. «Ellos creen que con el tratamiento ambulatorio, alguna actividad y un soporte de medicación es suficiente y puede serlo para algunos pero no para todos, porque hay gente que está en una situación límite que necesita ser internada», considera el director del centro que en su trayectoria ha tratado a más de 2.000 personas con una capacidad de cuarenta plazas. «Todavía siguen aquí unos 18», advierte apesadumbrado por el fin de un programa que durante años ha sido muy útil.