El Correo de Burgos

PATRIMONIO

San Esteban 'borrará' los andamios de su exterior en torno al 15 de julio

La consolidación de las cubiertas y la limpieza de los paramentos de la fachada norte cuentan con un presupuesto de 200.000 euros

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Burgos

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A.S.R. / Burgos

El invierno ha sido duro y hasta las piedras han tiritado por culpa del frío, la lluvia y las heladas. Los jerseys de andamios se han puesto de moda entre los templos capitalinos. Lo lució hasta hace poco menos de un mes La Merced por culpa de unos desprendimientos de piedras y desde abril lo lleva puesto San Esteban por el mismo motivo.

La actuación en esta última iglesia consiste en la consolidación de la cubiertas de las naves del Evangelio y de la Epístola y la limpieza de los paramentos de toda la fachada norte. El andamiaje cubre el monumento gótico desde la esquina de la fachada oeste, la que mira a las escaleras que suben al Castillo, hasta la esquina del ábside. La ejecución se realiza en dos fases y tiene un presupuesto total en torno a los 200.000 euros, financiados por la Diócesis de Burgos, que cuenta con una ayuda de unos 39.000 euros del Ayuntamiento, a cargo del Plan Especial del Centro Histórico (PECH), para la que sería la primera fase. Sobre la segunda aún no se ha pronunciado, aunque en la calle Martínez del Campo esperan una resolución favorable.

El delegado diocesano de Patrimonio, Juan Álvarez Quevedo, considera que estas obras eran necesarias en San Esteban, actualmente sin culto y sede del Museo del Retablo, y reconoce que lo concerniente al ábside se tornó en urgente por la caída de piedras. «Nunca ha llegado a ser peligroso para las personas, pero sí han dañado algunos de los coches que se aparcan en esta plaza y tanto los vecinos como nosotros mismos hemos tenido que avisar a los Bomberos en varias ocasiones», comenta el responsable, quien calcula que la actuación concluirá en torno al 15 de julio.

Las intensas lluvias de estos últimos días no han afectado al ritmo de los trabajos porque, según Álvarez Quevedo, la empresa CPA Conservación del Patrimonio Artístico tenía muy adelantada esta restauración.

La única parte de este ala norte que se ha librado de la andamiada es la entrada porticada, junto a la fuente, sobre la que aún no se ha decidido si se actuará o no. «Su limpieza sería conveniente, pero no urgente ya que aunque está dentro de este paramento norte la protege un tejadillo», aclara el delegado diocesano de Patrimonio.

Piedras díscolas

Las piedras históricas de la ciudad han acusado el duro invierno. Algunas han esquivado el paso por el quirófano como el convento de las franciscanas misioneras de la calle San Pablo, que sí tuvieron que recibir la visita de los Bomberos tras un sustillo en forma de piedra llegado del cielo.

De urgencia ingresaron La Merced y también San Esteban, aunque la primera fase de esta última ya llevaba tiempo proyectada, que han restablecido su lozanía sin necesidad de grandes sacrificios.

Y luego están las que hacen suyo el refrán más vale prevenir que curar. La Casa del Cordón, primero en la fachada de la plaza de la Libertad y ahora en la calle Santander, se ha cubierto de andamios para consolidar sus piedras. Un trabajo que hace de forma periódica.Un paso adelante para el viejo sueño de ampliación del Museo del Retablo

Con la boca pequeña reconoce el delegado diocesano de Patrimonio que esta inversión de 200.000 euros en San Esteban es un paso adelante para el viejo sueño de ampliación del Museo del Retablo, abierto en esta iglesia desde 1992.

«Es un proyecto de gran envergadura, lógicamente la limpieza de las fachadas y de las cubiertas es necesaria, pero la gran obra es la del interior, que supone la reordenación de algunos de los espacios y la instalación museística», comenta Juan Álvarez Quevedo, quien, con los pies en el suelo y mirando de frente la actual crisis económica, insiste: «Es un proyecto muy a largo plazo y ahora no es el mejor momento. No tenemos un mecenazgo permanente y no sabemos cuál será el futuro de este museo, aparte de lo que se ve ahora, que ahí está».

Y es que la idea es incorporar el claustro, la sala capitular y varias dependencias situadas en el piso superior al actual espacio del Museo del Retablo. Ahora ocupa la nave central y laterales (la del Evangelio y la Epístola), donde se encuentran los retablos y sepulcros, y el coro, con la sección de orfebrería. Las piezas que le dan vida proceden de distintas parroquias de la provincia tras su paso por el Taller Diocesano de Patrimonio. Unas están por su seguridad y otras de forma permanente al desaparecer el culto en sus templos. Álvarez Quevedo señala que han sido varias las propuestas para llevar adelante esta ampliación. Recuerda que él mismo se la presentó hace seis años a la Junta. «Es difícil porque no es un museo rentable y necesita un mecenazgo fuerte», admite.

El Museo del Retablo registra entre 4.000 y 5.000 visitantes al año, aunque su apertura al público es bastante restringida. Entre octubre y junio recibe sólo los fines de semana. Y ayer inició su horario de verano, por el que abre todos los días, excepto domingos, de 10 a 14 y de 17 a 20 horas hasta finales de septiembre. Esta ampliación se debe al convenio firmado con Sotur (Sociedad de Promoción del Turismo de Burgos) para la apertura de templos situados en el Camino de Santiago. Hace varios años que el Arzobispado firma este documento, aunque en esta ocasión será especial al celebrarse el Año Santo Compostelano. La entrada individual cuesta 2 euros y la colectiva, 1 euro.

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