Deisy abre el nuevo bar de la 'Petra' burgalesa

Es la guinda del pastel, lo que faltaba para completar un proyecto que se ha convertido en un referente del verano en la Ribera del Duero. Las piscinas de Gumiel de Izán, que inauguró el Ayuntamiento en 2023, se completan ahora con un bar que ya ha abierto sus puertas gracias a Deisy Díaz. “Hemos abierto hace tres días y estoy feliz”, asegura.

En los primeros días no ha estado sola: su familia al completo se ha volcado. “En cuanto les dije que ya me daban el bar, todos se pusieron a ayudarme, unos pelando patatas, otros limpiando”, agradece a Jairo y su esposa, Vanesa, a sus tíos Francisco, Sonia, Isneida y Luz Aída, y a sus padres, Faber y Omaira. “Estamos muy unidos”.

Comienza así el sueño de esta mujer colombiana que dejó su país hace seis años, cuando tenía 18. Los primeros años en España no fueron fáciles. “Llegué a Madrid sola y la verdad es que lo pasé bastante mal. Echaba muchísimo de menos a mis padres y fue duro porque estuve tres años sin ellos”, relata.

La soledad pudo y, a los cuatro meses de estar en Madrid, decidió hacer las maletas y mudarse a la Ribera del Duero, concretamente a Gumiel de Izán, donde vivían sus tíos. En estos cinco años y medio ha trabajado en limpieza, como interna y hasta en una granja. Su último trabajo fue en un hostal restaurante, pero ahora, con 25 años, da el salto como hostelera. “El bar es precioso y yo voy a trabajar con muchas ganas para que todo vaya muy bien”.

El horario de verano comienza a las 10:00 horas y termina a las 2 de la mañana, y aunque el Ayuntamiento solo le obliga a abrir en horario de la piscina en verano, ella está decidida a prolongar la apertura durante todo el año. “Por ahora no damos comidas, pero tenemos raciones, pinchos y tapas”, explica mientras enseña una carta donde destacan las hamburguesas, las patatas bravas, las tiras de pollo, las alitas, los torreznos, morcilla, nachos, callos, oreja, calamares y sepia. “De mi país hacemos unas empanadas de harina de maíz rellenas de carne y patata que están muy ricas”.

El bar es luminoso y amplio. Cuenta con 9 mesas en el interior y otras 8 en el exterior, junto al parque infantil. “Para mí es un paso muy importante. Tengo mucha ilusión”, subraya.

A diferencia de otros pueblos de la Ribera, donde cuesta mucho encontrar a personas que quieran gestionar un negocio como un bar, en Gumiel de Izán pueden presumir de tener 9 bares. “En invierno somos unos 600 vecinos censados, pero en verano llegamos fácilmente a los 2.000. Aquí hay mucha vida”, anima el alcalde, Jesús Briones, convencido de que la Iglesia, conocida como la ‘Petra de la Ribera del Duero’, atrae a muchos turistas “y ahora las piscinas también”. “Este año hemos puesto además una pista de voleibol”, anima.

A la hora de enfocar el proyecto, el alcalde tenía claro que iba a ser una instalación pensada para Gumiel y la comarca. Y lo ha conseguido: en el primer verano de 2023 fue todo un éxito. El espacio cuenta con dos piscinas, una infantil y otra semiolímpica, pero lo que más llama la atención son los dos toboganes. “Queríamos hacer algo espectacular”, afirma, sin olvidar el bar y el parque infantil. De cara al futuro, el sueño continúa. “Nos gustaría hacer una tercera piscina, de olas, y una pista de pádel, pero tenemos que esperar hasta que tengamos dinero”, señala.

A la hora de poner la piscina en marcha, la colaboración público-privada fue fundamental en un proyecto que partió de la solidaridad de la familia San Miguel, que cedió los terrenos, y que luego contó con el apoyo de la Junta de Castilla y León, la Diputación de Burgos y la Asociación para el Desarrollo Rural Integral (ADRI), pero también desde el ámbito privado con empresas de la zona como Gerardo de la Calle, Renalte, Gomellano, Nabal, Ferratus, Pagos de Quintana, Cillar de Silos y Abadía San Quirce.