El Correo de Burgos

De las 18.400 viviendas de la Ribera burgalesa, 2.825 están vacías y solo 242 a la venta

ADRI Ribera analiza en Villalba de Duero los retos de un problema “que requiere la implicación de todos”

Los pueblos comparten el problema de la falta de vivienda

Los pueblos comparten el problema de la falta de viviendaLoreto Velázquez

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Aranda

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Decididos a buscar soluciones a uno de los grandes desafíos del mundo rural, la falta de viviendas, la asociación ADRI Ribera del Duero Burgalesa ha encargado un estudio para conocer la situación actual y las posibles soluciones. 

Según la investigación que ha llevado a cabo Realserma Rural en 68 pueblos, la comarca cuenta con un parque de 18.400 hogares, de los cuales el 45% son viviendas utilizadas de forma continua. El 40% son segundas viviendas que se usan sobre todo en los meses estivales y fines de semana, y el 15%, es decir, 2.825, están vacías y no tienen un uso aparente. Solo 242 están en canales de venta públicos. “Es importante que tanto los propietarios privados como públicos den el paso y se unan a un proyecto de futuro en el que tenemos que volcarnos todos”, urge el gerente de ADRI Ribera, Héctor Ibáñez.

Según el análisis, el sector inmobiliario en la Ribera del Duero Burgalesa se enfrenta a retos importantes, como el declive demográfico y la dificultad de atraer a nuevos residentes; la falta de oferta de vivienda en venta y en alquiler; la economía limitada de determinados pueblos pequeños; la crisis de la construcción con falta de personal y de relevo generacional y la falta de interés de las inmobiliarias, que “prefieren operar en la ciudad y no en los municipios rurales”.

En el lado positivo, está el tamaño de las viviendas unifamiliares, casas de pueblo que tienen de media 222 metros cuadrados y que, si bien son demasiado grandes para las familias monoparentales, pueden ser un recurso de atracción para familias numerosas que, en ciudades, no podrían costearse una casa de estas dimensiones.

Muchas casas de pueblo terminan hundidas

Muchas casas de pueblo terminan hundidasLoreto Velázquez

Como soluciones, el documento aconseja fijar una estrategia de recuperación de viviendas vacías “antes de que se deterioren inevitablemente”; reacondicionar los inmuebles municipales y convertir propiedades públicas en viviendas asequibles para atraer nuevos pobladores. También propone habilitar ayudas para mejorar la eficiencia energética; actualizar la información del mercado con la oferta real de viviendas; así como incentivos fiscales para fomentar la salida al mercado de viviendas vacías y crear una bolsa de viviendas, un sistema supramunicipal para facilitar el alquiler y la compra de viviendas en la zona.

Precios variados según tipología

Entrando en detalle, la horquilla de precios es amplia y va desde el más bajo, 11.000 euros, para viviendas en estado de reforma total, hasta 670.000 euros en el caso de viviendas singulares en excelente estado.

El 88% de las 242 unidades disponibles en los canales públicos de venta son casas de pueblo o chalets, mientras que los pisos representan el 12% de la oferta y se concentran en Fresnillo de las Dueñas, Huerta del Rey y Roa.

Las casas de pueblo o chalets tienen un precio medio de 95.200 euros, una cifra que sube hasta los 139.000 euros para las casas en buen estado. “Estamos hablando de 626 euros el metro cuadrado”, señala la experta.

Los pisos tienen un precio medio de 69.500 euros, subiendo hasta los 75.000 euros en el caso de los que están en buen estado. Tienen una superficie media de 86 m² y un precio medio por metro cuadrado de 871 euros.

El 35% de los pisos se vende a través de inmobiliarias, mientras que el 65% se comercializa de forma directa. Este porcentaje varía en las viviendas unifamiliares, donde el 56% se oferta a través de inmobiliarias y el 44% mediante venta directa.

Villalba, un pueblo limitado por la falta de casas

Villalba de Duero, donde se celebró ayer esta interesante jornada sobre despoblación en el medio rural, es uno de los muchos pueblos que sufren el problema de falta de vivienda. “Todas las semanas llama gente pidiendo una casa para alquilar o para construir, gente joven, pero la realidad es que el casco histórico está completamente en ruinas. Rodeando la iglesia hay manzanas y manzanas en ruinas”, lamenta Alberto Rasero, a sabiendas de que la solución depende de los propios vecinos. “Entiendo el valor sentimental, pero muchos se piensan que viven en el Paseo de la Castellana de Madrid y ponen precios desorbitados. Hay que cambiar la mentalidad y abrirnos tanto a la venta como al alquiler. Solo así evitaremos que los pueblos se hundan”.

En su opinión, Villalba tiene capacidad para recibir a 30 o 40 familias nuevas. “Interés hay, pero lo que no puede ser es que no tengamos un metro cuadrado disponible, ni en suelo ni en viviendas en venta o alquiler. Hay que hacer una reflexión, porque estamos entrando en un colapso absoluto. Aquí se vive muy bien pero tenemos que garantizar el futuro y eso no depende solo de la Junta”.

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