El Correo de Burgos

Haza se queda sin agua potable, para consumo humano, por la presencia de nitratos

Los pueblos de la Ribera se organizan como pueden para sufragar el coste de potabilizadoras

Vista de la localidad de Haza tras la intervención de i-DE. ECB

Vista de la localidad de Haza -DE. ECB

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Aranda

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Hontangas, Moradillo de Roa, Torresandino, San Martín de Rubiales, Fuentemolinos, La Cueva de Roa, Arandilla… y ahora Haza. El Ayuntamiento del pequeño municipio, de 34 habitantes, ha emitido un bando municipal en el que avisa a sus vecinos de que, hasta nueva orden, no se puede beber agua del grifo por la presencia de nitratos.

Según explica el alcalde de Haza, Antonio Muñoz, “es la primera vez que nos ha dado positivo en el análisis y, aunque no es mucho, porque estamos en 56 mg/l cuando el límite está en 50, estamos mirando presupuestos para poner solución cuanto antes. Por ahora, no es apta para el consumo humano”.

Lo cierto es que, desde que la ley obliga a hacer análisis anuales, la lista de pueblos afectados por nitratos va creciendo por momentos. Es el caso de Moradillo de Roa. “Nosotros superamos el límite por primera vez a finales de diciembre y, la verdad, es que es un problema”, lamenta el alcalde, Francisco Javier Arroyo.

A la espera de una solución definitiva, el Ayuntamiento ha adquirido por 3.000 euros una potabilizadora pequeña con un grifo donde los vecinos pueden ir a coger agua. “Es como una fuente nueva, pero es un parche temporal. Necesitamos una potabilizadora más grande y hemos pedido varios presupuestos, porque van desde los 60.000 a los 70.000 euros. Es mucho dinero”, admite.

Ayudas de la Diputación

Como diputado en Burgos, Francisco Javier Arroyo asegura que la Diputación es consciente de un problema que afecta “cada vez a más pueblos”. “Ahora, en marzo, saldrán las ayudas del ciclo integral del agua y los nitratos tendrán prioridad”, afirma, con la mirada puesta también en la nueva línea de subvenciones que la administración provincial sacará este año para ayudar a los pueblos afectados. “Contará con un millón y medio de euros y no será vía concurso, estará abierta”, avanza.

Cada pueblo se organiza como puede. En La Cueva de Roa, el alcalde, Ignacio Arranz, ha optado también por un parche temporal, a la espera de poder pagar la potabilizadora, que, según le han dicho, costará unos 30.000 euros. “Es verdad que, en la analítica, no superamos el límite en exceso, pero, a día de hoy, no cumplimos la normativa y es necesario que los vecinos tengan acceso a agua de calidad”, aseguraba hace unos días en este periódico.

Más avanzado lo tiene el alcalde de Hontangas, José Antonio Fernández. Su pueblo fue uno de los primeros en dar la voz de alarma por nitratos. “Cuando empezamos a tener de nuevo problemas, decidimos recuperar la potabilizadora que teníamos en el frontón. Como llevaba ahí veinte años, ha habido que arreglar muchas cosas, como motores, uno de los tubos… En total, habremos invertido unos 42.000 euros”, explica con la esperanza de solventar el problema “de una vez por todas”.

Dos posibles soluciones técnicas. Pros y contras

Según explica Leonardo Del Álamo, de la empresa de mantenimiento Depur España, para acabar con los temidos nitratos hay dos sistemas técnicos: la potabilizadora y la desnitrificadora. La primera diferencia es la funcionalidad, mientras la desnitrificadora se basa en un intercambio iónico que sustituye los iones de nitrato por iones de sodio, la potabilizadora funciona por osmosis y es más completa, ya que desmineraliza el agua. “La potabilizadora va muy bien para los nitratos y en las aguas duras, que tienen mucha cal. La calidad mejora muchísimo”, aconseja.

La parte menos positiva llega con el precio. La potabilizadora, detalla, requiere una inversión más elevada, pero luego necesita menos mantenimiento, salvo las membranas, “que hay que cambiar cada cinco o seis años”, y el coste de la luz, “porque necesitan bombas de alta presión”. “La desnitrificadora es más económica, pero consume mucha sal y su mantenimiento es más costoso a nivel de trabajo”, puntualiza.

El presupuesto depende de las necesidades de cada municipio. “No se puede dar un cálculo general, porque cada pueblo es un mundo”, asegura el representante de esta empresa, que trabaja con más de 40 pueblos de la zona. “Pedrosa de Duero y Olmedillo de Roa cuentan ya, desde hace años, con una planta potabilizadora, y San Martín de Rubiales ha adquirido una desnitrificadora que se pondrá en marcha en unos días”, señala.

El experto lanza, en cualquier caso, un llamamiento a la calma. “Salvo contadas excepciones donde se ha llegado a 80 mg/l, en la mayoría de los casos las analíticas no son preocupantes, con parámetros que van de 55 a 60 mg/l”, subraya al recordar que la instalación es rápida, “dura unos diez días”.

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