El Correo de Burgos

Trufbox, el secreto de la trufa ecológica de la Ribera del Duero

La trufa negra sigue en alza al pasar de 600 euros/kilo a 1.000

Trufa negra de Trufbox

Trufa negra de TrufboxTrufbox

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Aranda

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La empresa ribereña Trufbox es una de las primeras empresas truferas españolas certificadas en ecológico por Europa. “Es un plus de garantía”, asegura la gerente, Marta de Pablo, convencida de que esta distinción les abrirá las puertas a mercados exigentes que valoran la calidad y el cuidado del Medio Ambiente.

Trufbox cuenta con 50 hectáreas de trufa negra entre Tórtoles de Esgueva y Caleruega (Burgos), a las que se suma la colaboración de una docena de recolectores de confianza. Al tener plantas de diferentes años, no producen todas igual. “Lo que nos falta lo compramos desde Soria a Aranda”, advierte a sabiendas de que esa economía circular contribuye al mantenimiento del mundo rural. “Son los valores que cuidamos”.

Para estar certificada han tenido que estar tres años sin emplear ningún producto químico; una filosofía que deberán respetar si quieren preservar la certificación.

La innovación es clave. Trufbox está asociada con un laboratorio de biotecnología forestal (ID Forest) especializado en la recuperación de suelos a través de la investigación de microorganismos que ayudan a las truferas, pero también a otros cultivos como viñedos. “Gracias a esta tecnología hemos conseguido adelantar los índices de producción y sin pesticidas”.

Así, mientras una encina microrrizada normal tarda unos 7 años en empezar a producir trufas, aquí el ciclo se adelanta a los 6 o incluso a los 5 años. “La vida productiva de la encina dura alrededor de 30 años. Si bien es cierto hay una curva de producción. Empieza con poquito y cuando más cantidad produce es entre los 10 y los 16 años, luego empieza a decrecer. En nuestro caso, con unas 18.000 plantas, producimos a día de hoy unos 40 kilos de trufa negra al año”.

Aunque la encina microrrizada es un árbol típico del Mediterráneo, en la zona de la Ribera “lleva siglos”. “Las encinas tienen una ventaja medioambiental porque con ellas repoblamos zonas que antes estaban muy estresadas por la agricultura extensiva y el uso de químicos o aditivos”, señala.

El ciclo comienza en diciembre y termina en marzo. “Se desarrollan en verano, crecen con agua y calor y luego maduran en invierno mientras que en primavera permanecen en letargo”.

Para la recogida, los perros son fundamentales. “Vamos siempre a primera hora de la mañana, porque hay menos contaminación de otros olores y luego se extrae una vez por semana”.

Uno de los factores que más afectan a la trufa es la sequía y el estrés hídrico. “El momento más delicado es cuando se planta y los primeros años hasta que agarra bien”.

Precios

A diferencia de otros cultivos, la trufa vive un año bueno con precios al alza que han pasado, en el caso de la trufa negra, de los 600 euros/kilo que se pagaba en los últimos años a los 1.000 euros actuales (precio al proveedor). En el mercado la cifra sube hasta los 1.600. Si hablamos de trufa blanca el precio se dispara a 7.000 euros el kilo. “La subida se debe a la escasez de trufa”, explica.

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